Medio Ambiente
El calor sobrante del metro de Sol puede calentar el agua de la Real Casa de Correos
La asociación Madrid Subterra estudia utilizar el calor de debajo de la tierra para crear energía y, a su vez, evitar las emisiones de CO2 en la atmósfera, según cuenta su gerente Armando Uriarte
En la plaza de la Puerta del Sol, junto a la emblemática fuente hay una rendija. Un elemento sencillo que encierra lo que la asociación Madrid Subterra define como una solución sostenible: Utilizar el calor del metro para abastecer de agua caliente todo el edificio de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, la antigua Real Casa de Correos.
Armando Uriarte es el gerente de la entidad sin ánimo de lucro que se define como «una plataforma de colaboración público-privada que aspira a explorar una nueva frontera energética urbana en el subsuelo de Madrid». Él reconoce la importancia de aprovechar lo que hay bajo los pies: los túneles, las redes de cercanía o las conducciones de agua: «En todas hay posibilidad de extraer energía».
En el caso del metro es igual o más paradigmático. «Tienes una infraestructura que gasta mucha energía eléctrica y un porcentaje bastante alto se convierte en calor», asegura. Ese proceso puede ser un problema, ya que requiere evacuación y un gasto monetario para llevar a cabo esa refrigeración. Por lo tanto, ofrecen una doble solución.
Esta fase preliminar la adelantaron en el III Encuentro del Aula Madrid Subterra. Emplean una herramienta llamada bomba de calor, que transporta la temperatura. «Resumiéndolo, tienes que transferir fluido que suele ser agua, a través de intercambiadores de calor que a su vez son como radiadores», añade. Lo que se consigue es que llegue a todas las dependencias de la instalación.
Esto es una idea aún por pulir, han elaborado unos análisis simulados a la espera de que la Comunidad de Madrid les ceda los datos para hacer un cálculo más fino. «Hemos considerado las características de un edificio de la misma época y hemos concluido que, además de toda el agua caliente, atenderíamos como mínimo un 25 % de la calefacción. Son hipótesis que hemos barajado a la baja, pero podríamos llegar a la mitad o a todo la construcción», añade sobre este proyecto emblemático.
Proyectos futuros
Los siguientes pasos los darán de la mano de los miembros que forman parte de su equipo, como el Metro, la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid. Uno de ellos es aprovechar la ampliación de la línea 11 en su paso por Conde de Casal. «Lo vamos a aplicar a una parte del túnel para hacer un piloto y para proveer de energía al intercambiador nuevo que se va a construir. Esperamos que sea el primero de muchos. Y eso es fijo, porque ha salido el pliego de liquidación», añade.
El otro es en la salida de Madrid, por la A5. «Se va a construir un túnel de unos 4 km para esa zona, que está muy degradada. Se va a soterrar y se va a regenerar un poco el barrio». ¿Qué se consigue con eso? Otro recurso energético que mejore las condiciones de la ciudadanía. ¿Cómo? «Con la termoactivación». «Es el principio de la energía geotérmica, que está ganando más presencia en la generación de la climatización del agua caliente en las viviendas, sobre todo unifamiliares».
Uriarte menciona el metro porque puede sonar más llamativo, pero ellos se centran en todo lo que va soterrado. «Es donde hay fluidos que permanecen a una temperatura más o menos estable. Como el garaje de tu casa o el sótano. Depende de la profundidad, pero esas son las características». Por ejemplo, con la red de agua sanitaria se mantiene todo el año los mismos grados, sin importar el clima externo.
Esto afecta más a ciertos lugares. «En buena parte del recorrido de los túneles de la M-30 se cuela muchísima cantidad de agua al día. Lo que podrían hacer es aprovecharla como recurso energético. Lo estamos esperando también para Matadero Madrid, la posibilidad de aprovechar el agua que normalmente está más o menos a 18 grados durante todo el año».
