Messi revive viejos fantasmas

La mano en el muslo izquierdo, en la parte de atrás. Molestaba. Otra vez ese ligero pinchazo suficiente para ser un incordio. Messi se tocó la zona en varias ocasiones en el duelo de ida de la Supercopa de España, contra el Atlético, y no salió al campo en el descanso. «Cuando hay una lesión y al jugador le impide maniobrar con comodidad, no tiene mucho sentido dejarlo dentro de la cancha», explicó Tata Martino. Ayer fue a la clínica para conocer las causas del dolor. «Las pruebas realizadas han puesto de manifiesto un hematoma intramuscular postcontusional en el bíceps femoral del muslo izquierdo. La evolución clínica de este hematoma marcará la disponibilidad para el partido de este domingo en el campo del Málaga», dice el parte oficial del Barcelona. Traducido vendría a significar que la estrella azulgrana sólo sufre un golpe y que incluso podría llegar al próximo duelo, aunque siempre hay que tener cuidado con los partes médicos referidos al «10», que en los últimos tiempos no han sido del todo claros. Messi podría estar en La Rosaleda, pero las señales que le manda el cuerpo desde finales del curso pasado no son positivas.

La última vez que disputó un partido completo en Liga fue el 30 de marzo, en la jornada 30. Después también jugó los 90 minutos en la ida contra el Bayern Múnich (23 de abril), forzando, y en medio e incluso antes sólo salió desde el banquillo, aunque fuera cojo como ante el PSG, o desde el inicio para marcharse lesionado. Se perdió el final del campeonato doméstico y con su selección, en encuentros de clasificación para el Mundial de 2014, sólo apareció en las segundas partes.

El jugador muestra síntomas de fatiga muscular, algo que no le sucedía desde hace mucho tiempo. Está reviviendo fantasmas del pasado, porque en sus comienzos con la primera plantilla las molestias musculares eran continuas, alguna tan dolorosa como la que le impidió disputar la final de la Liga de Campeones de 2006. De ahí pasó al otro extremo. En la época de Guardiola parecía «inmortal». No tuvo ningún problema durante cuatro años, y eso que disputaba prácticamente todos los minutos. Tuvo un cambio de dieta y unas nuevas plantillas que le transformaron en un jugador diferente, hasta ahora.

Messi ha completado este año la pretemporada del Barça de principio a fin, aunque no ha sido la mejor preparación. «Entrenamos cuando podemos», se quejó Leo. En sus vacaciones también ha pasado mucho tiempo sobre el césped, aunque para jugar amistosos, y en aviones por actos promocionales. En total hizo unos 40.000 kilómetros. En la mezcla de todo ello puede encontrarse la explicación de que Messi no arranque. Si no juega en Málaga, pasará otra jornada sin que puede vérsele junto a Neymar (coincidieron cuatro minutos ante el Levante). «Es una pena no poder contar con él. Yo estoy aquí para ayudar a que siga siendo el mejor», dijo el brasileño tras el duelo con el Atlético, en el que dio un paso adelante, como el resto del equipo, para demostrarse que pueden competir bien sin su referente.