Protesta

Doble rasero para poder manifestarse ante el Congreso de los Diputados

Delegación del Gobierno autorizó la concentración de un grupo memorialista, pero desplazó calle abajo a otro contrario el día antes

Protesta contra la Ley de Memoria Democrática en el Congreso
Protesta contra la Ley de Memoria Democrática en el CongresoLa RazónLa Razón

La Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica pidió concentrarse frente al Congreso para protestar contra la Ley de Memoria Democrática un día antes de su aprobación en la Cámara Baja, el pasado 13 de julio. El Encuentro de Asociaciones de Memoria y Víctimas del Franquismo había solicitado permiso para situarse en el mismo sitio al día siguiente, aunque esta vez para apoyar la norma que iba a recibir el visto bueno de las Cortes.

Sin embargo, tomado conocimiento de ambas comunicaciones por la Delegación del Gobierno –no se requiere autorización para celebrar concentraciones sino una comunicación previa, según la Ley Orgánica 9/1983– el desarrollo de los acontecimientos fue muy distinto en el caso de las reuniones que finalmente tuvieron lugar.

La Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica denuncia que Delegación de Gobierno les ubicó «en la Plaza de las Cortes, en el espacio comprendido entre la Plaza de Cánovas del Castillo y la confluencia de las Calles Duque de Medinaceli y Marqués de Cubas con la Plaza de las Cortes», frente al Hotel Palace, unos metros más abajo del puesto que deseaban. «Pero es que la Policía», afirman estas fuentes, «cuando llegamos una hora antes ya nos estaban empujando», y «nos dimos cuenta de que nos habían dado el cambiazo». Les «echaron», aseguran, «argumentando que en día de pleno no podían estar frente al Congreso, porque no están autorizadas manifestaciones reivindicativas». «Un engaño, porque aunque sí lo había, también se celebró al día siguiente, y no se impidió la otra protesta», según la entidad, que además se reunió por la tarde, «para evitar el calor», y que explica ese proceder en que «no querían darnos visibilidad ni protagonismo aunque en ese momento ni siquiera estuvieran ya reunidos los diputados en la Cámara Baja».

Para el día 14, la delegación gubernamental permitió la concentración de signo contrario «en la zona peatonal de la Plaza de Las Cortes que se encuentra frente al Congreso (junto a la estatua de Miguel de Cervantes)», lo que ha indignado a quienes querían haber ejercido su derecho a manifestarse en ese mismo lugar. Máxime teniendo en cuenta que la otra concentración fue incluso más numerosa.

Los manifestantes a los que Delegación del Gobierno permitió concentrarse delante de la Cámara Baja
Los manifestantes a los que Delegación del Gobierno permitió concentrarse delante de la Cámara BajaEfeLa Razón

«Los memorialistas se concentraron delante» del Congreso «justo cuando se votaba» la Ley de Memoria, «lo que denota un trato de favor y discriminatorio», lamentan desde la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica. «El mismo día y además insultando al Tribunal Supremo», como se escucha en una grabación de esa mañana en la que los participantes corean: «Todo huele mal en ese tribunal».

La entidad, que se siente agraviada por este episodio, tiene en su poder la notificación de ambas manifestaciones –la contraria obtenida tras una reclamación en base a la Ley de Transparencia–, y ha constatado cómo «pidiendo exactamente lo mismo, a nosotros nos bajaron a un rincón, junto al Palace, y a ellos, en un día de pleno, les permitieron lo que a nosotros nos negaron». Se trata, según estas fuentes, de «un trato absolutamente discriminatorio por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid», por lo que en estos momentos estudian «una querella criminal» contra su titular, Mercedes González.

Este modo de actuar «acredita los privilegios de los memorialistas por parte del poder, y un uso arbitrario del ejercicio de los derechos fundamentales, lo que constituye una quiebra del Estado de Derecho», lamenta la Asociación por la Reconciliación. «No es lo mismo concentrarse ante las Cortes que en una esquina, a 40 grados y con la Policía empujándote», afirma uno de los presentes aquel día en Madrid.

Uno de los objetivos de esta entidad era además homenajear a José Calvo Sotelo, el líder de la oposición derechista en 1936, para quien se pidió un busto en el Congreso «como diputado asesinado aquella misma noche de 86 años atrás».