Opinión

Pero es que por favor

Cayetana, activista de la cultura y de la corrección gramatical, porque no se puede ser otra cosa si has mamado arte y talento desde la cuna

Cayetana Guillén Cuervo
Cayetana Guillén CuervoEfe

En las calles de Plasencia ha nacido el contubernio definitivo. Porque ya está bien. La gran Cayetana Guillén Cuervo no podía con su indignación: «¿Es que nadie va a conjugar bien el imperativo?», nos decía al escritor Javier Menéndez Flores y a mí, agarrándonos del brazo (que es como se dicen las cosas importantes, enfatizando con aferre) y subiéndose las gafas de sol, mostrando esos ojazos que no mienten porque no saben. «Acordaros», le dijo una camarera (bloqueada). «Poneros aquí», nos dijo alguien (bloqueado). «Moveros». Yo así no me muevo (bloqueada).

Hemos fundado la New RAE porque urge. Con un par. Porque alguien tiene que velar por la coma del vocativo, pelearse por la tilde de guión, encargarse de que jamás se acepte la «n» final para el así. Tranquilos todos. Aquí estamos nosotros. Cayetana, activista de la cultura y de la corrección gramatical, porque no se puede ser otra cosa si has mamado arte y talento desde la cuna, si respetas tus raíces y amas al prójimo, disertaba sobre eso rodeada de estrellones como ella misma: Jorge Sanz, Ariel Rot, Ana Belén, Nacho Vegas, Ana Barriga, María José Solano… Plasencia, llena de arte y de letras, es también cuna de una promesa: la de supervisar que se conjugue bien el imperativo, sin «infinitear». Sin meter una «r» donde no va, porque no le toca. Ni por desidia ni por comodidad, mucho menos por mala fe. Ni pensar en el desconocimiento. Sellamos con cervezas y abrazos el pacto y lo que se rubrica en Plasencia va a misa. No en vano, mientras nombran obispo con una mano, con la otra miman la cultura. Y eso no se paga con dinero. «Subiros», nos dice alguien de la organización. Cayetana se gira, rumbosa, se levanta las gafas y dice: «Pero es que por favor». Mira, no. Block.