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Medio Ambiente
Nuevas nucleares: un halo de esperanza
La energía nuclear no emite CO2 y es barata, sólo que está afectada en su imagen por problemas derivados de la seguridad y el almacenamiento de los residuos. Ambos son objetivos a superar en los proyectos de mini-centrales atómicas de reactores de sal fundida, instaladas en barco o cerca del mar, que actúan como refrigerante, impidiendo que el reactor pueda explotar o incendiarse. Asimismo, se abastecen del combustible ya gastado, eliminando los residuos, al tiempo que generan agua desalada e hidrógeno. Si hay un maremoto o tsunami, el problema de la seguridad persiste, pero tal y como están los tiempos, con los actuales precios de la luz y del gas natural, parece un avance más que prometedor para complementar a las energías renovables.
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