La revolución del fruto seco

El fruto seco también tiene sequito gastronómico. Dos libaneses afincados en Madrid desde hace un lustro llamados Dany Sarrouf y Marwan Riachi, continúan la tradición de su país que habla de los tostadores como personajes importantes y cargados de cultura. Los habituales de los bares y de los tradicionales y ya gastados pub, hemos tomados unas avellanas, unas almendras del alterne, o una pincelada salada para animarnos a jugar al billar, al ligoteo o simplemente a pasar esos bonitos ratos fuera de casa.

La pareja de raíz libanesa ha descubierto que en nuestro país había una carencia cultural. El fruto seco realmente se ha tomado frito, y no como se ha venido ejecutando artesanalmente en lo que fue considerado la pequeña Suiza del Oriente Medio. En Madrid, ahora no por capricho considerada la meca de la buena vida internacional, estos emprendedores le dan gloria al fruto seco.

El objetivo de este espacio es «romper tópicos en torno a los frutos secos (como que engordan), educar sobre su consumo (mejor al natural o tostados al momento que fritos) y poner en valor sus propiedades tanto organolépticas como nutricionales, recurriendo para ello a un producto fresco, de máxima calidad, seleccionado de su mejor origen posible y tratado de manera artesanal», explica la compañía.

Nutnut es la marca y para darle fiesta hay más de un centenar de versiones, entre frutos secos de cáscara dura (almendras, nueces, pistachos, cacahuetes, anacardos, avellanas, etc.) y frutas desecadas (como arándanos, dátiles, ciruelas pasas, coco y pasas sultanas, entre otras muchas), que se dispensan a granel en un packaging de diseño. Además todo se puede preparar como un traje a medida por un gourmet cada vez más especializado, donde se destaca según se nos llama la atención, la combinación llamada del corazón, que además de ser ideal para los sentimientos, resulta muy buena para no pasar por las urgencias médicas. En estas fechas de Navidad la casa ha preparado una caja de esas que conquistan a suegras y novios despistados. Negra y Deluxe. Ese elegante formato resume mejor que nada los gustos de un buscador gourmet que quiere pegarse una pasada con anacardos, trufas, y ricas interpretaciones especiadas.

Hay que apuntar que la tienda de la calle Bravo Murillo numero 10, es la autentica casa matriz de unas tiendas que aspiran a ser «el corazón del fruto seco en el continente europeo», o donde los tostados son un arte. El wasabi, las imbatibles almendras con sabor a caramelo y sal, para ponerlas un piso, el fruto de café o las lujuriosas frambuesas con chocolate negro, piden paso para los hedonistas madrileños.

Este tinglado del fruto seco de esta marca aspiracional que está revolucionando el bocado del entreacto llamado snack, tiene además otras delegaciones en la calle Fernando IV número 8, y en Príncipe de Vergara número 30. Y para mayor alegría, también manejan el curry y el queso manchego. Tanto las dos cajas Deluxe Madrid y Beirut, como el resto de sus productos pueden solicitarlos también su página web (www.nutnutshop.com). Aún están a tiempo para que las pueden llevar en sus cargamentos los Reyes Magos.