
Los lunes de los alcaldes
Carolina Folgueira, alcaldesa de Venturada: «Los papás hacemos de taxistas para que los niños se relacionen»
La regidora, que lidera la agrupación Independientes Venturada y gobierna con mayoría absoluta, dice que el principal problema del municipio es el transporte, al estar dividido por la autovía A-1

El municipio de Venturada, de unos 2.500 habitantes y ubicado a unos 60 kilómetros en coche de la capital, está partido en dos. La autovía A-1 y la n-304 dividen, por un lado, el casco urbano del pueblo, y por otro, la urbanización de Cotos de Monterrey. Si se quiere ir de una a otra, son 35 minutos caminando. A Cotos se mudó hace 19 años la hoy alcaldesa, Carolina Folgueira (Madrid, 1976). La regidora lidera el partido Independientes Venturada, que gobierna con mayoría absoluta (8 de 11 concejales).
Desde hace más de una década, la política municipal en Venturada ha estado en manos de agrupaciones vecinales. Carolina Folgueira entró en el Ayuntamiento en 2011 como concejala de Independientes de Monterrey, una candidatura impulsada por vecinos de la urbanización de Cotos. Durante ocho años, la alcaldía recayó primero en Daniel Caparrós y después en Daniel Álvarez, ambos del mismo grupo. En 2023, la candidatura se rebautizó como Independientes Venturada al incorporar perfiles del casco urbano, y Folgueira fue elegida como cabeza de lista. Aunque comenzó a estudiar Educación Infantil, no pudo terminar la carrera: «Tengo dos cursos y medio, pero las obligaciones familiares y laborales no me lo permitieron. Cuando desaparezca de la política quiero acabarla. Es una espinita que tengo».
¿Por qué en Venturada se tiende tanto a las agrupaciones municipales?
Sí, normalmente en otros municipios gobierna el PP o el PSOE. Aquí se vota a las personas. En nuestra agrupación hay gente de todo tipo: de Vox, de Podemos, de Izquierda Unida, del PSOE, del PP... No nos regimos por unas directrices de Madrid, sino por el bien común, porque somos vecinos y queremos lo mejor para nuestro pueblo. Cuanto mejor esté nuestro pueblo, mejor estamos nosotros.
¿Se imaginó algún día ser alcaldesa?
No, no, no. Lo que pasa es que es un mundo que te enamora y te cautiva. Es muy agradecido y también muy desagradable. Cuando haces las cosas bien, poca gente te lo dice, pero tú tienes ese sentimiento de que lo estás haciendo bien. En cambio, cuando lo haces mal, recibes muchas críticas. Entonces hay un enganche ahí con la política, que no es política como tal. Realmente aquí, en estos pueblos, no se hace política. Tú estás mirando por el bien de tus vecinos, y te da igual el color que tengan, a quién hayan votado. No es como en otros sitios donde si me has votado, bien, y si no, nada. Aquí es diferente: todos son vecinos y el bien es para todos.
¿Tenía algún proyecto prioritario para esta legislatura?
Pues sí, pero creo que no lo vamos a poder cumplir: que es la vivienda joven. Es un problema bastante recurrente en toda la sierra. Aquí en Venturada, casi todas las casas son unifamiliares, lo que hace que a un joven que acaba de empezar a trabajar le resulte muy complicado asentarse en su propio municipio, porque suelen costar más que un bloque de pisos.
Estamos tratando de hacer un avance del Plan General para destinar zonas a vivienda joven. Hemos optado a una subvención de la Comunidad de Madrid, a ver si es posible, en un pequeño terreno que tenemos, sacar cuatro viviendas. Pero se complica bastante. Sí que es algo que nos gustaría llevar a cabo, aunque los planes generales suelen tardar bastante.
Pero en esta legislatura no se construiría nada.
En un principio no. A no ser que la Comunidad de Madrid nos conceda la subvención, no podríamos construir nada, porque no hay más suelo que ese trocito de parcela.
¿Y ante esa situación, qué hacen los jóvenes aquí?
O se independizan muy, muy tarde o acaban marchándose a Madrid a vivir, porque aunque Madrid es caro, les resulta más económico. Cualquier alquiler en Madrid suele ser más barato que un chalet aquí en Venturada.
¿Qué servicios le pueden faltar al municipio?
Sobre todo nos falta transporte. Y ahora también pediatra. Pero el tema del pediatra sabemos que va por ratio de población: no cumplimos las tarjetas sanitarias todavía. Entonces tenemos que ir a San Agustín de Guadalix o El Molar, donde nos toque. Y el transporte es clave, porque para desarrollar tu vida laboral necesitas más horarios de autobuses. Venturada pueblo está más o menos bien comunicado, tiene autobuses cada hora. Pero Cotos de Monterrey a lo mejor tiene cinco al día. Así que casi todas las familias necesitan mínimo dos coches para poder vivir aquí.
¿Qué pueden hacer para mejorar la situación del transporte?
Bueno, en este caso es competencia del Consorcio de Transportes, es una licitación de la Comunidad de Madrid. En breve va a salir un nuevo concurso, porque el actual ya está agotado. Y yo creo que las propuestas que hemos hecho desde los ayuntamientos se van a tener en cuenta. A ver si es posible que se lleve a cabo.
¿Hace falta ocio en el pueblo?
