Concierto
Pastora Soler: «Ya no le canto al amor o al desamor, hay más cosas»
La cantante sevillana dará un concierto este domingo en el Wizink Center, el último de su Libra Tour
A cuatro días de su concierto en el Wizink Center Madrid, Pastora Soler nos recibe con una sonrisa y una templanza que solo la experiencia puede darte. También con una sensación de fuerza y ganas que cualquiera diría que viene de una gira que le ha llevado por varias ciudades del territorio nacional. Pero como ella misma define, «el rodaje ya está hecho» y el colofón está para disfrutarlo. «Este es un momento muy especial. La gente no ha podido responder mejor y ya sabes que se lo pasan muy bien en el concierto. Esta parada es el broche final», explica. Para el primer concierto del «Libra tour», la artista sevillana escogió Barcelona y ha querido terminar igual de alto, en el «templo donde todos quieren llegar», el Wizink Center. Allí, este domingo, dirá adiós a esta gira y a una etapa frenética e ininterrumpida.
«Necesito un descanso. Después de la pandemia todos salimos de gira, hemos estado ahí trabajando muy duro, pero mi cuerpo me pide parar. Este concierto será el último hasta nueva orden», confiesa. Un periodo que calcula que se extenderá hasta finales del año que viene, cuando celebrará una fecha muy importante y especial para ella: sus 30 años en la música. «Es fundamental tomar distancia, para terminar una etapa y empezar otra con más ganas». Para este aniversario, dice tener muchas ideas, pero lo único que tratará es de darle el valor que tiene y celebrarlo de una forma especial y bonita. «No quiero esperar a cumplir los 40, porque no sé ni cómo estaré. Quiero celebrarlo siendo joven, sintiéndome con la seguridad y plenitud que me siento ahora». Reflejo de ello es su último trabajo, que ha presentado durante el último año y que define como «muy yo». De ahí su nombre, «Libra», su signo del zodiaco. La artista ha querido reunir en él todas las facetas y colores que la definen. «No me considero una cantante a la que se pueda identificar con un género, soy yo, con mi evolución y lo aprendido en todos estos años», dice.
De ahí que en los últimos años busque que en sus temas predomine el mensaje. «Con la madurez ya no solo se le canta al amor y al desamor, le canto a muchas otras cosas». Como «Rascacielos», uno de los temas más especiales para ella y según la acogida de sus fans, cree que será de los que perduren en el tiempo. «Habla de la seguridad que todos debemos encontrar, de entender que cuando nos caemos tenemos que levantarnos y también hago alusión a la salud mental, para que se hable de ella y de lo importante que es escuchar nuestra voz interior», sentencia. Son muchas las personas que se acogen a este tipo de canciones y se agarran a ellas para seguir hacia delante. Por ello, «que una persona me diga que gracias a una de mis canciones ha salido de un mal momento, es lo más gratificante», asegura. Como también lo es cargar con el peso que conlleva ser «La voz de España». Satisfacción y responsabilidad a partes iguales. «Con lo que cuesta todo, que la gente te tenga de referencia de algo, es todo un logro». Es perfectamente consciente de que la voz es su fuerte, pero también de su fragilidad. «Si estoy resfriada o no estoy al 100% no puedo dar un concierto. Mis canciones son muy exigentes vocalmente y la gente espera mucho de mi, es una responsabilidad», explica.
En estos tiempos, hacer un disco de once canciones es prácticamente impensable. Cantarlas todas en los conciertos, aún más. Sin embargo, en el Tour Libra ha mantenido prácticamente todas. Y el del domingo no será una excepción y sonarán en Madrid todas ellas. «También cantaré temas anteriores, canciones que me han acompañado en estos 30 años, habrá momentos emocionantes, divertidos, para bailar…. Mostraré todos los colores que la gente tiene que ver de mí en directo», confiesa. También habrá alguna sorpresa, como una colaboración con un invitado al que sus fans llevan esperando mucho tiempo a que se produzca y tenía que ser en una ocasión tan especial. En cuatro días, el Wizink Center se convertirá en teatro para acoger a un público que Soler ya califica de «único». «Mira que en el sur tenemos fama de ser cálidos… pero el de Madrid es muy especial. Es un público que está acostumbrado a acoger y uno de los más cálidos que yo he sentido».
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