Medio Ambiente

Aceite industrial usado: de residuo contaminante a nueva materia prima

La gestión adecuada de este peligroso residuo permite que se pueda emplear de nuevo en la fabricación de lubricantes para motores. SIGAUS organiza el proceso que lo hace posible

En el laboratorio se comprueba el resultado del proceso: a la izquierda, el aceite tal como llega a la planta. A la derecha, la base lubricante regenerada
En el laboratorio se comprueba el resultado del proceso: a la izquierda, el aceite tal como llega a la planta. A la derecha, la base lubricante regeneradaLa Razón

Un buen ejemplo de lo que significa la economía circular. El aceite industrial usado es el que ha servido para lubricar todo tipo de motores y SIGAUS, la entidad que se ocupa de garantizar la recogida y gestión de este residuo en España, acaba de presentar los resultados de su trabajo en 2020. Un año en el que, a pesar de las difíciles circunstancias, el proceso continuó desarrollándose dado que la recogida y gestión de residuos fue considerada una actividad esencial durante el confinamiento.

Así, de las 264.717 toneladas de aceite industrial comercializadas por las empresas adheridas al sistema de SIGAUS el año pasado (un 11 por ciento menos que en 2019), 147.381 fueron recuperadas como residuo bruto. Tras eliminar agua y otros sedimentos, finalmente se gestionaron 121.000 toneladas. El 74 por ciento de ellas, es decir 88.373, fueron destinadas al tratamiento de regeneración (superando en un 9 por ciento la tasa que exige la normativa), tras lo cual 55.321 fueron devueltas al mercado como nuevos lubricantes. Además, todo ello evitó la emisión de casi 59.000 toneladas de CO2.

Este residuo es uno de los más contaminantes que existen y procede mayoritariamente de los talleres mecánicos y de maquinaria industrial, pero también se genera en hostelería, agricultura, construcción, transporte y comercio, entre otros sectores.

Durante su uso al lubricar los motores se degrada y, con la exposición a las altas temperaturas y la presión dentro de los motores, se va cargando de diversas sustancias tóxicas como cloro, azufre y otros hidrocarburos, y de metales pesados, como plomo, cadmio o cromo. Sin embargo, puede ser aprovechado al 100 por 100 para fabricar lubricante nuevo o como combustible alternativo.

En el primer caso, el residuo es sometido a un proceso de regeneración, la opción ambientalmente más recomendable y la que prioriza la normativa española. Consiste en eliminar el agua, los aditivos, los metales pesados y otros sedimentos, y de este proceso se obtiene una base lubricante de alta calidad apta para fabricar nuevos aceites lubricantes. Con tres litros de aceite usado se obtienen 2 de uno nuevo, mientras que para conseguir la misma cantidad a partir del primer refino de petróleo se necesitan 140 litros. Además, cada tonelada de aceite regenerado evita la emisión de tres de CO2.

El residuo que no puede ser regenerado se somete a procesos que posibilitan su aprovechamiento como combustible alternativo al fuel óleo industrial. En 2020 fueron 31.600 toneladas de este residuo las que se dedicaron a este fin.

Pero, hasta llegar a ese punto, antes se ha tenido que producir toda una cadena de acciones en la que participan las 160 empresas gestoras de diversos tipos y 199 instalaciones repartidas por toda España que forman parte de la red de SIGAUS y se encargan de todas las labores de la gestión: recogida, transporte, almacenamiento, análisis, tratamiento, y regeneración o reciclado.

La cadena comienza con la recogida del residuo en alguno de los más de 67.000 puntos productores, repartidos en 4.800 municipios. De los que 3.500 son rurales y, de ellos, 2.500 están en zonas de montaña o con escasa población. Otro dato: 4.600 toneladas se recogieron en el entorno de espacios protegidos. Lo que indica también dos cosas: una, que además de en muy diversas actividades y sectores, este residuo se genera de forma muy dispersa y desigual en el territorio; y la otra, que el servicio de recogida requiere una logística muy compleja, precisa y costosa. Eso sí, todo ello permite que el círculo se cierre de principio a fin. Con lo que SIGAUS consigue su objetivo fundamental.