Gastronomía
Planes que hacer en Madrid para quienes no hayan huido del asfalto
Óscar Portal elabora en Volea uno de los mejores arroces de la capital. Es el fin de semana perfecto para conocer Trocadero, recién inaugurado
A Volea (www.volea.net) siempre hay que volver y el motivo es claro. Situado en el interior de Mad4Padel, en Pozuelo de Alarcón, Óscar Portal prepara uno de los mejores arroces de Madrid. Acaba de incorporar a la carta el de sepia y gamba roja y está tan riquísimo como el del senyoret seco, el del huerto, el de pichón y butifarra, el meloso de chipirones, ajetes y cigalas y el «Fideo Rosso», con gamba roja y ali oli. Lo cierto es que es difícil disfrutar de un buen arroz en Madrid y esta es, sin duda, una dirección a tener en cuenta. Para empezar, imprescindibles son las croquetas de jamón, el bacalao en tempura, las patatas bravas con alioli y el pollo crujiente, servido como una ensalada César. Después de un partido, no se priven de alguno de los entrepanes. Nuestros preferidos son el de pastrami con queso Scamorza y mahonesa de barbacoa y el mollete de calamares. Un apunte, Portal ha inaugurado en la calle Montalbán Taberna Linaza, que en breve desmigaremos.
Habrá quienes este puente hayan huido a Marbella, Sotogrande, Estepona, Benalmádena, Tarifa o Málaga, destinos en los que el Grupo Trocadero cuenta con establecimientos tan de moda. El caso es que esta semana hemos asistido a la esperada inauguración del de Madrid: Trocadero Commodore, décimo local del grupo de restauración más importante de la Costa del Sol, situado en el 5 de República Argentina. Tiene como objetivo cerrar el año con una plantilla de 900 empleados y una facturación de 30 millones de euros. El nombre «Commodore» está protegido como Rótulo Histórico y, además, posee un fuerte vínculo familiar con los propietarios del local. Dicho esto, vayamos al grano, porque en la carta destacan los pescados, las carnes y la sección japo para disfrutar tanto en las terrazas, que dan a Serrano y a Joaquín Costa, como en la sala o en la zona de la barra con mesas altas. Seguimos. Si nos referimos a novedades, Cakareo rinde homenaje al pollo y a las verduras a la brasa con el objetivo de llevar a la mesa la tradición de lo rural y lo artesanal. Además, los asadores de pollos de la marca Josper están diseñados a medida para el proyecto, de ahí la exquisitez de cada uno asado a la brasa en adobo tradicional. Lo pueden pedir entero o en media porción y se disfruta con alguna de las cinco salsas: mojo andaluz, romesco, ranchera, chimichurri y mayo mojo rojo. Para acompañarlo, los pimientos de piquillo, boniato, patata asada o berenjena. Abran boca con la ensaladilla rusa con ventresca y con la coca de escalivada con virutas de pollo y pesto. ¿Conocen la cocina georgiana? Si no es así, reserven en Nunuka, un pequeño bistrot georgiano en Chueca recomendado por Michelin. Al frente encontramos a su fundadora, Nino Kiltava, autora del tradicional khachapuri, un pan plano horneado al momento y relleno de queso y una yema de huevo, y de la khinkali, una masa cocida y rellena de carne picada y caldo para armonizar con algún vino del país.
[[H2:Un «brunch» con vistas]]
Si tiene pensado dar una vuelta por la Plaza Mayor, recuerde reservar en Jacinta. Su rabo de toro guisado, los callos y los huevos rotos con jamón son súper recomendables. Y, por último, otro planazo es comenzar el fin de semana en Picalagartos, en el apetecible rooftop situado en la octava planta del NH Collection Gran Vía. Con unas vistas espectaculares de fondo, imposible es negarse al «brunch», que sugiere Manu Berganza, chef ejecutivo de Azotea Grupo. Lo suyo es comenzar por los huevos benedictinos trufados y continuar por el mollete de pastrami con «relish», tortilla revuelta y rúcula. O con la «smash burger» con cheddar, bacon bits y kétchup de remolacha, gran companera con el «breakfast mimosa», con mermelada de naranja, sirope de azúcar de caña, vino espumoso, perfume de vainilla y «bitters» de naranja.
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