"Ninots"
Ayuso e Iglesias en las Fallas: La Reina de Corazones de Madrid y el “conejo” sin coleta
Sensación y pasmo artístico en Valencia ante la Reina de Corazones (Ayuso) y el conejo apresurado de Alicia (Iglesias) a cuenta de una coleta cortada... con permiso de Ximo Puig
Es lo que tienen los sueños. Que no son reales. Lo sabemos al despertar. Y lo sospechamos mientras están ocurriendo... Como a Alicia, a muchos españoles, el conejo apresurado provocó cierta inquietud. El relato del reverendo Charles Dodgson - este era el verdadero nombre de Lewis Carroll, su autor-, es un entramado de situaciones entre inverosímiles y absurdas. Una metamorfosis insólita de seres y ambientes. Precisamente, ese mundo onírico es el que en Fallas, en Valencia, se les ha ocurrido explorar a cuenta de Pablo Iglesias, convertido en conejo y a la Reina de Corazones -con permiso del presidente Puig- que no es otra -no podía ser otra-, que Isabel Díaz Ayuso. Aquel «¡que le corten la cabeza!» que ordenaba la Reina de Corazones de Carroll se ha convertido en un «¡que le corten la coleta!» en la fiesta de la luz. De la luz y del fuego. Unas llamas que no solo acabarán con la coleta del líder de Podemos, ya ex líder, sino que aquellas otras llamas electorales convirtieron en ceniza toda intención de auparse entre los puestos de cabeza de la política madrileña. Atrás quedan sus envites a hacerse con «la Presidencia de la Comunidad de Madrid». Los electores no quisieron saber nada de sus «luchas contra la extrema derecha». Al parecer no identificaban a ese enemigo entre los que apuntaba el apresurado conejo fallero/líder político otrora. Los dos «ninots» dejan claro el desenlace de la que el profesor de Políticas llamó «la batalla de Madrid». A su lado, un libro recoge, a modo de resumen, la particular versión de la historia del genio británico: «Entonces la Reina Isabelita dijo a sus guardias electorales: ¡Que le corten la coleta! Y a Pablemos de Galapagar le dejaron un look que por fin le combinaba mejor en ese casoplón que tiene, las cosas como son…». La risa de algunos en este fin de fiesta electoral se entremezcla con el alivio de muchos ante la rala cosecha de votos obtenida en la Comunidad de Madrid. Sin duda, la intención de la Reina de Corazones era buena y -como dicen por Valencia- ese nuevo «look» va más con los nuevos tiempos que transita Pablo Iglesias. Asesor, profesor, consultor, comunicador... Ha perdido pelo pero ha ganado en imagen. Gracias a ella. Una vez más. Y es que no hay mal que por bien no venga.
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