Transportes

Este es el metro de Europa más accesible para personas con discapacidad visual

El suburbano prevé que el 84% de las estaciones estén adaptadas en 2028

Una mujer invidente en la estación de metro Sevilla posa con una guía de braille del metro de Madrid
Una mujer invidente en la estación de metro Sevilla posa con una guía de braille del metro de MadridAlberto R. RoldánLa Razón

Junto a su perro guía, Antonio Pereña es usuario de Metro habitual. Tiene una discapacidad visual y, desde Moratalaz se desplaza cada día por el que puede presumir de ser el mejor metro de Europa gracias a elementos del mobiliario que para muchos pasan desapercibidos, pero que para quienes los necesitan son imprescindibles, agilizan su movilidad, les ahorra tiempo y les aporta seguridad. Son señalizaciones como los rosetones del suelo, que indican que se pueden tomar distintas direcciones, bifurcaciones y pasillos. «Nos ayudan especialmente en lugares diáfanos donde no hay elementos orientativos ni paredes próximas que nos guíen», apunta Antonio en entrevista con LA RAZÓN, que destaca que hasta su perro guía se ha acostumbrado ya a los elementos del suelo.

Para Antonio es igualmente imprescindible la locución que anuncia las paradas cuando viaja y apunta que, a veces, echa de menos más herramientas para la accesibilidad en Renfe, pues muchas veces pasan varios trenes por una misma vía y para las personas con discapacidad visual puede suponer un auténtico caos en caso de no anunciarse claramente por megafonía, aunque hay muchas más herramientas.

Señalización sonora

«Que los andenes estén marcados con un pavimento podotáctil es fundamental para evitar riesgos, da una seguridad increíble, como marcar embarques y desembarques de escaleras físicas o los encaminamientos, que sirven para llevar a puntos concretos dentro de la estación, como billeteros», explica Fátima Peinado, jefa de Servicios Sociales de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (Once) en Madrid. Últimamente se han incorporado también llamadas de atención que señalan dónde se encuentra la cabeza del tren y dónde la cola en los propios andenes, algo que puede ayudar a las personas con discapacidad visual a ahorrar tiempo y utilizar el uso del espacio público. Más antigua es la señalización en braille en el interior de los pasamanos de las escaleras fijas, que recuerdan hacia qué línea se está dirigiendo el usuario.

Gracias a herramientas como las citadas, el suburbano madrileño aspira a alcanzar en 2028 el porcentaje de un 84% de las estaciones completamente accesibles, una cifra que en la actualidad asciende a un 68%. Y, precisamente, en aras de potenciar esa accesibilidad, el Gobierno regional ha presentado, en colaboración con Once, la primera guía en braille de Metro. Cada línea se asocia a un color, CT significa cambio de tren... estos son algunos de los códigos de la guía, disponible para los 10.000 afiliados a Once, y se espera que valga durante varios años, pues ahora mismo no se proyecta construir ninguna estación nueva.

Pese a lo grueso que pueda parecer el documento, se trata de un diseño bastante manejable para ser en braille, un sistema de lectoescritura que ocupa mucho más que el método tradicional o normativo. «Para nosotros no existen libros de bolsillo», bromea Antonio. Tanto es así, que el área bibliográfica de Once, encargada de adaptar, por ejemplo, los libros de texto cada año, comenta que están traduciendo un ejemplar de «El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha» de Miguel de Cervantes y tiene ya unos 14 tomos.

La guía, sin embargo, consta de una única pieza y facilita que los usuarios puedan ver rápidamente las estaciones que hay entre una parada y otra, las distintas correspondencias o las posibilidades de transbordos en caso de que hagan un trayecto por primera vez, de que no escuchen la megafonía o de que simplemente se despisten durante el viaje.

De cara al futuro y también en colaboración con Once, desde la Consejería de Transportes e Infraestructuras se trabaja en un plano sonoro que actualizará el catálogo de líneas en mp3 alojado en la página web del suburbano y prevé abordar, a lo largo del próximo año, la optimización de la aplicación oficial para personas ciegas. Por otro lado, se espera impulsar próximamente Pulse, un dispositivo que permitirá a las personas invidentes llamar al ascensor con una aplicación instalada en el móvil para controlar la botonera desde el dispositivo. Propuesta por Once, esta iniciativa se postula como una solución universal, compatible con todos los tipos de elevadores y cuya viabilidad y operatividad podrá ser testada en la estación de Duque de Pastrana, la más cercana al nuevo centro que prevé levantar la organización en la superficie y que será su centro de referencia.

Trabajos de adaptación

Según ha anunciado la Comunidad de Madrid, tras finalizar los trabajos de adaptación de Duque de Pastrana, algo previsto para 2024, además de las escaleras mecánicas y los ascensores; los viajeros con movilidad reducida también encontrarán sistemas de apertura fácil en puertas, tiras antideslizantes en escaleras fijas, etiquetas braille en los pasamanos, señalización de elementos de accesibilidad, pasamanos a doble altura, interfonos de comunicación adaptados y pavimentos de tacto visual cerámico para facilitar los desplazamientos.

Por último, la estación será tematizada con un diseño cargado de mensajes dirigidos a sensibilizar y ofrecer recomendaciones para que la interacción con personas con discapacidad visual, fuera y dentro de la red de Metro, sea natural y espontánea, para demostrar que las necesidades de este colectivo no difieren de las que tiene cualquier persona.