Teatro

«Historia de una maestra»: el respeto por una profesión digna

Un momento de la representación
Un momento de la representaciónJuan Gabriel SanzTeatro Fernán Gómez

Hija y nieta de maestras, Josefina Aldecoa vivió dedicada a la enseñanza y a la literatura, convencida de la importancia de la educación en cualquier época histórica. La enseñanza fue su vida, su vocación y su compromiso. En 1990 publicó «Historia de una maestra», un homenaje a su madre y un reconocimiento a la mujer de la Segunda República que se dedicaba a la enseñanza, además de un manifiesto de su ideal educativo. En ella, Gabriela López rememora su experiencia en los años veinte, desde que en 1923 recoge su título de maestra hasta el comienzo de la Guerra Civil, un sueño que la llevará a trabajar en varias escuelas rurales en España y Guinea Ecuatorial, un recorrido que refleja aquella época de pobreza, ignorancia y opresión, y el importante papel que jugaron la enseñanza y todos aquellos maestros y maestras que lucharon contra los elementos por educar un país. Mujeres que trabajaban fuera de casa en una sociedad patriarcal destinadas a zonas rurales donde la mentalidad era aún más cerrada y se juzgaba su vida, especialmente si estaban solteras.

Paula Llorens, actriz y dramaturga valenciana, leyó la novela muy joven y quedó fascinada. «La tengo en mi estantería como una de mis novelas preferidas», comenta. Su nuevo encuentro con ella fue en la RESAD, en Madrid, estudiando Arte Dramático. «Fue en la asignatura de adaptar material narrativo al teatro, pensé en ella, la releí y lo propuse, aunque en principio nadie elige una novela para adaptar porque es un material inabarcable, pero me empeciné, lo hice y al salir de la escuela seguía con la idea en mi cabeza –explica-. El paso posterior fue contactar con la hija de Josefina, a ella le encantó el proyecto, le pareció un preciso homenaje a la figura de su madre y a su obra, hecho con mucho amor y respeto y una forma de seguir difundiendo la novela entre la gente que aún no la conozca». Ahora, después de girar por toda España, y ser candidata a los Max 2019 como mejor espectáculo revelación y mejor adaptación teatral, estará en el Teatro Fernán Gómez de Madrid hasta el 5 de febrero, coincidiendo con su representación número 100, interpretada por la propia Paula Llorens y dirigida por Gemma Miralles.

Un aspecto al que se enfrentaba la dramaturga era cómo plantear su puesta en escena. «Hacerla como monólogo fue una elección, porque podría haberla hecho con varios intérpretes, elegí una sola actriz porque creí que era la forma más fiel a la novela. Evidentemente, tiene muchos fragmentos representados y dialogados, en los que yo misma hago diferentes personajes, pero también tiene mucho de narración con una mujer en escena contando su pasado y su experiencia sobre cómo se enfrentaba a su reto. Un monólogo es más difícil y arriesgado que con actores –comenta la actriz-, te enfrentas sola a una hora y diez en el escenario, por eso, cuando empezamos a ensayar Gemma Miralles y yo tuvimos esto muy en cuenta, tenía que haber cambios continuos de ritmo, de objetos, de acción, de tono…que la hicieran dinámica, porque si no se corre el riesgo de aburrir».

Para Llorens, la pieza «es un homenaje a aquellos maestros, porque ejercer la profesión era ser un héroe, dedicaban prácticamente toda su vida a ella y apenas les alcanzaba para comer, les pagaban con los productos que cultivaban. Eran escuelas unitarias con niños y niñas de distintas edades mezclados, que apenas aprendían a leer, escribir, firmar y hacer cuentas». Por eso para ella, «es importante que sea una profesión vocacional. Yo siempre digo que si no hubiera sido actriz sería maestra, quisiera ser una Gabriela López, es decir, una mujer para la que la enseñanza es su vida y todo lo que vive lo pasa por ese filtro, pero lo triste es que siendo una labor tan fundamental, ser maestro siempre se ha valorado muy poco en España y así seguimos, creo que hemos retrocedido en el respeto a una profesión que trata con lo más delicado que tenemos, que son los niños», concluye.

Dónde: Teatro Fernán Gómez
Cuándo: hasta el 5 de febrero
Cuanto: 18 euros