Los alumnos de Móstoles que viajarán a Dallas para ser campeones del mundo de robótica

«A ningún niño le gusta estar durante horas en un pupitre escuchando y sin hacer nada», comentan algunos alumnos de primaria del colegio Nuestra Señora del Carmen en Móstoles. Este centro lleva años apostando por un modelo diferente e innovador, donde las matemáticas, la oratoria e, incluso, el inglés se imparten de manera práctica en una asignatura obligatoria: Robótica. Tal es su implicación que, este año, seis niños de quinto y sexto –Javier, Carmen, María Elena, Pablo, David y Rodrigo– han sido ganadores del concurso nacional de robótica organizado por la marca VEX. Ahora se preparan para la gran final internacional que se celebrará en Dallas (Texas) en mayo.

El reto al que se enfrentaron fue la construcción y programación desde cero de un robot. Los alumnos debían disparar y deslizar discos por un campo de juego para sumar puntos. Se valoró la exposición del proyecto ante un jurado, la autonomía de la máquina para obtener el mayor número de puntos, así como el trabajo en equipo, en función de la cooperación y respeto de sus integrantes. El equilibrio de todos estos puntos permitió a la candidatura mostoleña hacerse con el premio de la Excelencia y, con ello, el viaje a Estados Unidos en busca del galardón a nivel mundial. «El trabajo en equipo es fundamental, la Excelencia te la dan si hay compenetración. Son muchas horas donde se trabaja juntos. Como en este caso es una asignatura curricular los chavales tienen experiencia, llevan con ella desde pequeños en Infantil. Están preparados. Adquieren capacidades para resolver problemas, lograr acuerdos, compartir…», explica a LA RAZÓN el profesor de Robótica, David Rodríguez. Y añade el director pedagógico, Jesús Díaz: «También es bueno que, con las redecillas propias de un equipo, tengan un espíritu competitivo que les ayude a esforzarse».

VEX, Cubos de robot y Lego forman parte del plan de estudios. El desafío que organiza VEX puede parecer una mera construcción de un robot con el que jugar, pero en su desarrollo se abordan otras muchas materias, lo que lo convierte en un aprendizaje interdisciplinar: Matemáticas en programación, Plástica en el diseño y bocetos, Ciencias para conocer la potencia… Tal y como relata el director pedagógico, de la forma más simple se ven muchas otras enseñanzas involucradas. Y una muy importante, que es Lengua, ya que la expresión oral en la parte de defensa del proyecto es fundamental. «Más quisiera yo que en mis años de estudiante mi profesor me hubiese enseñado a través de una actividad tan lúdica», comenta Jesús. Los docentes confirman que, gracias a la experimentación, el alumno asimila mucho más. Además de una teoría imprescindible, aplicar el método científico lleva al estudiante a obtener mejores resultados y a estar motivado para el aprendizaje. Sobre todo, pensando en los trabajos más demandados de cara al futuro: «Ahora que el uso de las tecnologías está a la orden del día, que los niños ya nacen sabiendo, es muy cotidiano. Qué mejor manera que hacerlo desde el colegio. Sobre todo, fomentar el estudio de esas carreras que tantas salidas profesionales están desarrollando», destaca Jesús.

«Las ciencias, sin género»

Es muy bajo el porcentaje de niñas que aspiran a estudiar carreras relacionadas con las ciencias, como Arquitectura, las ingenierías o Matemáticas. Esta es una de las razones por las que estos docentes apuestan por un modelo educativo más transversal. El director desconoce las causas de esta brecha de género y subraya su intención de reducirla: «No sabemos por qué esto ocurre. Yo, como ingeniero, es verdad que en mi promoción destacaban los chicos. A la vista está, incluso en nuestro grupo, de seis niños solo dos son chicas. Quizá porque antes, tanto en Primaria o en el instituto, no se les ofrecía la oportunidad de adentrarse en ese mundo». Algo que, sin embargo, está cambiando: «Nosotros cada vez que vamos al campeonato de España vemos una mayor presencia de alumnas», cuenta el profesor de Robótica, acostumbrado a viajar cada año a este tipo de campeonatos.

Tras haberse impuesto en la competición nacional, los estudiantes se muestran muy orgullosos de su trabajo y de haber superado todas las fases del camino, dentro y fuera del aula. Ya lo demostraron en la final de Barcelona y ahora les queda hacerlo al otro lado del charco. Están a la espera de recibir algún tipo de ayuda que les facilite su viaje a Estados Unidos, que será el próximo mes de mayo: «Es una oportunidad única, es mucho dinero que no todos podemos costearnos. Sería una pena perdérnoslo», dice uno de los integrantes.

En la cita que acogerá la ciudad de Dallas estarán presentes países de todo el mundo. «A un chino no le hables de Lego, háblale de VEX. Las principales potencias del mundo como Japón o Estados Unidos utilizan VEX en sus diseños y construcciones de robótica. En Europa es cierto que está muy extendido Lego. También van países africanos, el año pasado coincidimos con Somalia», asegura David, profesor de la asignatura.