Entrevista
Lapili: cuerpo y talento sin límites
La artista multidisciplinar nos habla sobre su media vida dedicada al arte, su último sencillo y las presiones que aún vive en la industria
Se define como una chica de Ciudad Real que desde muy pequeña ha estado interesada en el arte y que ahora tiene la suerte de poder vivir de él. Pese a su corta edad, sólo tiene treinta años, Lapili lleva más de media vida mudando entre las diferentes expresiones artísticas. La danza fue la primera, comenzó en una banda de hip-hop con la que llegó a competir y después vino el arte textil, para la que también se formó. Ahí nació su propia de marca de joyería textil y su trabajo como estilista para diferentes artistas, pero la música nunca dejó de sonar en ella. «Es lo que siempre me ha inspirado y lo que me movía. Eran los propios artistas para los que trabajaba los que me animaban a seguir por ese camino», confiesa a este periódico.
En 2018 logró acaparar la atención del todo panorama artístico tras presentarse a Factor X con Jirafa Rey con el tema «Cómeme el donut». «En ese momento centré mi carrera en el teatro, microteatro, performance e instalaciones, otro tipo de arte con instituciones que tenían que ver con el cuerpo. Dentro de esa performance, creamos esa canción con una intención teatral y ya todo el mundo sabe lo que pasó», recuerda entre risas. Fue entonces cuando decidió hacer música y crear un proyecto propio dónde reunir todas las disciplinas artísticas que desarrolla.
«Lo que me gusta es que todo va muy unido, yo formo parte de la dirección creativa de todo mi proyecto», dice cuando le preguntamos en cuál de ellas se siente más cómoda. «Cuando voy al estudio y estoy teniendo una idea, en ese momento veo una paleta de color, un tipo de prenda, una luz, la coreografía... todo va muy a la par. Me encanta llevar desde la composición, pasando por la producción, la grabación... en mi cabeza se conforman todas las ideas de cómo va a ser ese vídeo o esa puesta en escena». Sólo la música le da esa posibilidad de estar en todo y no tener que elegir.
Acaba de sacar «Sexsina», lo más arriesgado que ha hecho nunca hasta ahora. Reconoce que es la primera vez que interpreta un personaje, siempre ha sido muy ella, nunca ha habido diferencia entre María del Pilar y Lapili, no existía persona y personaje. Su musa para este trabajo ha sido Pamela Anderson, cuya historia, asegura, ha sido de lo más inspiradora. Este último trabajo está compuesto por diferentes ritmos, caribeños y electrónicos, y cuenta con colaboraciones que han marcado un antes y un después para ella.
Recuerda con especial cariño cómo surgió la de Konshens, un músico jamaicano que admira mucho y al que lleva escuchando más de quince años. «Esta surgió de una forma muy aleatoria y especial. Estábamos en Miami para una gala de premios y tenía una sesión de estudio con otro productor, cuando apareció. Le gustó lo que estaba haciendo y decidió sumarse. Fue muy importante para mí porque hace diez años yo estaba en los clubs de dancehall, trabajando como bailarina, haciendo coreografías con su música».
El acceso a este tipo de música, que consumió desde pequeña, le permitió forjar de alguna forma la personalidad que tiene hoy. «Yo veía videoclips con bailarinas que tenían cuerpos que nada tenían que ver con los que se veían en la televisión y en las revistas de España. Eso hizo que en muchas ocasiones me sintiese acompañada y que yo no era algo anormal, sino que era sólo una más dentro de todo», reflexiona. Sin embargo, pese a tener muy claro desde pequeña que le encantaba bailar, algo que le permitió una conexión especial con su cuerpo, reconoce que no siempre fue fácil. «Se me imponían muchas cosas. No podía bailar así, no podía vestir de cierta forma, no podía hacer ciertas cosas por tener un cuerpo que en realidad estaba sano y con el que podía hacer de todo con él».
Es prácticamente irremediable que si desde pequeños nos dicen algo, acabe formando parte de nosotros. En el caso de Lapili, le ayudó a conformar una personalidad fuerte, segura y arrolladora que le ha impulsado, ya en su madurez, a inspirar a otras mujeres. «Para mí esto era muy importante porque yo también me he sentido muchas veces en esa cárcel. Es mentira, todo está en la mente y puedes hacer lo que quieras. Por desgracia, convivimos con esa presión que cambia según el contexto sociocultural».
En la actualidad, y aunque resulte sorprendente, sigue encontrándose muchos «noes» por su cuerpo. «No es nada nuevo que artistas de gran nivel comenten que en las discográficas les tienen a dieta. No te obligan, pero si un equipo con el que convives, que te ve comer, bailar y entrenar, está constantemente comentando todo lo que haces, acaba condicionándote», y añade, «cada una es libre y tiene la decisión de tener el cuerpo que quiera, pero lo cierto es que vivimos en un mundo donde todas esas presiones existen solo para las mujeres. Estoy segura de que a ninguna discográfica se le ocurría poner a dieta a Dj Khaled».
Sigue siendo un tema tabú, pero Lapili no tiene reparos en alzar la voz ante algo que ella misma ha vivido. «Yo he sido la primera que he estado ahí y lo primero que han hecho ha sido ponerme un nutricionista y un entrenador personal... es muy fuerte que en una reunión de trabajo, lo primero de lo que se hable sea de esto y no de con qué productor voy a hacer esto o dónde voy a grabar el álbum». Después de años de carrera, en la industria, siguen oyéndose los mismos comentarios: queda mucho por avanzar.
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