Teatro en Madrid
Cuando el sexo no es solo cosa de hombres
El Bellas Artes sube al escenario «Adiós, dueño mío», una comedia de enredo de María de Zayas adaptada por Emilio Hernández y dirigida por Magüi Mira
Llama la atención que una autora del siglo XVII hable de saraos y escriba novelas amorosas con abundantes alusiones feministas y pinceladas eróticas y, mucho más, que lo haga vindicando el sexo como entretenimiento con la misma libertad que lo hacen los hombres, hasta el punto que la Inquisición prohibió la reedición de sus narraciones, que fueron copiadas y transmitidas clandestinamente de mano en mano en los siglos XVII y XVIII por jóvenes mujeres. Y llama la atención que «una mujer, en 1637, aliente a castigar las muertes de mujeres a mano de sus maridos, denunciando que no se condene por los llamados crímenes pasionales, dibujando personajes femeninos que cuestionan las normas y los valores patriarcales de su época. Se llama María de Zayas y es escritora, contemporánea de Lope y Calderón», explica Emilio Hernández, que junto a la dramaturgia y dirección de Magüi Mira han hecho «Adiós, dueño mío», una comedia de enredo, adaptación libre de «La traición en la amistad», la única pieza de teatro de María de Zayas, que traen al teatro Bellas Artes y por la que Mira recibió el Premio de las Artes Escénicas Valencianas a la mejor dirección del año.
Para la directora, De Zayas fue una de las primeras que expresó la necesidad de revisar el valor de la mujer en la sociedad de su época y una prueba del talento femenino si no es abortado por el patriarcado. «Al plantearme la dramaturgia con distintos textos suyos, en verso y prosa, quise trabajar con la misma libertad que ella para hacer un verdadero sarao –que es la palabra que utiliza-, de coreografías, música y trabajo físico con estas cinco actrices valencianas». Ellas son Marta Calabuig, Pilu Fontán, Rosana Martínez, Laura Valero y Silvia Valero, que interpretan todos los papeles, tanto masculinos como femeninos, dando réplica así a los hombres que siempre han interpretado los personajes femeninos. «En las artes escénicas, todo tiene una intención y un compromiso y el mío era trabajar con la misma propuesta de María de Zayas respecto a las relaciones sexuales, que es de lo que trata esta comedia, el sexo es un lenguaje que nos comunica, por el que nos expresamos, pero que socialmente solo es aceptado por y para el hombre, no para una mujer, que está al servicio del hombre y si ella daba un paso buscando el placer solo tenía dos opciones, o matrimonio o ingresar en un convento porque eras el oprobio de toda tu familia. Lo que yo pensé –explica– fue buscar la paridad cambiando los roles, ahora van a ser ellas quienes hagan de hombre».
Mira destaca que en los textos de María de Zayas hay «mucha inteligencia, pero de la mano del atrevimiento para denunciar. Fue una transgresora, una “rara avis” que tuvo conciencia de que la condición femenina no está bien tratada ni social, ni laboral, ni cívica, ni legalmente. Denunció que la violencia de género no estaba castigada ni penalizada, y el mismo crimen no era tratado igual hacia la mujer que hacia el hombre y eso en aquella época tenía doble mérito. Sin embargo –significa Mira–, es una comedia de enredo y las mujeres quieren jugar al sexo igual que los hombres, sin compromiso, sin dueños, sin ataduras, sin tener que casarse, así que hay mucho humor y divertimento sin llevarlo a la carcajada, ni al estereotipo, ni a la caricatura. Lo que sí hay es mucha ironía, que es la forma más inteligente del humor. Esto no es una proclama en absoluto –asegura-, es una diversión, un sarao que tiene un arco de pensamiento muy potente y muy interesante, porque una cosa no está reñida con la otra», concluye.
Dónde Teatro Bellas Artes
Cuándo del 9 al 13 de marzo
Cuánto de 17 a 28 euros
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