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Óscar García Suárez, rector de la UPM: «Necesito saber con qué recursos voy a contar para mi universidad»
El nuevo rector pide financiación a más largo plazo para que la Politécnica esté entre las diez mejores de la UE e Iberoamérica
Óscar García Suárez (Madrid, 1968) lleva algo más de un mes como rector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), tras hacerse con el 69,73% de los votos en las elecciones de noviembre, pero cuenta en su nuevo despacho que ya «ha notado muchas ganas e ilusión». García Suárez, nacido en la capital pero de padres emigrantes que vinieron después de la Guerra Civil (1936-1939), explica que su objetivo es posicionar a la UPM entre las 10 mejores de la Unión Europea e Iberoamérica, meta para la que se necesita más financiación: sobre todo una a medio plazo, «para saber con qué recursos se pueden contar». Señala que «todas las opciones profesionales de empresas por sectores dicen que necesitan más ingenieros» y destaca la inserción laboral de los estudiantes de la UPM «está rondando el 80%».
¿Cuáles son los planes que tiene en su trabajo como rector?
Por reducirlo solo a uno, queremos que la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) sea referente mundial en el mundo universitario. Y me atrevería a decir que queremos que la universidad se considere como entre las 10 mejores de la Unión Europa e Iberoamérica. Ese es el objetivo grande que perseguimos. Pero, eso se desdobla en otros objetivos, como son: una mayor internacionalización, esto es, que seamos un polo atractor de estudiantes de otros países; que seamos capaces de lanzar empresas al mercado –que ya lo hacemos, tenemos un programa de «startups» que es muy potente, pero que seamos capaces de dar el paso de que esas empresas vivan más tiempo y aporten riqueza a la comunidad y al país–; que potenciemos una investigación mucho más multidisciplinar de lo que hacemos ahora; crecer en cómo los estudiantes se deben integrar en la universidad.
Y para ese objetivo final, ¿desde dónde se parte? ¿En qué estado se encuentra actualmente la universidad?
Nuestra universidad está muy bien situada en los rankings, depende evidentemente de qué cuál. En el ranking QS, en tecnología estamos en el puesto 73 del mundo. Pero es verdad que nos falta dar un salto cualitativo –y también cuantitativo– para ponernos en el grupo las mejores. Hay claramente un grupo de universidades –a parte de las americanas o anglosajonas, pero sobre todo del norte de Europa– mejor posicionadas. Nosotros tenemos que intentar dar ese salto para estar para competir con ellas.
¿Cómo se va a intentar hacer eso?
Tenemos que trabajar primero, en una investigación que sea más eficaz, en el sentido de que llegue mejor a la sociedad, que haya menos trabas burocráticas, que permitamos a nuestros investigadores a realizar su trabajo y que dediquen su tiempo a investigar y no tanto a hacer otras cosas. Tenemos que mejorar la parte del emprendimiento, que es realmente buena en nuestra universidad y es un factor diferencial con otras, pero tenemos que dar ese paso de empujarles más. Tenemos también que hacer que nuestros grados y másteres se internacionalicen más, sobre todo el escalón de máster, que es donde creo que podemos crecer mucho más. Ahí lleva aparejada un tema de calidad en la enseñanza, un tema también de idiomas. Sobre todo que el inglés permee en algunos de los másteres que tenemos para que sea atractivo para otros estudiantes.
Entiendo que uno de los problemas es la financiación. Usted reclamó un plan a medio plazo. ¿Puede explicarlo?
A ver, somos una universidad pública y la mayor parte de nuestros recursos vienen de la financiación que nos dan las Comunidades Autónomas, en este caso la Comunidad de Madrid. Entendemos desde las universidades públicas que debe venir una financiación que nos cubra los gastos de funcionamiento, es decir, los salarios más los gastos corrientes: la electricidad, el agua, etc. Luego puede haber un resto de financiación adicional, por objetivos o acciones individuales, por ejemplo mejorar la investigación, infraestructuras, etc. Pero esa esa financiación basal tiene que estar. Pero efectivamente lo que yo dije en aquel comentario es que no solo es importante que esa financiación esté asegurada, sino que sepamos qué va a pasar en los años siguientes. Porque si necesitamos renovar una instalación de investigación deberíamos tener una cierta confianza de que en los años siguientes sí vamos a tener financiación. Por lo tanto, cuando hablamos de medio plazo es saber con qué vamos a contar en los años siguientes, para poder embarcarnos en esas cosas. Necesito saber con qué recursos puedo contar.
