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El campo se une en protesta por «su supervivencia»

La plataforma SOS Rural se presenta en Madrid con esta manifestación que une a cientos de organizaciones agrarias y del mundo rural. Inspirados en el partido BBB holandés no descartan convertirse en fuerza política

Placas solares en el rural
El mundo rural emplea a unas 2.412.400 personas. El 85% del territorio español es rural y en él viven más de 7.5 millones de personasArchivoLa Razón

Este domingo 14 de mayo el mundo rural está citado en Madrid en una manifestación «en defensa de su modo de vida, de su aportación a la economía española y al cuidado de los campos y bosques gracias a su actividad». Con este texto de convocatoria, la plataforma SOS Rural quiere darse a conocer en un acto que la organización espera multitudinario. «Se ha confirmado la asistencia de representantes del sector agrario de uva y cereales de Cataluña; de los productores de cítricos valencianos, agricultores del Campo de Cartagena, de Almería, de la zona tropical de Málaga y de fresa de Huelva. De Extremadura vienen representantes del sector del tabaco, el pimentón y la cereza. Además, vienen unos 500 ganaderos de Asturias, de Galicia, de la Asociación Nacional de Productores de Leche, la marea naranja de cazadores y la marea azul», dice Carlos Bueno, portavoz de la plataforma. El nacimiento de esta organización es reciente, hace tan solo un mes se presentaban en rueda de prensa y ahora lo hace ante el gran público con esta convocatoria en las calles. «Somos una organización independiente y apolítica que quiere unir a diferentes colectivos que tienen en común la vida en el campo», detalla Bueno.

¿Qué reivindica?

La del domingo es una protesta para pedir en muchos puntos cambios reales de algunas leyes con las que este colectivo no está de acuerdo. La primera, comentan, la Ley de la Cadena Alimentaria porque no se está cumpliendo. «Algunas materias primas se han encarecido hasta un 200%. Es el caso de los fertilizantes o el gasóleo. Y sin embargo, en muchos casos los productores están vendiendo a pérdida, mientras que para el consumidor final la cesta de la compra se incrementa. A pesar de que las normas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria son recientes, no responden a los problemas del campo. Es la economía rural la que soporta, junto a los consumidores, las subidas de precio que amenazan la subsistencia de agricultores y ganaderos», explican desde la plataforma. Otras reivindicaciones tienen que ver con los acuerdos de Europa con terceros países o la instalación de energías renovables. «España ha sido hasta ahora la huerta de Europa; nuestra producción era prioritaria para los mercados europeos. Sin embargo, están entrando cada vez más productos de terceros países como Marruecos o Sudáfrica a un precio mucho menor y que no responden a las mismas exigencias regulatorias. Carece de todo sentido restringir la agricultura mediante normas cada vez más estrictas mientras se importan productos agrícolas de regiones fuera de la Unión Europea con normas menos estrictas. Pero es que, además, denunciamos que se estén primando intereses de grandes fondos de inversión en la instalación de energías renovables o casos como la reciente aprobación en Castilla-La Mancha, de la Ley de Agricultura Familiar que ve posible la expropiación de terrenos infrautilizados. Pedimos la prohibición por ley de cualquier uso industrial que sustituya tierras de regadío», comenta Bueno.

La manifestación del domingo no contará con la participación de ninguna de las grandes organizaciones agrarias, ni la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ni la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) ni La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). «Hemos decidido centrarnos en negociar con el Gobierno el nuevo Decreto de Sequía con ayudas directas y rebajas fiscales y no salir en esta manifestación. Sin embargo, nunca hemos dejado de estar en la calle. Estos meses hemos salido por muchas ciudades para apoyar al sector apícola ante la falta de controles en las fronteras y el fraude en las importaciones de miel que confirma un informe de la Comisión Europea. Según la investigación de la Comisión, casi un 50% de las importaciones estarían adulteradas y compuestas por siropes y sucedáneos que están siendo comercializados como «miel» más barata. También estamos muy presentes en las protestas en Andalucía por la bajada del precio de compra de leche y apoyamos a los afectados por las plagas de conejos que este año están provocando numerosas pérdidas en frutales o leñosos, etc.», dicen en COAG.

