Acuerdo

Pacto en Cibeles para cambiar los servicios sociales después de 40 años

El Pleno aprueba un nuevo modelo que busca reducir la burocracia y mejorar la atención a mayores y jóvenes

Centro de Teleasistencia coordenado con el Ayuntamiento de Madrid
Centro de Teleasistencia coordenado con el Ayuntamiento de MadridCIPRIANO PASTRANOCIPRIANO PASTRANO

Hoy, previsiblemente, a última hora de la tarde, el Pleno ordinario del Ayuntamiento de Madrid vivirá uno de esos instantes insólitos no ya solo en el Palacio de Cibeles, sino en cualquier foro en el que se crucen políticos de ideologías de distinto signo: un momento de consenso total. Además de discutir sobre la efectividad de la Ordenanza de Terrazas y la legalidad de colocar la bandera del arcoiris en el Ayuntamiento con motivo de las fiestas del Orgullo, PP, Cs, Vox, Más Madrid y PSOE presentarán, de forma conjunta, el punto número 47: aprobar definitivamente los Acuerdos por un Nuevo Sistema Público de Servicios Sociales de la Ciudad de Madrid. Es de los pocos puntos de los cuales podemos decir, casi con total seguridad, que saldrá adelante. No en vano, así se adoptó en los Acuerdos de la Villa, aprobados hace ahora dos años con motivo de la alerta sanitaria.

¿Qué supondrá este acuerdo municipal? Básicamente, poner al día el modelo de los servicios sociales de la capital, a través de 21 epígrafes y las 114 medidas que se incluyen en los mismos. Un sistema, el actual, que, como recuerda Pepe Aniorte (Cs), delegado del Área de Familias, Igualdad y Bienestar Social, «no se ha tocado» en los últimos cuarenta años. «Los retos han cambiado mucho desde los años ochenta. Por eso, llevamos año y medio colaborando con 500 profesionales de servicios sociales, sindicatos, usuarios y el Tercer Sector. Y se ha llegado a una unanimidad. De hecho, se presenta en el Pleno como una iniciativa común. Es algo histórico», aseguró ayer el delegado.

Así, tras su esperada aprobación hoy, se elaborará un plan estratégico a finales del presente año, con el objetivo de que se ponga en práctica a lo largo de 2023.

Agilidad y rapidez

Hay una serie de grupos sobre los que actúan los servicios municipales principalmente: las personas mayores, a través de servicios como los de Teleasistencia o Ayuda a Domicilio; familias con dificultades económicas; jóvenes en situación de vulnerabilidad, personas con discapacidad y niños víctimas de la violencia de género. A la hora de asistir a estos grupos, surgen dos grandes barreras: atenderlos de forma rápida y hacerlo de manera más particularizada. Y se trata de una misión especialmente acuciante en lo que respecta a los mayores, ya que se trata de un colectivo cada vez más amplio, tal y como corresponde a uno de los países más envejecidos del mundo. Para lograr este objetivo se pondrá especial empeño en un punto: la reducción de la burocracia.

A tal fin, el nuevo modelo «liberará» a los trabajadores sociales de trámites burocráticos que, actualmente, llevan a cabo, de forma que podrán dedicar más y mejor tiempo a los usuarios. De esta forma, se potenciarán las llamadas Unidades de Valoración y Tramitación de Prestaciones (UVATs). Estas unidades comenzaron a ponerse en marcha con la Tarjeta Familias, que es la prestación económica creada por el Consistorio para cubrir las necesidades de alimentación e higiene de hogares vulnerables. Así, a partir de ahora, una serie de equipos auxiliares se encargarán de comprobar que los beneficiarios cumplen los requisitos, en lugar de los trabajadores sociales, que podrán centrarse en una intervención más directa. Según estiman desde Bienestar Social, esta medida supondrá que estos profesionales dediquen un 50% más de su tiempo de forma efectiva a los hogares que lo necesitan.

Con vistas a mejorar la prevención, también se impulsarán programas ya en funcionamiento, como No Second Night («Ni Una Noche Más»). Se trata de un programa de atención temprana a mujeres sin hogar, que, el pasado año, dobló el número de plazas, convirtiéndose así en un recurso permanente dentro de la nueva estrategia de atención al sinhogarismo por parte de Cibeles.

Otra de las novedades será que, en cada uno de los barrios de los 21 distritos de Madrid, habrá al menos una Unidad de Trabajo Social (UTS), formada por tres profesionales especializados en Familia e Infancia, Mayores e Inclusión, más un coordinador del grupo. Se trata de una fórmula que ya se puso en marcha en zonas como Arganzuela, Salamanca y Villaverde. Entre otras labores, estarán encargados de «detectar» aquellos casos de soledad no deseada en personas mayores que puedan darse en el barrio.

Por otro lado, y con vistas a alcanzar una atención multidisciplinar, otra de las metas será la incorporación de nuevos perfiles profesionales a la Atención Social Primaria, como el del psicólogo, educador social, auxiliar de servicios sociales, técnico de gestión, administrativo y auxiliar administrativo. Para ello, se barajan nuevas ofertas de empleo público, algo que se deberá acordar con el Área de Hacienda y Personal que preside Engracia Hidalgo (PP). No en vano, uno de los problemas detectados es que, en la actualidad, no existe un trabajo interdisciplinar propio: solo a través de contratación externa. Algo que desde Bienestar Social quieren evitar.

En lo que se refiere a la organización del trabajo de los funcionarios de Servicios Sociales, también se avecinan cambios. Así, se creará un turno único –cuatro mañanas y una tarde a la semana, de lunes a jueves–, de forma que estos profesionales puedan adaptarse a las necesidades de los posibles beneficiarios. Y es que, según el diagnóstico realizado por el Consistorio, los actuales dos turnos –mañana y tarde– «dificultan el trabajo en equipo y la integralidad de las atenciones familiares, así como la coordinación con otras instituciones». Además, «la ciudadanía demanda poder ser atendida en ambas franjas horarias» y «por el mismo profesional» si es posible.

Menos despachos

Del mismo modo, el «trabajo de despacho» de los funcionarios experimentará cambios. Aniorte ha señalado como modelo a seguir el nuevo Centro de Servicios Sociales que se está edificando en el distrito de San Blas Canillejas, y que contará con una superficie construida de 2.230 m2, así como un diseño dispuesto en torno a un patio central. Se trata de un nuevo concepto en el que gran parte de los despachos específicos para los trabajadores desaparecerán. En su lugar, estas salas estarán más enfocadas a los usuarios, dependiendo de sus circunstancias y los problemas particulares que presenten.

Por último, uno de los acuerdos firmados por todos los grupos es el de «seguir incorporando el criterio de igualdad efectiva entre hombres y mujeres», así como «mejorar la atención que se presta a casos de violencia de pareja y ex pareja, trata, explotación y violencia sexual». Por ello, se incluirán este tipo de situaciones dentro de la especialización previa por parte de la Atención Social Primaria. Una demanda que, a tenor del aumento de casos, es ahora más necesaria que nunca.