Fuera de plano
Ayuso le hace un “ghosting” a Colau y los de Ciudadanos abandonan el grupo
Empieza a haber codazos por sobresalir en Cibeles aunque sea con una mediocre intervención en el Pleno para que le llegue a Ayuso
La semana en la que Isabel Díaz Ayuso se lanza a la cooperación internacional y a la conquista del turismo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se graba un vídeo desafiando a la presidenta de Madrid a debatir con ella. La regidora quiso buscar el protagonismo que otorga un rifirrafe con Ayuso y animó a sus seguidores en TikTok a viralizar su oferta para discutir con la lideresa de la que, dice, «habla mal de Barcelona». No ha tenido suerte en su intento por desviar la atención sobre los innumerables problemas judiciales y de gestión que la acorralan. La popular ha evitado blanquearle la imagen y le ha hecho luz de gas, lo que en estos tiempos digitales es un «ghosting». Frente a la turismofobia de Colau, Ayuso y su equipo han ofrecido en Lisboa y Nueva York seguridad jurídica, más hoteles en la capital, el crecimiento de Barajas y el fortalecimiento de la oferta de ocio y comercial.
Cuenta la alcaldesa las bondades de su gestión en Barcelona y omite que la ciudad es referente mundial de la okupación. No es un dato para sacar pecho en la semana en que los jueces de la Audiencia de Madrid acuerdan aceptar el desalojo cautelar ante los casos de ocupación.
Por más que el ejército tuitero de Colau se ha empeñado, Ayuso ha preferido ignorarla, con más desdén que el de Sofía Miranda a Begoña Villacís. La concejal de Ciudadanos ha anunciado que deja su cargo. No ha sido la única. El concejal Ángel Niño también ha presentado su dimisión.
Esta semana, los naranjas han tenido su semana más convulsa en el Ayuntamiento de Madrid. Por mucho que Villacís difunda que ella está por encima de la marca Ciudadanos y que las encuestas internas le dan la razón, en su equipo no lo ven claro. Los que no han dimitido están a la espera de que otra formación les garantice un puesto en la siguiente legislatura.
Concejales de la vicealcaldesa hacen y dicen una cosa y su contraria en función de si los corrillos son del PP, de Vox o de Ciudadanos. Alguno actúa sutilmente a la espera de una OPA que le mantenga cuatro años más con cargo, aunque sea como director general, un movimiento redondo que no verían con buenos ojos los empresarios madrileños.
Los despachos de Cibeles son un hervidero de meritorios a las puertas de la elaboración de las listas electorales. Hay codazos por sobresalir aunque sea con una mediocre intervención en el Pleno para que le llegue a Ayuso. En la semana volcánica en el Congreso a cuenta de la Ley de Irene Montero, son muchos los «extra» del PP de Madrid que se han apresurado a recordar los insultos a la presidenta. Y es que no hay más cohesión en torno al líder que antes de unas elecciones que se prevén ganadas. Tanto, que se excluyen otros asuntos de la agenda, como la negativa del ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, de retractarse de sus críticas a la Policía Municipal.
La Unión de Policía Municipal (UPM) continuará con la querella y pedirá al Ayuntamiento que se persone en la causa como acusación popular para defender a «sus policías», después de que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, no acudiera al acto de conciliación al que fue invitado por los agentes.
El ex líder de Podemos pronunció las palabras contra la Policía cuando el Tribunal Superior de Justicia de Madrid suspendió la pena contra Isa Serra por atentado a la autoridad durante una protesta para frenar un desahucio en 2014. Entonces dijo: «Isa Serra insultó a una policía municipal, la llamó zorra, le tiró del pelo, arrojó también varias piedras y varias botellas contra los agentes y quemó dos o tres contenedores de basura. ¿Cómo fue posible que no la detuvieran? Pues básicamente porque los policías municipales de Madrid no valen ni para eso». Argumentó que lo dijo en tono de humor. Es la práctica de la Casa: maquillar los insultos y las acusaciones con ironía chunga. Que se lo digan a Pablo Echenique, defensor de Montero acusando al PP de «promover la cultura de la violación» cuando él cantaba «Chúpame la minga, Dominga, que tiene sustancia». Entonces, Tania Sánchez, no pareció ofenderse por aquel tuit, hoy borrado. La que renegó de Podemos, abandona la política. Tras participar en el hundimiento de IU y negar su ingreso en la formación de Iglesias, se pasó a las filas moradas para aterrizar luego en Más Madrid. Tres partidos en menos de una década. Mónica García, candidata del partido de Íñigo Errejón a la Comunidad, suma otra baja. De ahí que se haya apresurado a oficializar su candidatura, no vaya a ser que se quede sin compañeros para acudir a las movilizaciones contra Ayuso a cuenta de la sanidad madrileña.
Los médicos continúan la huelga que comenzó el 21 de noviembre. Pese a las medidas anunciadas por la presidenta, los sindicatos las consideran papel mojado si no cuentan con presupuesto. Por eso, aprovecharon el Pleno de la Asamblea para manifestarse, el día que la líder de Vox, Rocío Monasterio, anuncia que no apoyará los presupuestos del Ejecutivo si, entre otras medidas, no se eliminan las subvenciones a los sindicatos. A las puertas de la Cámara, también protestaban por esto.
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