A pesar de la ausencia, SOS Rural espera una participación importante este próximo domingo e, incluso, no descartan convertirse en un futuro en fuerza política, inspirados por lo que ha ocurrido en las últimas elecciones en Holanda con el partido BBB (Movimiento Campesino Ciudadano). Este partido acaba de ganar las elecciones regionales con el 19% de los votos y 15 escaños de los 75 del Senado y nació también la calle como movimiento de protesta. La razón que inspiró su nacimiento fue la decisión del gobierno holandés de reducir el 30% de las cabezas de ganado del país y cerrar las 3.000 granjas más contaminantes como parte de su política para minimizar las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Hay que recordar que el gobierno holandés respondía con estas medidas a una sentencia de su Tribunal de Cuentas que les exigía actuar contra las emisiones. «Estamos presentes en Bruselas donde se fraguan estas normas antes de que lleguen a los estados miembros y mantenemos contacto con otros movimientos semejantes de Europa, como los chalecos amarillos franceses, que comenzaron sus protestas en las calles ante la subida de los precios de los combustibles y por el sentimiento de abandono de las zonas rurales. También estamos en contacto con italianos, alemanes y con el BBB. En general la sensación de malestar del campo en toda la UE y las reivindicaciones son las mismas», comenta Bueno.

El campo europeo

Quizá el de Holanda sea el ejemplo más simbólico de los roces sociales que está provocando la transición ecológica en el sector agroalimentario europeo, pero no es el único. Lo cierto es que desde que hace tres años se aprobara el ambicioso Pacto Verde, las manifestaciones no han cesado en todo el continente y, como dicen algunos analistas, quizá se debe simplemente a que no se han explicado bien las reformas. Sean la causa o no, y aunque las reformas tengan el aval de la ciencia y la Comisión, diversas organizaciones del medio rural europeo se están alzando contra unas normativas que entienden como un ataque.

En Bélgica han sido recurrentes las tractoradas, pero también ha habido protestas en Alemania, Francia o Portugal. Más recientemente Polonia, Eslovaquia, Hungría y Bulgaria han decidido imponer un veto a la entrada de cereales, carnes o lácteos de Ucrania. La UE quiso ayudar a sacar el grano del país cuando inició la guerra para que este producto pudiera llegar a terceros países que dependen de su importación. Ucrania es conocida como el granero de Europa y produce cereal para alimentar a 500 millones de personas al año. Sin embargo, este grano barato ha saturado los mercados de estos países, porque en lugar de seguir trayecto hasta llegar a su destino final en Egipto o Pakistán como estaba pensado, se ha quedado en estos mercados nacionales provocando fuertes caídas de precios. En el caso de Polonia (donde incluso ha dimitido el ministro de Agricultura) o Eslovaquia, este año se celebran elecciones y el voto rural es decisivo.

Incluso en Irlanda la vieja organización de agricultores Macra na Feirme ha emprendido una marcha hacia Dublín para exigir al gobierno más apoyo a los agricultores y las comunidades rurales. «Estamos marchando por Irlanda rural. Estamos marchando por el futuro de los jóvenes rurales», declaraba a medios locales un portavoz de la organización.

Cuantiosas pérdidas por la sequía

COAG calcula que la sequía afecta ya al 80% del campo español, cuando hace menos de un mes esta cifra estaba en el 60%. En ese sentido, ayer el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto-ley que contempla una inversión de 2.190 millones de euros para afrontar la sequía y aumentar la disponibilidad de recursos hídricos. Entre otras medidas prevé duplicar el volumen de agua reutilizada, la aceleración de la construcción de nuevas plantas desalinizadoras en Levante y Cataluña o un trasvase para abastecer Matalascañas y quitar presión sobre el acuífero de Doñana.