En el mercado de los automóviles «Premium», dominado en un 70% por las firmas alemanas, la irrupción de la francesa DS, la marca de lujo del grupo PSA (Citroën, Peugeot, Opel), ha supuesto un nuevo impulso. Su modelo DS7 se puede comparar con los SUV de mayor representación en el mercado, pero tiene la ventaja frente a sus competidores de un precio más ajustado, aunque sin ceder ni un ápice en los apartados de calidad de terminación y de la más avanzada tecnología.

Un ejemplo de ello es su última realización, el DS7 Crossback E-Tense 225, que conjuga, por una parte el diseño y el lujo francés, que se deja ver en todos los detalles, y por otro, la tecnología de un automóvil híbrido enchufable. Esta motorización le hace poseedor de la etiqueta cero con todas las ventajas que esto supone, tanto desde el punto de vista impositivo como de facilidad de circulación por el centro de las grandes ciudades y gratuidad de aparcamiento en las zonas reguladas.

El lujo de este DS es evidente tanto en el acertado diseño como en todos los detalles de la terminación interior. Los asientos eléctricos, impecablemente tapizados, o los diseños de todos los mandos, algo que demuestra el cuidado de las formas en todos los elementos por pequeños que sean, como los mandos de las ventanillas o de las luces. O en los grandes, como el reloj BRM que surge en el momento de apretar el botón de la puesta en marcha. Cuenta, además, con todos los sistemas habituales de ayudas a la conducción y de información y entretenimiento a través de una gran pantalla central, que facilita además las conexiones con la telefonía móvil. La suspensión inteligente y las luces «full led», que actúan como faros cuneteros en zonas de curvas, son dos de los ejemplos de equipamiento que se ofrecen sin coste adicional.

Innovación

Esta versión del DS7 Crossback está basada en la plataforma MP2 del grupo PSA, habilitada para la instalación conjunta de motores eléctricos y de combustión interna para conseguir un vehículo híbrido enchufable o, en la nomenclatura de DS, un E-Tense. Y la verdad es que nadie puede enseñar nada de esta tecnología a una marca como DS que ha vencido en estos dos últimos años el certamen mundial de la Fórmula E. Monoplazas similares a los de la F-1, pero movidos por motores eléctricos.

De esta forma, trabajan, conjuntamente, un motor eléctrico que rinde una potencia de 110 caballos y que va montado en posición delantera, con otro motor de gasolina de 1,6 litros con turbocompresor que entrega 180 caballos y que se complementan con una caja de cambios automática de 8 velocidades. Con el motor eléctrico, que es capaz de desarrollar una velocidad punta de 135 por hora, puede lograr una autonomía de 55 kilómetros. Las dos mecánicas unidas consiguen cifras muy impresionantes, como una aceleración de 0 a 100 en menos de nueve segundos, a pesar de que pesa unos 1.900 kilos, o unas emisiones de sólo 31 gramos y un consumo de 1,4 litros a los cien primeros kilómetros.

La recarga de su motor eléctrico se puede completar en unas 8 horas si utilizamos el enchufe doméstico, pero este espacio de tiempo se puede reducir a sólo dos horas si tenemos un «wallbox» de 7,4kw. Además, gracias a los diferentes modos de conducción, se puede regenerar la energía en las frenadas y retenciones, con lo que aumentaremos la autonomía eléctrica. En uno de los modos, puedes guardar energía eléctrica para utilizarla posteriormente si tienes que entrar en una zona restringida a emisiones.

Este DS7 225 se comercializa con cuatro niveles de acabados: «Be Chic», «So Chic», «Performance Line» y «Grand Chic». Todos ellos están muy bien equipados y la elección final depende de las exigencias del comprador, que se encuentra una gama de precios que oscila entre los 45.200 y 50.500 euros.

Es común en todas las variantes el diseño de un automóvil que se sale de la generalidad de las marcas habituales para dar a su poseedor un toque de exclusividad al que sólo acceden los que saben comparar todas las características de un automóvil y eligen la mejor opción.