Medioambiente
Freno al uso de las bolsas de plástico
Su impacto en la naturaleza y la salud humana obliga a replantear su uso y la gestión de sus residuos
El plástico es un material barato y resistente y su utilización ha sido cada vez más frecuente desde los años setenta hasta la primera década del siglo XXI.Sin embargo, su gran impacto negativo en la naturaleza y la salud humana obliga a replantear su uso y la gestión de sus residuos.
Con el objetivo de frenar de manera drástica su utilización, la Unión Europea se ha marcado como objetivo que todos los plásticos sean reciclables antes del año 2030 y ha elaborado una estrategia de acción para lograrlo.
La estrategia parece que, aunque lentamente y de manera muy desigual, empieza a dar sus frutos. Desde 2018 hasta hoy, en la Unión Europea, el consumo de bolsas ligeras de plástico (LPCB de entre 15 y menos de 50 micras de espesor) ha disminuido constantemente. En la actualidad, todos los países de la UE cuentan con medidas de reducción del consumo exigidas por la directiva sobre bolsas de plástico, cuyo objetivo es reducir el consumo de LPCB para que no supere las 40 bolsas por persona y año.
Aunque por países las cifras son muy dispares, la Unión aún está lejos de alcanzar la meta propuesta. De acuerdo con los últimos datos publicados por Eurostat, cada ciudadano de la UE consumió en 2022 una media de 66,6 bolsas de plástico ligeras, lo que supone una disminución de 10,8 bolsas (-14 %) por persona en comparación con 2021. En total, en todo el año se consumieron en la UE 29.800 millones de bolsas de plástico ligeras lo que supone una disminución de 4.700 millones de bolsas con respecto a 2021.
Entre los países de la UE con datos disponibles, los países que informaron un menor consumo fueron Bélgica (4 bolsas por persona), Polonia (7) y Portugal (13). En el otro lado de la lista se situaron Lituania (249 bolsas), Letonia (193) y Chequia (185), y la mayor parte del consumo se relacionó con bolsas de plástico muy ligeras (VLPCB),
Por su parte España reportó un consumo anual de 95 bolsas por persona, aunque más que el dato en sí, lo importante es la tendencia que en los últimos años muestra una reducción constante en su consumo, que en 2018 era de 186 por persona, es decir ha disminuido su consumo prácticamente a la mitad.
En esta variación en el consumo per cápita en los distintos países de la UE, influyen distintos factores que van desde que no existe un método unificado de cálculo para todos los países de la Unión, pasando porque algunos países aplicaron medidas de reducción en breves periodos de tiempo, mientras que otros lo hicieron durante un período más prolongado, hasta circunstancias económicas, sociales y políticas.
A pesar de todos los esfuerzos, los plásticos de un solo uso, como pueden ser las bolsas, suponen un tercio de los residuos plásticos que se consume en el mundo. La mayor parte de estas bolsas no se reutilizan ni se reciclan, sino que son desechadas inmediatamente terminando en los basureros o en el mar.
La situación en el mundo
Si a nivel europeo las cifras son preocupantes, a nivel mundial resultan alarmantes. Se consumen aproximadamente 5 billones de bolsas de plástico al año, lo que equivale a casi 10 millones por minuto, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y, según Greenpeace, solo se recicla un 7 por ciento.
A estos 10 millones de bolsas por minuto hay que añadir que el tiempo medio de utilización de cada una de ellas es de 15 minutos y la mayor parte (8.000 millones) no se reutilizan ni se reciclan, sino que terminan en los basureros o en el mar.
Si a esta ecuación se suma el hecho de que los residuos platicos tardan entre 50 y más de cien años en desaparecer, no resulta nada descabellado pensar, como así lo aseguran estimaciones de Naciones Unidas, que, de continuar con la tendencia actual, los océanos contendrán más plásticos que peces en apenas 25 años.
En opinión de Minna Epps, directora del Programa Mundial Marino y Polar de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza, (UICN) "La contaminación de plásticos puede causar daños a largo plazo a los ecosistemas terrestres y marinos y en la biodiversidad. Los animales marinos pueden enredarse o tragar los desechos plásticos, y finalmente terminar muriendo de agotamiento e inanición.
Además, continúa Epps, los desechos plásticos liberan en el medio ambiente sustancias químicas como suavizantes o ‘retardantes’ del fuego, que pueden ser perjudiciales tanto para los ecosistemas como para la salud humana. Las medidas actuales y previstas no son suficientes para reducir los vertidos de plástico y evitar estos impactos",
Alternativas sostenibles
Antonio Troya, director del Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN pone el énfasis en que “Los gobiernos, el sector privado, las instituciones de investigación, y otras industrias y consumidores deben trabajar en colaboración para rediseñar procesos y cadenas de suministro, invertir en innovación y adoptar patrones de consumo sostenibles y mejores prácticas de gestión de residuos para cerrar el ‘grifo de plástico’”.
La prevención, reducción y gestión de residuos es una asignatura pendiente que es cosa de muchos. Los cambios en las prácticas comerciales y de los consumidores deben ser respaldados y, en algunos casos, impulsados por políticas públicas que fomenten la producción y el consumo sostenibles.
Por su parte los consumidores deben ejercer su influencia rechazando materiales plásticos en envases y bolsas de un solo uso y los fabricantes deben responsabilizarse a la hora de elaborar y envasar sus productos de consumo.
Empresas comprometidas
Las empresas, también pueden llevar a cabo labores de concienciación y divulgación, acometiendo distintas iniciativas. Este es el caso de Naturgy que ofrece iniciativas y servicios que buscan conectar a empresas con emprendedores que desarrollan productos sostenibles.
Naturgy también participa en campañas de concienciación facilitando consejos para reducir el consumo de plástico, optando por alternativas reutilizables como bolsas de tela o el uso de recipientes reutilizables para transportar o guardar alimentos; buscando productos con menos envoltorios plásticos o eligiendo opciones a granel. Así como, reciclar adecuadamente y consumir de manera responsable.
Además, Naturgy ofrece servicios como Servielectric Xpress, que incluye reparaciones de electrodomésticos y equipos que pueden ayudar a reducir el consumo de energía y, por lo tanto, la huella de carbono. También presta servicios de mantenimiento del hogar que pueden ayudar a prevenir fugas de agua y gas, contribuyendo a la eficiencia energética y a la reducción del desperdicio.