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Madrid

Rearme contra el acoso escolar: casi cien agentes más en seis años

El número de agentes tutores de la Policía Municipal se ha incrementado, sobre todo en el sureste de la capital

Ayer, más de 400 alumnos y alumnas de Primaria y Secundaria fueron diplomados como «mediadores» Ayuntamiento de Madrid

Los propios alumnos pueden ser «mediadores» frente al acoso escolar. Así lo atestigua la entrega ayer, por parte de la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, de las certificaciones a una veintena de centros educativos como «zonas libres de acoso». Se trata de un programa de formación en colegios, impartido por la Policía Municipal a la comunidad educativa pero poniendo el foco en los alumnos, para que sepan gestionar los conflictos que puedan surgir entre y lograr que no vayan a más.

En total, han participado 437 alumnos de Primaria y Secundaria (de 9 a 14 años). Según explicó Sanz, los alumnos eligen a los mediadores entre ellos mismos, recibiendo una formación específica para saber afrontar los conflictos que se dan en el centro de manera que no lleguen a convertirse en situaciones de acoso. Desde su puesta en marcha en 2019, se han formado un total de 1.158 alumnos de 68 centros educativos, todos ellos acreditados ya como «zonas libres de acoso».

En todo caso, Sanz, responsable también del Área de Seguridad y Emergencias, reconoce que la labor de la Policía Municipal, y más concretamente de sus agentes tutores, es indispensable para hacerle frente a este fenómeno. Desde 2019 se ha pasado de 174 a 265 agentes, sobre todo en los distritos del sur y del este, donde el número de efectivos ha crecido en un 75%. «Así, hoy contamos con 12 agentes tutores por cada comisaría de distrito, que trabajan en la prevención de vulnerabilidades y situaciones de riesgo, siempre desde la cercanía a los centros y a vosotros, los alumnos», señaló la vicealcaldesa.

El trabajo de los agentes tutores en este programa, explican desde Cibeles, cuenta con varias vertientes: en primer lugar, difunden el programa en los diferentes centros educativos, complementando las diferentes formaciones relacionadas con el acoso escolar; después, cuando el centro quiere participar, la formación a la comunidad educativa –y la específica a los alumnos que se van a convertir en mediadores– la imparten los agentes tutores de la Sección de Convivencia y Prevención de Policía Municipal.

Presencia constante

Esto, añaden, se traduce en una presencia constante en el centro de los policías encargados de la formación de los mediadores, logrando «una conexión de todas las partes involucradas». Sobre todo para conseguir que la perspectiva del conflicto «como algo negativo varíe, interiorizando que es necesario abordarlo para lograr que se resuelva de forma pacífica, utilizándose para ello los principios de la mediación (voluntariedad de todos los participantes, imparcialidad de los mediadores y confidencialidad de lo tratado en la mediación».

A lo largo de toda la formación, además, se insiste en la gravedad que supone llegar al acoso escolar. Así, si no se puede atajar antes y se llega a una situación más grave, lo que se obtiene con los mediadores es información de lo que está ocurriendo para abordar la situación a otro nivel.