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Historia

La desaparecida Fuente de los Afligidos en Madrid

A un paso de la calle Princesa de Madrid, un nuevo surtidor tomó el relevo, a medidas del siglo XX, de otra fuente histórica

Fuente de los Afligidos BNE

Un Madrid en el recuerdo. Que, sin embargo, revive cada vez que se rememora. Como este ejemplo singular, la llamada Fuente de los Afligidos, también conocida como fuente de Cristino Martos. Un surtidor en la capital que no tuvo antaño este aspecto. Situada entre la calle de la Princesa y a un paso de la plaza de España, en la conocida como plaza de Cristino Martos.​

Fuente en la calle PrincesaBNE

La fuente original, también llamada fuente de San Joaquín,​ fue sustituida, allá por el año 1952, por una de nueva factura que, desde entonces, forma parte del conjunto monumental dedicado al médico y bacteriólogo español Jaume Ferran i Clua.

Como decíamos, aquí tuvo su sitio la primitiva fuente de San Joaquín, documentada ya en el archiconocido plano de Pedro de Texeira como «una arca de agua» y dibujada también en el Antonio Espinosa de los Monteros, allá por el 1769. Se surtía con el caudal aportado por el viaje de la Fuente Castellana, conectado con el de la Alcubilla y el de Contreras.

Como apuntamos, la primitiva «arca de agua» o fuente de San Joaquín fue sustituida por otra de más porte y servicio, con una asignación de once aguadores, algo muy importante para el bienestar de los madrileños de aquel momento, según apunta el Diccionario de Madoz, de mediados del siglo XIX.​

La nueva fuente fue promovida por la alcaldía del duque de Sesto y marqués de Alcañices, dentro del proceso de urbanización del nuevo barrio creado en torno al palacio de Liria,​ en la antigua finca señorial de la Moncloa (Real Sitio de la Moncloa y antes Real Sitio de la Florida). Una zona por lo demás muy afectada por los bombardeos de la Guerra Civil y la batalla de la Ciudad Universitaria.

En este sentido, dentro del llamado plan Bidagor de 1944, para la recuperación que apuntábamos de Madrid tras la Guerra Civil, y en concreto del ensanche del barrio de Argüelles, se proyectó un nuevo acceso entre la plazuela de los Afligidos y la calle de la Princesa.

El conjunto monumental de doble escalinata, grupos escultóricos y fuente fue diseñado por dos de los arquitectos del mencionado plan, Manuel Herrero Palacios y Luis Pérez-Minguez, con la inestimable ayuda del escultor Federico Coullaut-Valera, autor de las dos vestales, los pináculos y florones y los delfines de la fuente. Todo en un estilo italianizante, muy al gusto del momento en España, pero alejado de los estándares de la modernidad arquitectónica de la época, más cercana al racionalismo.

Tomando como «modelo» la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos, el monumento madrileño, en su vista desde la calle de la Princesa, muestra tres niveles de orientación barroca. Los elementos decorativos (fuente y jarrones) están labrados en piedra blanca de Colmenar, pero las esculturas se hicieron con piedra rosa de Sepúlveda. La base arquitectónica del conjunto es de granito.

Una nueva vida para una zona que antaño conoció el convento de San Joaquín -conocido vulgarmente como de los Afligidos-, un convento de la orden premostratense, y como apuntamos, hoy desaparecido.

Nada queda de aquel cenobio, levantado hacia 1635, iniciado por el monje fray Antonio de la Torre bajo el patronazgo de Juan de Chaves, conde de Santa Cruz.​ Los golpes de la historia hicieron mella en su construcción, pues tras la invasión napoleónica el convento quedó maltrecho y fue arreglado con sencillez. Al​ poco tiempo fue derribado.

El interior del monasterio contaba con una capilla dedicada a la imagen de Nuestra Señora de los Afligidos, que daba el nombre popular al convento y a la fuente. De aquello solo queda el recuerdo en los libros de historia.