Crisis
Vía libre a Ayuso para la presidencia del PP de Madrid
La dirección regional del PP llama a sus sedes en los municipios para que se abstengan de organizar actos de apoyo a Ayuso. El distrito al que está afiliado Casado le pide la dimisión
«Lo que importa es el partido porque la presidencia (del PP madrileño) es de ella», comentaban ayer dirigentes de distintas agrupaciones del PP. Pero ayer lo urgente no era tanto si Isabel Díaz Ayuso iba a conseguir la presidencia del PP regional y tomar las riendas en una situación como el actual como acabar con el «bochornoso espectáculo» que el partido estaba dando y evitar el desangrado en unos momentos clave en los que se esperaba que el PP estuviera más fuerte que nunca para frenar a Pedro Sánchez. Lo cierto es que entre el cúmulo de noticias que se fueron precipitando a lo largo de la tarde noche, todo el PP madrileño daba por sentado que la principal aspiración política de Díaz Ayuso de los últimos meses, como es conseguir la presidencia del partido en la Comunidad, se da ya por lograda después de que el principal muro de contención haya quedado dinamitado.
Tampoco se espera a estas alturas que ningún otro miembro del partido aspire a competir con una lideresa que arrastra masas tanto dentro como fuera de la Comunidad de Madrid. Así que ahora más que nunca el camino hacia la presidencia del partido queda expedito para la que los miembros del partido llamaban ayer la Eva Perón madrileña, que ayer todavía se resentía del golpe recibido de la dirección nacional: «Me han robado la presunción de inocencia, a mi familia el anonimato y a mi equipo tantas horas de trabajo honrado y serio».
Desde el entorno de Ayuso consideran que lo prioritario en estos momentos es resolver la situación del partido a nivel nacional, pero tienen claro que los obstáculos que hasta ahora tenía la presidencia han quedado removidos y confían incluso en la posibilidad de que el congreso regional pueda adelantarse de fecha por la precipitación de los acontecimientos.
Entre los afines de Ayuso es sabido que la presidenta madrileña sigue contando con el mismo apoyo de las bases que en las pasadas elecciones, «o incluso más aún», aseguran fuentes populares. Y más en un año preelectoral en el que los populares están dispuestos a pelear por no perder posiciones.
En medio de la indignación y el estupor, aún se tomaba con sorna el «espectáculo» entre los cargos populares afines a Ayuso. «Ha caído Murcia», saltaban los mensajes entre miembros del PP madrileño en relación a la situación de García Egea. Y luego está «El sexto sentido», el apelativo que se dio a Pablo Casado y que rebotaba de mensaje en mensaje sobre la última hora de los populares en referencia a la famosa película que fue estrenada en España el año 2000 y que tiene como protagonista a Bruce Willis para referirse a él como la persona que «está muerta pero no lo sabe».
Entre los afiliados del PP de Madrid la indignación y preocupación ayer era máxima ante lo que consideran una «compleja e incomprensible situación» en el partido. En concreto, el Comité Ejecutivo del PP del Distrito de Salamanca, que cuenta con 5.000 afiliados, el más numeroso de toda España y al que pertenece precisamente Pablo Casado, le pidió ayer que pusiera su cargo a disposición del partido «por su mala gestión al frente de esta crisis». Consideran que se han antepuesto las disputas internas frente al interés general y culpan a Casado de haber dudado de la dignidad, honorabilidad y honradez de cargos del partido, como Isabel Díaz Ayuso. El Comité Ejecutivo del distrito reivindicó los principios y valores del partido en un momento tan crítico y avaló la gestión de la presidenta regional y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, que «han situado a ambas administraciones a la cabeza de España. Ni nuestros votantes ni nuestros afiliados merecen el bochornoso espectáculo que estamos dando», decían con indignación.
Lo preocupante de la situación es que muchos votantes del PP avisaban en los diferentes distritos de que o Casado se marchaba de la presidencia del partido o abandonaban el PP. Y el destino está claro: Vox.
Llamadas del partido
La indignación ayer cundió dentro del partido cuando se supo que desde la dirección regional del partido se hicieron algunas llamadas telefónicas a las sedes del partido en los municipios de la Comunidad de Madrid para que se abstuviesen de celebrar actos de ningún tipo que supusiera un apoyo expreso a Ayuso. La orden era que cesase cualquier actividad del partido, mesas informativas o incluso comités ejecutivos, según confirmaron fuentes del PP conocedoras de la situación. «La intención era poner sordina a todo lo que estaba pasando», aseguran fuentes populares.
Aunque estas llamadas no se produjeron por igual en todas las sedes., especialmente en las afines a Ayuso. Fuentes del PP en el distrito de Salamanca, que preside Jorge Rodrigo, aseguraron que no habían recibido llamada alguna. Tampoco en el distrito de San Blas-Canillejas, donde su presidente, Carlos Díaz Pache, convocó el lunes un Comité Ejecutivo abierto para abordar la «complicada situación», donde el apoyo a la presidenta fue explícito.
Miembros del partido aseguran, no obstante, que el terremoto político «era un cambio necesario». Entre otras cosas porque Pablo Casado «no calaba y eso que en el partido le hemos dado mucho cariño». Pero lo cierto es que el asunto de la presidencia del partido en Madrid y su obstinación por no dejar que Díaz Ayuso cumpliese sus pretensiones «fue un asunto que acabó enquistándose y las cosas no se han hecho bien».
Ahora que también Ángel Carromero, hasta hace pocos días Coordinador de la Alcaldía en el Ayuntamiento de la capital, también ha dimitido de su cargo por el supuesto espionaje a Ayuso, en el PP todos se apresuran a asegurar que «todo el mundo ya sabía que para Martínez-Almeida iba a resultar un problema. Y él se lo impuso Pablo Casado».
Así las cosas, la izquierda sigue intentando estrechar el cerco y tomar posiciones emprendiendo acciones para tratar de conseguir que se ahonde en los contratos del hermano de Díaz Ayuso. Más Madrid, Podemos y PSOE hoy ampliarán la denuncia que pusieron hace unos días ante la Fiscalía. La portavoz de Podemos, Carolina Alonso, ha pedido una auditoría externa. Pero la izquierda encuentra un muro en la Asamblea, donde no prospera ninguno de sus intentos.
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