Movilidad

Almeida aprueba nuevas normas de tráfico abriendo una grieta con Vox: “Nos vemos en las elecciones”

El Ayuntamiento aprueba la ordenanza de movilidad gracias a los votos de los cuatro ex concejales de Más Madrid y el rechazo del resto de la oposición

El alcalde de Madrid, José Luis-Martínez Almeida, junto al concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante el pleno
El alcalde de Madrid, José Luis-Martínez Almeida, junto al concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, durante el plenoFERNANDO VILLAREFE

El guion del Pleno de hoy ya estaba escrito. El Ayuntamiento, PP y Cs, tenían el apoyo que imperiosamente necesitaban: los cuatro votos no de Vox, su socio prioritario, sino de los cuatro ex concejales de Más Madrid constituidos ahora en grupo Mixto. Tanto Vox, como PSOE y Más Madrid unieron sus votos en contra de la nueva ordenanza de Movilidad. Pero fueron insuficientes: el Pleno aprobó un texto que se aplicará, previsiblemente, la semana que viene.

Después de que el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, defendiera el texto, tomaron las palabras los grupos de la oposición. El primero de ellos, José Manuel Calvo, ex de Más Madrid y concejal del recién creado grupo mixto de Recupera Madrid. Calvo señaló que se trata de un texto “continuista” con la ordenanza aprobada de Madrid Central aprobada por Manuela Carmena, si bien peca de “poca ambición”. El concejal recordó que el TSJM de Madrid dio un plazo de 10 días para retirar Madrid Central, motivo por el cual urgía aprobarlo. De lo contrario, “los coches podrían volver a circular por la calle Huertas, como pide Vox”.

Por parte de Vox, Fernando Martínez Vidal reprochó al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, el incumplir su “promesa electoral” después de mantener Madrid Central “gracias a los votos de cuatro concejales de extrema izquierda”. “Comunismo o libertad, ¿recuerda? Quédese usted con los comunistas, que nosotros defenderemos a los madrileños”, añadió.

“Ha perjudicado a los madrileños con mayores problemas económicos, debido a que cuentan con coches más antiguos”, explicó. El concejal citó varios datos y estudios según los cuales la contaminación no es ahora mismo un problema acuciante en la capital. “Hay que cumplir los objetivos de la UE, pero se puede mejorar la calidad del aire sin prohibiciones. En la ordenanza no se habla del principal problema: la enorme cantidad de personas no residentes que entra todos los días en Madrid”, dijo Martínez-Vidal.

Por parte del PSOE, Ignacio Benito afirmó que “en el Madrid de Almeida todo vale para solucionar el problema que él mismo creó”. Consideran, por otro lado, que el Pleno se celebra por la tarde, “algo atípico”, con el objetivo de obtener “un menor foco de los medios, ya que no tienen nada bueno que vender. Ningún voto del PSOE va apoyar una medida perjudicial para los madrileños y las madrileñas”.

“Se lo dejamos claro desde el principio: no nos gusta la ordenanza. El contenido es tremendamente regresivo”, añadió Benito. Si bien el PSOE presentó 59 enmiendas, de las cuales se han incluido 28, la formación considera que “no hay forma de darle la vuelta” al texto.

“Mejoras en Madrid Central, sí. Regresión de Madrid Central, en ningún caso. La postura de Cs ha sido siempre clara y nítida”, afirmó por parte de la formación naranja Santiago Saura, que destacó, entre otras “mejoras”, el acceso a los comerciantes en las zonas de bajas emisiones. Saura afeó a Más Madrid su postura, coincidiendo en el sentido de su votación con Vox, “la ultraderecha que tanto critican”, mientras que se sorprendió de la postura del PSOE “después de que se hayan aceptado la mitad de sus enmiendas”.

Por parte de Más Madrid, Rita Maestre considera que “la ordenanza es un retroceso, con la entrada diaria de más de 50.000 coches en nuestra ciudad. Mientras Europa avanza, con el Gobierno de Almeida Madrid va hacia atrás”. Para Maestre, “había una alternativa: contar con los vecinos, el sector del taxi o esta oposición”, y no “contar con los votos de cuatro concejales de forma espúrea”. En su opinión, el Ayuntamiento ha sacado adelante su ordenanza con “trampas y zancadillas”. Durante la intervención de su compañera de partido, Esther Gómez, una persona sacó una pancarta con el logotipo de Madrid Central, motivo que llevó al presidente del Pleno, Borja Fanjul, a retirarlo de la sala.

Carabante criticó a los grupos no presentar “ninguna alternativa” a la actual ordenanza. Sobre Vox, les recordó que la formación dijo sobre Madrid 360 que era la mejor forma de “enterrar” la ordenanza de Manuela Carmena. Acerca del PSOE, se mofó de la opinión que expresó Ignacio Benito sobre que “estaba orgullo del Gobierno de la Nación. Debe ser usted el único madrileño”.

Javier Ortega Smith, portavoz de Vox, tomó la palabra para recordar “que somos los únicos que hemos mantenido la coherencia”. En ese momento, sacó su móvil para poner varios audios del alcalde cuando estaba en la oposición y en la que expresaba entonces su rechazo a Madrid Central. En las mismas, el entonces líder del PP criticaba que Madrid Central era “una herramienta de propaganda electoral”. “Usted nos engañó. Necesitaba nuestros votos y nos engañó, porque estaba condicionado por Ciudadanos”. Además, le recordó que “hemos presentado un buen número de enmiendas que su grupo presentó a la ordenanza de Madrid Central. Nos vemos en las próximas elecciones, señor alcalde”, se despidió.

“Madrid no se ha convertido, por mucho que lo digan, en la primera ciudad en revertir una norma de bajas emisiones”, le dijo la vicealcaldesa Begoña Villacís a la oposición. “El que hacía esas promesas era el portavoz del Partido Popular. Este es un pacto de los grupos de PP y Cs que el alcalde tiene ahora el honor de cumplir”, le dirigió a Vox.