Sí. Lo que pasa es que nuestros jóvenes están acostumbrados al entorno en el que viven. Ocio de naturaleza y deportivo hay muchísimo. Pero ocio cultural, bastante menos. Dependemos de las actividades de la Casa de la Cultura o del Cardenal Gonzaga, que es el centro comarcal que tiene la Comunidad de Madrid en La Cabrera (a 10 kilómetros). Si no, hay que irse a Sanse o a Alcobendas, que ya tienen una oferta más amplia. No están lejos, en veinticinco minutos estás allí, pero ya necesitas desplazarte.
Me ha dicho que el proyecto de vivienda probablemente no se podrá hacer. ¿Hay algún otro que se esté realizando o que haya surgido en esta legislatura?
Sí, estamos finalizando dos proyectos: la Casa de la Experiencia, que es un centro para que se reúnan nuestros mayores, y está prácticamente terminada. También estamos ampliando el Polideportivo Municipal, que se nos ha quedado pequeño, y ya se están terminando las obras. Además, estamos reparando la piscina municipal. Todo esto lo estamos haciendo con fondos propios del Ayuntamiento. Y tenemos pendiente de licitar un proyecto para hacer un edificio polivalente destinado a auditorio y Casa de la Cultura, que se financiará con fondos de la Comunidad de Madrid, a través del Plan de Inversión Regional. Este año se sacará la licitación del proyecto, que rondará los dos millones de euros. Una vez adjudicado el proyecto, ya se podrá licitar la obra.
¿Qué papel juega Cotos de Monterrey en el desarrollo del municipio?
Venturada es un municipio que no llega a 10 km², son 9,8 km², y la mayor parte del municipio está ocupada por la urbanización de Cotos de Monterrey. A nivel poblacional, más o menos el 75 % de la población está en Cotos y el 25 % en el casco urbano. Y lo mismo con los impuestos: la recaudación es mayor también allí.
¿Cómo se gestiona la coexistencia de estos dos núcleos? ¿Tienen demandas distintas?
Las demandas son muy similares y muy diferentes a la vez. Si la urbanización estuviera unida al pueblo, solo tendríamos que tener un edificio de cada tipo. El problema es que estamos divididos por la Nacional 1 y por la N-320, así que Cotos se queda como aislado del resto del pueblo.
Es verdad que en el pueblo hay otras urbanizaciones, como Los Rosales, Miravalle, que sí están unidas al casco. Pero Cotos no. Tenemos una Casa de la Cultura aquí en el casco y un centro cultural en Cotos, un consultorio aquí y otro allá, un polideportivo descubierto aquí y un pabellón cubierto en Cotos. La piscina municipal está aquí, pero en Cotos la comunidad de propietarios tiene cuatro. Todo está duplicado porque no tenemos facilidad para movernos entre núcleos sin usar el coche. Desde Cotos hasta el pueblo, caminando, tardas como 35 minutos: tienes que bajar una vaguada y subir otra.
¿Eso hace que la población esté un poco dividida?
A nivel educativo, no. Porque o bien los niños van a colegios de Madrid porque los padres trabajan allí. Pero los niños de Cotos van al colegio en Venturada y a la casita infantil de Venturada. Entonces esos lazos existen. Pero los papás somos taxistas para que los niños puedan relacionarse. tenemos que estar de chóferes para arriba y para abajo. Llevarles, traerles, a ver al amigo…
¿Hay diferencia de ingresos entre el casco y Cotos?
No mucha, es similar. Quitando a la gente mayor del casco, que ya están jubilados, en ambos núcleos hay de todo: pilotos, médicos, abogados, azafatas…
¿Y hay vivienda libre?
No, no hay vivienda. Hay una zona urbanizable, pero al ser sectores grandes es muy difícil poner de acuerdo a todos los propietarios, porque hay que desarrollar el sector completo. Lo que se pretende con el plan general es que esos sectores se dividan en otros más pequeños para poder crecer poco a poco.
¿Se ha aplicado la tasa de basuras?
Nosotros no. Desde 2019 implantamos un sistema de recogida puerta a puerta. Estamos negociando con la Mancomunidad del Noroeste, que es donde llevamos los vertidos. A nosotros nos recoge la basura la Mancomunidad Vallenorte. Hasta ahora nos cobraban un porcentaje dividido entre toda la población de la sierra. Es decir, si enterrar la basura costaba un millón y había 100.000 habitantes, tocaba a diez euros por cabeza, independientemente de lo que generaras. Pero como nosotros tenemos un sistema muy selectivo, lo que llevamos a enterrar es muy poco. Entonces, estamos negociando para que se nos cobre solo por lo que generamos. Cuando eso se logre, podremos aplicar una tasa de basuras justa. Ahora mismo, si la aplicara, estaría cobrando a mis vecinos parte de la basura de otros municipios.
¿Y cuándo se resolverá eso?
Ya hemos notificado a ambas mancomunidades. Creemos que en este segundo semestre ya se empezará a facturar así, por lo que podremos aplicar la tasa de basuras a partir del 1 de enero del año que viene.
O sea, un año tarde.
Sí. Bueno un año, no, desde abril. Pero me parece injusto cobrarle una tasa de basura, porque se supone que tú le tienes que repercutir al vecino todos los costes. En este caso yo le estaría repercutiendo a mi vecino costes del resto de la sierra, no solo de Venturada. Entonces, por ese motivo no se ha aplicado todavía.
¿Tiene pensado volver a presentarse?
Pues no lo sé. Depende un poco de los vecinos. Aquí nadie es eterno. Si los vecinos consideran que sigo siendo la persona adecuada, me presentaré. Y si no, habrá que dar paso a otra persona del equipo. Si es así, la apoyaré en todo lo que pueda. No hay ningún problema.
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