Los secretos de la bandera y el escudo de Madrid y la letra del himno que ningún madrileño conoce

Pocos como Joaquín Leguina, presidente socialista de la Comunidad de Madrid, en aquellos años de inicio de la autonomía madrileña, para dejar constancia de los primeros momentos en que la región, como entidad autónoma, comenzó andar con independencia jurídica. Algo a lo que acompañó, como no podía ser de otra manera, los símbolos que aportan identidad a una comunidad autónoma. Así, la bandera, el himno o el escudo marcaron e identificaron a la región frente a los otros entes territoriales del entorno madrileño.

En este sentido, Leguina, este mismo viernes 24 de febrero de 2023, durante los actos en la Real Casa de Correos, en el recuerdo de aquellos primeros momentos del Estatuto, apuntó las preguntas que se le hicieron sobre la conveniencia o no de las estrellas en la bandera autonómica y cómo, desde la Embajada de los Estados Unidos, se le dio la mejor respuesta: «Sí a las estrellas en las banderas, y se lo decimos desde EEUU, el país que más estrellas de cinco puntas tiene».

Unas señas de identidad entre las que destaca la bandera en esa nueva entidad autónoma, con independencia jurídica, que se denominó Comunidad de Madrid, pero hay más. Así, la bandera, el himno o el escudo marcaron la diferenciaron frente a las otras autonomías.

En su origen, la bandera, no era como la conocemos en la actualidad, roja y con siete estrellas blancas. Fue el 23 de diciembre de 1983 cuando se aprobó la ley que regula la simbología de la región: tanto la bandera, como el escudo e himno.

El artículo 4 de la Constitución Española, en 1978, precisaba del establecimiento de los símbolos mediante Ley. El primero, establece que la bandera de la Comunidad de Madrid «es roja carmesí, con siete estrellas en plata, de cinco puntas, colocadas cuatro y tres, en el centro del lienzo». Después detalla que el color rojo se debe a que Madrid «es un pueblo castellano y que castellana ha sido su historia». La Comunidad expresa, de esta forma, sus rasgos esenciales; «aunque evidentemente el desarrollo económico y de población haya sido diverso».

Pero no siempre fue de este color, antes de 1983 era verde con un escudo de las localidades más importantes del territorio, aquellas con sedes de partido judicial. En el caso de Madrid fueron las imágenes de Alcalá de Henares, Navalcarnero, San Lorenzo de El Escorial, Colmenar Viejo y Aranjuez. Todo ello, bajo una corona real.

Por su parte, las siete estrellas proceden del escudo de la villa de Madrid que «se ven extendidas al resto de la Comunidad Autónoma». No obstante, la norma no da más detalles al respecto. Sin embargo, los historiadores coinciden en que las estrellas representan a la constelación de la Osa Mayor. Mientras que las cinco puntas hacen alusión a las provincias que limitan la región: Ávila, Segovia, Guadalajara, Cuenca y Toledo.

La calle San Bernardo fue testigo de la primera vez que se izó tal y como la conocemos hoy en día, el 31 de enero de 1984 en la sede de la Asamblea de Madrid.

Respecto al himno, ese gran desconocido para tantos madrileños, sobre su origen, se sabe que el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, que llegó al poder en 1983, encargó al gramático, poeta, dramaturgo, ensayista, filósofo y pensador Agustín García Calvo la composición del himno. Sobre aquello, cierto o no, muchos aseguran que aceptó por un precio simbólico de una peseta. Más conocido que el himno, el escudo de la región forma parte de todos los actos legislativos y jurídicos que marcan el día a día de los ciudadanos. Con este escudo están familiarizados los madrileños pues la ley ha hecho historia y vida de la región.

Este viernes, durante el acto de homenaje en la Real Casa de Correos a todos aquellos que alumbraron la autonomía madrileña, no faltó el recuerdo al gran García Calvo. A su humor. A ese final del desconocido himno que acaba con cierta sorna, tan madrileña, de la frase «¡De Madrid al cielo!».