Los lunes al sol
Villacís se recoloca en la carrera electoral con la promesa de vivienda para los jóvenes
La vicealcaldesa ha tenido menos clá que Ione Belarra e Irene Montero en el Congreso en la primera votación de la reforma de la Ley del Sí es Sí
La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha tomado impulso en su carrera por salvar las siglas de Ciudadanos en la capital y ha anunciado un programa de avales para que menores de 35 años puedan pagar la entrada de una vivienda en la ciudad. La líder de los naranjas en Cibeles ha elegido la vivienda para reposicionarse en el mapa electoral madrileño después de la crisis originada por su supuesta intención de ser una corriente dentro del Partido Popular. Frente a la dirección tomada por Martínez-Almeida en defensa de las políticas ambientales o la apuesta por las bicicletas, Villacís se ha desmarcado con un asunto que preocupa a los jóvenes y que tiene recorrido político, a tenor del choque de trenes que se prevé entre el bloque de coalición de PSOE y Podemos en el Gobierno.
La vicealcaldesa ha lanzado su programa de avales para adelantar la entrada en la compraventa de viviendas en la capital a menores de 35 años donde el consistorio asumirá el 20 por ciento de esa entrada mediante aval con créditos ICO, invirtiendo 30 millones de euros al año y ha querido lanzarle un zasca a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien le cerró la puerta a su posible entrada en el PP madrileño. Mientras la medida anunciada por la presidenta es de «tres millones de euros» –dice–, el de ella prevé diez veces más, un «tú te lo pierdes, Ayuso» en forma de promesa electoral que ha recibido pocos apoyos públicos por parte de sus concejales. Unos haciendo cola para integrarse en las filas populares, otros de perfil a ver qué pasa el 28 M y los demás aún con la conmoción de su supuesta jugada por pasarse al PP, lo cierto es que la vicealcaldesa ha tenido menos clá que Ione Belarra e Irene Montero en el Congreso en la primera votación de la reforma de la Ley del Sí es Sí. Por el contrario, la maquinaria popular salió a jalear a su presidenta nada más anunciar que llevará a la Justicia la Ley de Vivienda de Sánchez. En la primera planta de Génova es ver a su jefa criticar al presidente del Gobierno y empezar a preparar el balcón de las victorias que se ubica en el despacho de los líderes.
Aún no se ha aprobado la Ley nacional y Ayuso ya aventura el «robo de cartera». A la invasión de competencias autonómicas, la madrileña añade otro agravante: «Es un ataque frontal e inaceptable contra la libertad de la propiedad que es un derecho constitucional y encima va a encarecer la vivienda porque va a frenar el desarrollo». El tope a los alquileres fijado por el Gobierno ha provocado la reducción de la oferta y la subida de los precios en Madrid, asfixiando aún más las economías familiares. Mientras el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos se enzarza en defender sus cuotas en la nueva Ley, que vaga desde hace un año por el Congreso, Ayuso ha aprovechado para colarse en el debate nacional y marcar agenda también con el anuncio de la entrega a finales de año de las primeras viviendas del Plan Vive que permiten alquileres a bajo precio por debajo de los del mercado. El alcalde de Madrid también se ha ocupado de una de las principales preocupaciones de los vecinos, pero desajustado en el guion de la oportunidad, no ha logrado capitalizar las iniciativas. Hace tres días, lo intentó pero con un triple mortal, esta vez en el discurso. «El futuro de la ciudad de Madrid pasa por los desarrollos del sureste», unos proyectos que «marcan cuáles son las líneas de actuación en el ámbito urbanístico», dijo. Sin las juntas de compensación «sería imposible» que la ciudad tuviera «capacidad de producir 120.000 viviendas y, por tanto, de solucionar de manera definitiva el problema más acuciante con el que se enfrentan las grandes ciudades para poder atraer talento que es la vivienda». Pues eso.
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