Se llama Roma y es el último deportivo salido de la factoría de Maranello, el pequeño pueblo cerca de Módena que es la sede de Ferrari. Un precioso coupé de líneas espectaculares y que se alimenta de un V-8 turbo de 620 caballos. Un modelo inspirado en la elegancia de la capital italiana de los años cincuenta y sesenta y que rompe algunos moldes de diseño de la casa del Cavallino Rampante. Ya esta disponible en España y la factura final supera ligeramente los doscientos mil euros.

Sus formas son espectaculares, con un frontal muy estilizado en donde destacan grandes entradas de aire para refrigeración del radiador y los frenos en la posición más baja, con parrilla de nido de abeja y una parrilla central de plástico con entradas esculpidas que son novedad en el diseño de Ferrari. También son novedad los frenos traseros que, casi por primera vez desde la salida del 308 de Pininfarina en los años setenta, no son redondos. Es cierto que ha habido excepciones, como en el Testarrossa o en el 348, pero los faros redondos eran casi una firma de la casa. Ahora no y estos faros del Roma forman parte del diseño aerodinámico de la parte posterior. A destacar los deflectores del flujo de aire en la parte más baja, realizados en fibra de carbono, junto con las protecciones de las salidas de escape. Bajo la luneta trasera, un alerón de fibra surge como elemento aerodinámico cuando aceleramos lo suficiente.

En el interior destacamos un nuevo diseño del habitáculo muy espectacular en donde se mantienen algunos detalles como el mando central en la forma de H de la regleta de cambio de los modelos más clásicos. Pero en cambio la instrumentación digital ha suprimido los relojes analógicos que se habían mantenido desde siempre. El Roma es, teóricamente, un 2+2. Pero no como lo concebimos en otros Ferrari como los 330 o 365 GT 2+2. Ni siquiera en los más modernos 456 o los Lusso. En este caso, las plazas traseras son más habitáculos para poder llevar algunas bolsas que espacio suficiente para poder viajar un adulto. En cuanto al maletero, de hasta 345 litros, es más espacioso de lo que a primera vista parece y puedes meter dentro dos maletas medianas y algún bulto más. Como siempre, Ferrari ofrece su juego de maletas para optimizar el espacio.

Pero como siempre ocurre en Ferrari, lo importante es lo que no se ve desde fuera. Situado en posición delantera/central, es decir, por detrás del eje delantero, se ha instalado un poderoso V-8 de 3.855cc, alimentado con un turbocompresor, que ofrece una potencia de 620 caballos a 7.500 vueltas. Con esta caballería puede pasar de 0 a 100 por hora en sólo 3,2 segundos y ponerse a 200 en 9,3 segundos. Pero no se para ahí, ya que su velocidad máxima es de 320 por hora. Todo ello se complementa con un cambio automático de 8 velocidades que pueden ser accionadas por unas grandes levas de fibra de carbono situadas tras el volante. Para facilitar la conducción en ciudad y reducir el consumo, incluye la función de “stop&go”.

El Roma tiene una línea espectacular, pero medidas muy ajustadas, como son 4,56 metros de largo po 1,97 de ancho y sólo 1,30 de alto. En la báscula da 1.72 kilos, con lo cual, la relación peso/potencia es de 2,37 kilos por caballos. Algo difícil de igualar hoy en día. Como lo es el privilegio y la satisfacción de poder conducir un Ferrari. Para casi todos, es un capricho inalcanzable. Pero nunca nadie dijo que la exclusividad fuera un asunto barato…