Gastronomía

José Moro: el bodeguero que todo lo puede

Cepa 21 se encuentra en una etapa inmejorable y llena de potencial

José Moro posa con los vinos que elabora en Cepa 21
José Moro posa con los vinos que elabora en Cepa 21Cepa 21La Razón

Si hay una historia de amor, de superación, de lanzarse al vacío, de reinventarse y de considerar que la vida no tiene límites más allá de los que tú te pongas, aquí tengo que plegarme a la figura de un grande del mundo del vino y de la gastronomía patria como José Moro. Él es disfrutón —como un servidor—, amigo de sus amigos, vamos, un señor de los pies a la cabeza.

A José el vino le corre por las venas y lo lleva dentro de la cuna. Perteneciente a una de las grandes sagas familiares del vino en España desde hace más de un siglo, se ha labrado su posición a golpe de cincel, dedicación, pasión, sacrificio y, claro está, de estar 24/7. Con Bodegas Cepa 21 puede decir victorioso que ha conseguido ser único en su categoría y liderar un proyecto rompedor en Ribera del Duero. Ahí es ná. Con una agenda frenética, su don de gentes y su carisma le ha posicionado como ese indispensable de todos los eventos de nivel que se precie, eso sí, acompañado siempre por sus vinos.

Faltaría más. José Moro es uno de los referentes indiscutibles del sector enológico de España. En Cepa 21 ha imprimido todo su conocimiento y pasión en lo que comenzó casi como una aventura personal y hoy es un exitoso proyecto de gran envergadura empresarial. Situada en Castrillo de Duero (Valladolid) Cepa 21 elabora vinos donde la frescura y la calidad son los verdaderos protagonistas. Todos los elementos que intervienen en la vinificación son cuidados con detalle: desde la orientación de las parcelas hasta la selección de la uva. Por su situación geográfica, domina un paisaje de 150 hectáreas de viñedo propio plantadas con cepas centenarias de la variedad tinto fino, una de las más puras del clon tempranillo. Suelos propios de Ribera del Duero, altitudes y pendientes y una filosofía de trabajo basada en una viticultura responsable dan como resultado vinos con toda la tipicidad de Ribera, eso sí, con el sello de calidad del gran José Moro. Son cinco referencias: Cepa 21, Malabrigo, Horcajo, Hito e Hito Rosado; cada una con una personalidad arrolladora. Y en eso tiene mucho que ver su creador.

«No hay un final. No existe un principio. Solamente existe una infinita pasión por la vida». Esta frase, del director italiano Federico Fellini, podría aplicarse perfectamente a todo aquello que compete a la trayectoria y a la carrera de José Moro. José Moro, primer bodeguero de la historia en entrar en la lista Forbes España de los 100 empresarios líderes en innovación, es, ante todo, un trabajador incansable. Premio Ponce de León al Ejecutivo del Año 2020 otorgado por la Cámara de Comercio de EE.UU. y Medalla de Oro Europea al Mérito en el Trabajo 2021 otorgada por la Asociación Europea de Economía y Competitividad, coloca en el centro de todos sus logros el esfuerzo y la importancia de rodearse de un equipo ganador y de confianza, que disfruta cada día con algo que, más que una profesión, es una manera de vivir. Uno de los últimos reconocimientos que ha recibido, el premio a mejor CEO del año en la XXIII edición de los Best!N Food, los únicos premios de marketing alimentario que se conceden en España. Se trata de una distinción a su labor de promoción y puesta en valor de sus vinos, a su apuesta por una comunicación diferenciadora, a su carácter innovador y a su capacidad de liderazgo; cualidades que han generado crecimiento de marca y revertido en la notoriedad de la compañía. Genio y figura.

Este 2024 está siendo un año imparable, pero es que ya venía de un camino plagado de éxitos. Hoy en día, Cepa 21 se encuentra en una etapa inmejorable y llena de potencial, plenamente asentada tras celebrar, el pasado diciembre, su 21 aniversario en una multitudinaria fiesta en el Palacio de Cibeles de Madrid. En este encuentro, al que acudieron más de 600 personas (actores, personalidades de la cultura y la comunicación, etc.), también presentó la nueva imagen de sus vinos, fiel reflejo de su filosofía. Una vez más, Cepa 21 se colocó en el epicentro del glamour y en las manos de grandes personalidades de nuestro país que no dudaron en brindar con los vinos de José Moro y convertirse en prescriptores de la marca. Algo que también quedó patente este año con su participación en los Premios Goya, que tuvieron lugar en Valladolid. Cepa 21 fue la bodega oficial del visionado más glamuroso de la noche del cine español, Bululú, organizada por Orson Salazar, marido de Paz Vega junto a la agencia ELM Producciones de Estefanía Luyk; el evento más mediático y que congregó a un mayor número de actores y personalidades. Entre sus últimas y exclusivas reuniones petite comité, una cata en Totó —sí, ese restaurante de moda en el que hay que dejarse ver—, donde tuve el privilegio de asistir atónito a ese hechizo y atmósfera mágica que crea Moro en cada reunión y, como no, disfrutar a lo grande de las nuevas añadas de sus hijos vinícolas.

Pero no todo son fiestas, brillo, glamour y famosos. El compromiso de Cepa 21 y de José Moro va más allá. Desde hace varios años, el bodeguero participa activamente de las iniciativas impulsadas por el Padre Ángel, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz. Es por ello, que Bodegas Cepa 21 ratificó hace unos días su compromiso con Mensajeros de la Paz en una colaboración en favor del programa de acompañamiento social y laboral de la asociación; se trata de una iniciativa que ayuda a personas en situación de vulnerabilidad a reinsertarse en la sociedad y a acercarse al mercado laboral. Esta alianza se presentó en la madrileña Iglesia y Centro Social de San Antón, en un encuentro en el que José Moro y el Padre Ángel compartieron experiencias y ofrecieron consejos sobre empleabilidad a los asistentes; tras el coloquio, ambos entregaron cafés y bocadillos solidarios a personas sin hogar en la parroquia.

Grandes éxitos que exigen brindar con un gran vino. Ya saben con cuál brindo yo.