Controvertidas obras en el centro de Madrid

Los vecinos de Ponzano temen más ruidos por la ampliación de las aceras

La Asociación Vecinas El Organillo considera "innecesaria" una "obra pensada solo para poner terrazas" en una de las calles con más bares de Madrid

La ampliación de 3 a 5 metros delas aceras de la calle Ponzano y los árboles rodeados de adoquines que evitan el desnivel de las macetas de tierra hacen sospechar a la Asociación Vecinal El Organillo que se pondrán terrazas y los problemas de ruido de los vecinos se multiplicarán. Tras las obras que la Junta del Distrito de Chamberí tiene previsto terminar este mes, Pilar Rodríguez, portavoz de El Organillo, tiene claro que “se concederá licencia para que los hosteleros monten sus terrazas”.

“Todo hace indicar que la ampliación de las aceras está pensada para aumentar el negocio de la hostelería en Ponzano, sin tener en cuenta a los vecinos ya que los problemas de ruido aumentarían muchísimo”, explica Rodríguez. Mientras señala el espacio de varios metros cuadrados en la esquina de Ponzano con Bretón de los Herreros, Rodríguez denuncia que “aquí había bancos y maceteros que no se van a volver a colocar para dejar espacio a las terrazas”.

Ante los temores de la Asociación Vecinal El Organillo de que las terrazas aumenten sus recurrentes problemas de ruido cada fin de semana, el concejal presidente del Distrito de Chamberí, Javier Ramírez, deja abierta la posibilidad de conceder licencias para montar terrazas en la calle Ponzano: “A día de hoy no hay más terrazas y cumpliremos la normativa municipal”. Ramírez defiende que “se ha creado una Zona de Protección Acústica Especial en esta zona de Trafalgar y Ríos Rosas”: “Chamberí es la zona más protegida acústicamente de Madrid con dos Zonas de Protección Acústica Especial”. Rodríguez rebate que “quieren montar un botellón legalizado con las terrazas y la gente con las copas fumando en la puerta de los bares”. Rodríguez detalla sus sospechas señalando que "la ampliación de aceras en Ponzano solo se han hecho del número 1 al 60, donde están la mayoría de bares".

Reportaje obras en la calle Ponzano de Madrid
Reportaje obras en la calle Ponzano de MadridJ. Fdez.-LargoLa Razón

Pese a que los vecinos se sorprenden al ver árboles rodeados de adoquines, Ramírez defiende que “son baldosas drenantes realizadas según el informe de la Dirección General de Zonas Verdes” del Ayuntamiento de Madrid. Pese a admitir que no es experta en jardinería, Rodríguez señala un alcorque fino con los adoquines pegados a su tronco: “Es de sentido común que un árbol necesita espacio para crecer. Si noes para dejar el suelo liso para las terrazas, ¿por qué solo en esta zona del barrio han puesto los árboles así y no en las macetas de tierra como toda la vida?”.

Tras la etapa de las terrazas concedidas para paliar los daños de la pandemia en la que se colocaron “unas 45 terrazas con cientos de mesas”, Rodríguez explica que “Ponzano había vuelto atener muy pocas terrazas porque no había espacio en la acera”. El propietario de Taberna La Riverita y el Restaurante Candeli en los números 31 y 47 de la calle Ponzano respectivamente, Francisco Rivera, considera que “esta calle estaba muy mal y necesitaba una reforma, pero a nadie le gustan las obras”.

Varios peatones caminan en la calle Ponzano en el centro de Madrid esquivando las obras de ampliación de las aceras.
Varios peatones caminan en la calle Ponzano en el centro de Madrid esquivando las obras de ampliación de las aceras.Javier VillaverdeLa Razón

“Entiendo las molestias, pero el concejal ha hecho que está calle entre en el siglo XXI”, resume este hostelero de 48 años. Tras cinco meses “malos por las obras” en los que Rivera ha perdido “aproximadamente el 30% de los ingresos”, Rivera explica que “pedirá poner mesas de terraza”. Aunque habrá espacio para “unas cinco mesas”, Rivera espera que le dejen poner “dos o tres mesas debido a las restricciones por ruido”. Marco, conserje de la calle Ponzano 59, cuenta que “los hosteleros dicen que después de las obras vendrán las terrazas”.

Rivera defiende que “los bares cumplen la normativa”, mientras que Rodríguez denuncia que “el concejal se ha negado a señalizar en el suelo el espacio cedido a las terrazas porque la obra está pensada para los hosteleros”. Debajo de un cartel en un balcón que reza ‘Ruidos SOS Chamberí’, Rodríguez admite que “los problemas de ruido no vienen de este gobierno ni del anterior”: “Llevamos así desde 2014. Entre el 1 y el 60 de Ponzano teníamos 15 bares, ahora tenemos más de 60 bares, locales de copas y 4 discotecas”. Nicolás Bosy, vecino de 33 años que vive en Bretón de los Herreros, calle perpendicular a Ponzano, cuenta que "los viernes y sábados hasta las 4 de la mañana mucho ruido con la gente bebiendo copas en la puerta de los locales".

Pese a vivir al lado de una de las calles con más bares de Madrid, Bosy no sufre el ruido "porque mi casa da a un patio interior": "Entiendo las quejas por el ruido de los vecinos. Yo mismo he estado de copas por aquí y he estado bebiendo en la calle mientras charlaba y fumaba un cigarrillo. Con tantos bares es difícil no molestar a los vecinos". Rivera considera que “se deben defender los 5.000 empleos directos de los 81 bares entre el 1 y 100 de la calle Ponzano”: “El Organillo protesta mucho pero no representa a todos los vecinos”. Rodríguez defiende que “nos movemos por las necesidades de los vecinos”: “No estamos en contra del negocio hostelero, pero necesitamos un equilibrio entre hostelería y nuestro derecho al descanso y a una vida saludable”.