Porque eso ahora no sucede.
Ahora el presupuesto de universidades se anuncia en los presupuestos generales de la comunidad y es entonces cuando sabemos cuánto es, pero no sabemos qué va a pasar en dos años. Aparentemente la nueva Ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia cuando se publique va a contemplar esa financiación a medio plazo. Y es fundamental que lo haga. Yo creo que nos debe dar un marco de funcionamiento estable para poder hacer esas inversiones.
¿Y en qué estado cree que se encuentra la universidad pública en Madrid concretamente y España?
Creo que una de las cosas que tenemos como país muy buenas es la universidad pública que tenemos. Si hablo del sector que conozco más, que son las ingenierías y la arquitectura, te puedo asegurar que los estudiantes que terminan en cualquier pública, en la nuestra y casi en cualquier pública de España, están igual de bien formados que en cualquier sitio del mundo. Creo que tenemos que cuidarla.
¿Considera que falta un impulso en la investigación en España?
Yo creo que sí, clarísimamente. Nos faltan recursos, no solo a las universidades sino también a los organismos que hacen investigación. Nos faltan recursos económicos. Y la consecuencia de eso es que estamos perdiendo talento: personas muy bien preparadas que salen de la universidad, que buscan oportunidades de investigación en otros sitios de Europa o del mundo porque tienen más recursos. Nos es muy difícil competir porque estamos un escalón por debajo.
¿Cree que solo por recursos económicos o puede haber otras razones?
Bueno, falta un poco de ecosistema también, pero claro, el ecosistema se crea con esos recursos. Es decir, tenemos unas empresas en España que están muy bien, tenemos muy buenos centros de investigación, tenemos buenas universidades. Ahora lo que falta es enlazar todo eso y aportar recursos. Y que haya un apoyo general de los gobiernos, para que la investigación sea valorada. Que al final lo que siempre pensamos es que esa investigación se debería traducir en productos o servicios que benefician a la sociedad y que van a generar riqueza . Y entonces cuando se genera esa riqueza, se generan otras nuevas oportunidades.
¿Qué va a significar la inteligencia artificial en la enseñanza?
(Se ríe). Pues a ver, es una revolución en el mundo, no solo en la enseñanza, pero afecta muchísimo. De hecho, ya nos estamos planteando que hay cosas que hay que hacer diferentes por la presencia de una herramienta como la IA. Hoy en día no tiene sentido ni memorizar ni hacer ciertos cálculos a mano cuando ya te puede ayudar una herramienta como eso. Pero lo más importante para mí es fomentar el espíritu crítico de los estudiantes. Que estos, de un resultado que le da la IA, sean capaces de interpretarlo y de decir, «Oye, está bien o está mal. Pero yo que soy ingeniero o ingeniera, no estoy tan de acuerdo con ese resultado». Claro, hay que pensar que la IA está explotando y queda muchísimo recorrido. No está perfeccionada para cosas muy técnicas. Lo estará seguro, sin duda. Entonces, necesitamos estudiantes que sean capaces de utilizarla y de manejarla, y si no están de acuerdo con lo que sale, pues pensar en alternativas o plantear a la inteligencia artificial que te dé un resultado diferente. Es una herramienta importantísima y hay que aprender a utilizarla.
¿Hace falta formación, tanto de los profesores como de los alumnos?
Pues sí, porque normalmente los profesores, excepto los más jóvenes, nos hemos dedicado a la enseñanza cuando no existía la inteligencia artificial. Entonces, también necesitamos un proceso de aprendizaje, de comprensión, de manejo para poder ser capaces de orientar mejor a los estudiantes. Claro, necesitamos un proceso de aprendizaje que tiene que ser muy rápido porque es que todo es rapidísimo.