Ir de brunch, un plan que no pasa de moda y sigue sorprendiendo

Grupeta Bar nace como el espíritu del ciclismo en un bar de barrio, concretamente de la pasión de dos amigos por el ciclismo y la comunidad que lo rodea. Cuenta Manuel Verdejo, su CEO, que hace tres años, emprendieron la aventura de abrir una tienda de bicicletas donde la comunidad era esencial. Este proyecto evolucionó hasta convertirse en Grupeta, un bar que busca revivir el concepto tradicional del bar de barrio adaptándolo a los tiempos actuales. Es un espacio que permanece activo durante todo el día, ofreciendo desde desayunos y brunch hasta aperitivos, menús del día y copas por la noche.

La carta de Grupeta es un reflejo de su filosofía «inclusiva». Han logrado combinar platos modernos, como la popular tostada de aguacate, con opciones más tradicionales, como el clásico pincho de tortilla. Esta diversidad permite que cualquier persona, independientemente de sus preferencias culinarias, encuentre algo que sea de su gusto.

La influencia del ciclismo en Grupeta es notable. Al ser una extensión de Dog Days, su tienda de bicicletas, el bar incorpora numerosos guiños a este deporte tanto en su decoración como en su menú. Platos inspirados en viajes ciclistas, como las tablas de embutidos típicas del norte de Italia o las fondues que evocan el Pirineo francés, son ejemplos de cómo el ciclismo y la gastronomía se entrelazan en este espacio.

De cara al futuro, Grupeta se plantea retos ambiciosos para 2025. Buscan consolidarse como uno de los proyectos de restauración más prometedores de Madrid, adaptando su oferta a las demandas del público y manteniendo una constante evolución a través de colaboraciones, eventos y activaciones. Además, desean fomentar el ciclismo en la ciudad mediante charlas, colaboraciones con marcas y proyecciones de documentales.

Mazál Bagels es un pedazo de Nueva York en Madrid. Su historia es la de una búsqueda personal que se convirtió en un proyecto empresarial exitoso. En 2015, su fundadora, Tamara, originaria de Filadelfia, llegó a Madrid y se percató de la ausencia de auténticos bagels en la ciudad. Para alguien del noreste de Estados Unidos, un buen bagel es más que un alimento; es una tradición familiar y una conexión con el hogar. Esta necesidad la llevó a elaborar bagels en casa y compartirlos en redes sociales. Lo que comenzó como un hobby, se transformó en 2020 en una tienda física en Chamberí.

Cuenta Tamara que filosofía de Mazál Bagels se centra en ofrecer productos de alta calidad elaborados artesanalmente desde cero en su propio obrador. Buscan combinar la tradición de los bagels neoyorquinos con un toque personal que haga de cada visita una experiencia única. «La elaboración de cada bagel es un proceso meticuloso que incluye formado a mano, fermentación en frío y hervido antes de hornear, garantizando así la textura y el sabor característicos de un verdadero bagel». Por ello, fueron pioneros en Madrid al abrir un negocio de bagels al estilo de las «bagel shops», un compromiso con la tradición clave para su identidad de marca.

Su oferta incluye sabores clásicos como «everything», sésamo y amapola, así como opciones más especiales como jalapeño cheddar, canela y pasas, y za’atar. Además, complementan su carta con repostería americana, cafés con sabores variados y cócteles de desayuno menos conocidos en España, como el «screwdriver» y el «bloody mary». Aunque mantener un obrador propio implica mayores costos operativos, en Mazál Bagels consideran que es esencial para garantizar la calidad y autenticidad de sus productos. Controlar todo el proceso de producción, desde la receta hasta el horneado, les permite ofrecer a sus clientes un producto fresco y de excelencia. Los ingredientes son sencillos, pero el proceso de elaboración, que dura alrededor de 48 horas, es lo que marca la diferencia y asegura que cada bagel cumpla con las expectativas de sus clientes.

Entre los productos más demandados destacan el BEC (bagel, egg & cheese) y el bagel de salmón, clásicos que nunca pasan de moda. También han introducido opciones innovadoras como el Buffalo Chicken bagel, el Hot Pastrami bagel y el «con dos huevos», que han sido muy bien recibidas. Además, su versión americana de las torrijas españolas, el Challah French toast, es una delicia que no deja indiferente a nadie.

Cuadra es una panadería y cafetería de barrio ubicada en la calle Cardenal Cisneros 40, en el barrio de Malasaña. Este acogedor local ha ganado popularidad por su oferta gastronómica que combina tradición y modernidad. El espacio tiene forma de «U», con el obrador y la cocina en un lado, de donde emanan deliciosos aromas a croissant y mantequilla, y la zona de cafetería en el otro. Sus croissants, que han sido elogiados por su sabor y textura, se encuentran entre los más demandados, junto con su selección de panes de masa madre y otros productos de repostería. Además, complementan su carta con opciones saladas ideales para el brunch, como tostadas con aguacate, huevos revueltos y embutidos de calidad.