Impulsan la viabilidad de que el espacio «incluya en su mix energético los recursos que provienen del agua y el aire de los túneles de Madrid Calle 30 o la inclusión expresa de la energía procedente de las infraestructuras urbanas en el futuro Plan Energético de la Comunidad de Madrid- Horizonte 2030», según señalan en una nota de prensa. Ese programa se centra en la satisfacción de la demanda energética con altos niveles de seguridad y calidad en el suministro, (con el refuerzo de infraestructuras); también mejora de la eficiencia en el uso de la energía (para reducir el consumo en un 10%) y supone un incremento del 35% en la producción de energía renovable y por encima del 25% en la producción energética total.
Los beneficios del subsuelo
El planteamiento de la asociación es ahondar en la posibilidad de obtener beneficios del subsuelo. Cuentan con diversos elementos: un premio para valorar la innovación; un congreso anual e internacional o un aula en la que trabaja también la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) —creada para «promover la exploración y explotación del potencial de energía limpia y renovable del subsuelo urbano de Madrid»—.
Durante este curso uno de los proyectos educativos se dedicará a profundizar en la viabilidad de esta iniciativa emblemática en el entorno de la Puerta del Sol. En el anterior se reevaluó las posibilidades de climatizar una parte del complejo de la Casa del Lector, en Matadero Madrid que menciona el ingeniero. Sería con la «hidrotermia» procedente del agua drenada en uno de los pozos de bombeo de los túneles de Madrid Calle 30 (MC30). El análisis revela que el recurso hídrico de ese pozo es suficiente para abastecer toda la demanda de refrigeración y hasta el 85% de la demanda de calefacción de calle central de la Casa del Lector, según informaron en un comunicado.
Con respecto a los galardones, en diciembre concedieron su IV Premio anual a Distrito Castellana Norte (DCN). Esta es la principal entidad promotora del desarrollo urbanístico Madrid Nuevo Norte, y su objetivo es transformar una parte importante de la ciudad desde la estación de Chamartín hasta la M-40.
Lo que valoró la asociación fue «su decidida apuesta por la sostenibilidad, la eficiencia energética y la economía circular, recogida en sus marcos directores, y su labor innovadora en materia de aprovechamiento energético, reflejada en su participación en el proyecto europeo PROBONO», apuntalaron sobre el proyecto de descarbonización y regeneración urbana, financiado por la Comisión Europea y liderado por Acciona, en el que Madrid Subterra participa como miembro del Consejo Asesor. La iniciativa implica facilitar el desarrollo de un grupo de edificios en un área delimitada que presentan sinergias entre ellos. Por ejemplo, con el intercambio de energía entre los edificios, que consigue incrementar la autonomía y la eficiencia energéticas.
Un paso hacia la transición energética
Su labor cobra mayor peso por temas tan de actualidad como la sostenibilidad o el cambio climático. «Son palabras muy repetidas que, unidas a nuestras ideas pueden atraer al sector privado, para que se dé cuenta de que pueden hacer infraestructuras de este tipo. No es gastar por gastar: se trata de ahorrar energía». Lo hacen para ayudar la transición energética verde en la ciudad y para generar innovación con el esfuerzo de jóvenes talentos universitarios a los que apoya en su trabajo de final de Grado o Máster.
Además, el sistema que plantean es igual de efectivo que el que puede tener cualquier hogar. «La mayoría de la gente tienen calderas de gas o sistemas centralizados autónomos, con eso tú calientas agua o va por radiadores. Dar la calefacción es lo mismo que esto. Lo que pasa es que son sistemas de menor temperatura y, por lo tanto, más eficientes. Realmente no se necesita llegar a más de 60 grados».
Se aprovecha el recurso que se tira, el sobrante, porque actualmente es un residuo invisible que va al aire. El gerente incide en que en las ciudades la temperatura se retiene por el asfalto o el hormigón y es como si no se lograra evacuar. «La gente, los vehículos, todo se queda. La urbe de siempre tiene una temperatura mayor, es lo que se llama isla de calor».
Se puede evitar con el aprovechamiento de nuevas tecnologías. «Con el consumo de otras energías podemos prescindir de combustibles fósiles como el gas natural y de paso se evitan emisiones de CO2», apuntilla, con esperanza.
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