Ruta

Descubrir Madrid a través de sus Conventos

Recorremos una de las diez rutas, impulsadas por la Comunidad de Madrid, para conocer la región de una forma distinta

El Convento de San Francisco, el Convento del Corpus Christi y el Convento del Santísimo Sacramento son algunos de los conventos del siglo XVII madrileño que aún se conservan. Solo el segundo, conocido también como el de “Las Carboneras”, sigue con su función. Mientras que de los otros dos, permanecen sus magníficos templos que albergan grandes obras de arte de arquitectos, escultores y pintores de la talla de Pedro de Ribera, Sabatini, Lucas Giordano, González Velázquez, Francisco de Goya, Salvador Maella, Francisco Bayeu y Jerónimo Suñol. Estas tres paradas son obligatorias para conocer una parte del gran patrimonio monástico de la región y para poder comprender su dimensión humana y religiosa. Además, conforman una de las diez rutas que acaba de lanzar la Comunidad de Madrid y que suman 400 kilómetros repartidos por todo el territorio que permiten conocer la capital de una forma totalmente distinta.Alcalá de Henares, Villarejo de Salvanés, Colmenar de Oreja, Valdemoro, Cubas de la Sagra, San Lorenzo de El Escorial o Torrelaguna, son algunos de los municipios que esta nueva propuesta acoge. Y que permite a todo el que las transita a transportarse a otro momento o dimensión y pensar en aquellos que lo hicieron posible mientras pasean por sus naves y transitan por sus capillas o claustros.

Reportaje Ruta de los Monasterios de la Comunidad de Madrid
Reportaje Ruta de los Monasterios de la Comunidad de MadridDavid JarLa Razòn

Gracias a esta ruta, este periódico ha podido conocer que el Convento de San Francisco es, junto con el de San Martín, uno de los más antiguos de la capital. Su origen es una antigua capilla, puesto que: “A esa capilla llegó San Francisco de Asís, que vino hasta España porque quería visitar la tumba del Apóstol Santiago, y ahí se construyó un pequeño convento que fue el origen de uno mayor en el siglo XVI con unas dimensiones importantes”, relata Mar Davos, guía turística de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, la construcción de una Iglesia “importante”, llegó con Carlos III, responsable del comienzo de la construcción de esta. “Ventura Rodríguez fue el encargado de ponerla en pie, pero por desavenencias con el Rey, fue Francisco Cabezas, un lego, el que empezó la obra”, apunta. Francesco Sabatini, arquitecto del Palacio Real, intervino en la fachada y en su totalidad, ha contado con la participación de varios arquitectos. Popularmente es conocida como Basílica de San Francisco el Grande pero algunos la llaman Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles. Su cúpula de forma redonda cuenta con 33 metros de diámetro que la convierten en una de las más grandes de Europa. La tercera después del Panteón de Agripa y del Vaticano, en Roma. O la cuarta, detrás dela de Santa María de las Flores, en Florencia, pero que es octogonal. Entre sus capillas, desataca una decorada por Goya.

No muy lejos de allí, encontramos la siguiente parada: la actual Catedral Castrense o el antiguo Convento del Santísimo Sacramento, construido para las monjas bernardas al lado del Palacio de Uceda. El Duque de Lerma, el valido de Felipe III, quiso construir un monasterio para las religiosas y la iglesia aún conserva un poco de la clausura. Las obras se iniciaron y terminaron mucho más tarde de lo esperado, a finales del XVII, y el responsable fue Bartolomé Hurtado, un arquitecto parleño no muy reconocido pero que realizó grandes trabajos en la capital. Aunque se ha ido decorando posteriormente, “de ella podemos destacar su cúpula, obra de los hermanos González Velázquez, que pese a dar sensación de modernidad, son artistas del siglo XVIII”, detalla. En los últimos tiempos, esta catedral se ha hecho más famosa por la llegada de la cofradía del Cristo de los Alabarderos, que saldrá en procesión el viernes santo desde el Palacio Real y atravesará parte del Madrid antiguo para regresar a su sede.

Reportaje Ruta de los Monasterios de la Comunidad de Madrid
Reportaje Ruta de los Monasterios de la Comunidad de MadridDavid JarLa Razòn

Por último, descubrimos el Convento Corpus Christi o popularmente conocido como “Las Carboneras”. Uno de los pocos conventos de Madrid donde a día de hoy, las monjas de clausura tienen un pequeño contacto con la realidad gracias a la venta de dulces que elaboran ellas mismas en su horno todas las semanas. “Se las conoce así desde que unos niños jugaban en la calle al lado con una imagen de la inmaculada concepción junto a una carbonería y el sacerdote les compró el cuadro. Lo trajo a esta iglesia y por eso, se le empezó a conocer así”, relata. El Convento se conserva intacto, como en 1606, yen él vivió Beatriz Ramírez de Mendoza, Condesa de Castellar, quién tras su fallecimiento lo dejó para su hija que se convirtió en priora. En la actualidad son ocho las religiosas que viven allí, tres españolas y cinco de origen indio.

Su iglesia es una de las primeras del barroco del siglo XVII madrileño y también se conserva intacta. Incluso hay quien habla de que al ser jerónimas, parte de la escultura del templo podría ser obra de los escultores que trabajaron en el Escorial. “En el lado izquierdo, podemos ver las dobles rejas que representan la clausura y a las monjas al otro lado rezando. Siempre hay al menos una, por la adoración al Santísimo”, apunta. Pero sin duda, otro de los elementos más destacables es la Santa Cena, de Vicente de Carducho, expuesto en el templo. “Es de origen italiano, del siglo XVII y sorprende porque es de forma vertical, cuando estamos acostumbramos a ver a las figuras alrededor de la mesa en horizontal”, explica. Justo debajo de la clausura, encontramos otras rejas donde en Navidad sitúan su conocido Belén, de origen quiteño y uno de los más antiguos de la región.