El Rey entra a un restaurante de Madrid y el chef no da crédito: "No sabía si debía tener algo"

La imagen de un monarca, tradicionalmente ligada a los actos de Estado, se transforma cuando el Rey Felipe VI decide sentarse a la mesa de un restaurante. Estos encuentros, lejos de la formalidad de Palacio, no solo pintan un retrato más humano y cercano del Jefe de Estado, sino que generan una curiosidad notable en la población.

Esta fascinación va más allá de las costumbres reales, centrando el foco de atención en las preferencias culinarias y las interacciones con el entorno. Estos gestos cotidianos proporcionan una visión auténtica y poco común de la vida privada de los reyes. Un ejemplo ha sido la comentada visita de la familia real a un restaurante de Madrid y dónde el propio chef quedó fascinado.

La sorpresa en Poncio Madrid

Estar comiendo en tu restaurante favorito y que de repente entre el Rey Felipe Vi es algo que pasó en Poncio Madrid. Lejos de su agenda institucional, el monarca ha demostrado en varias ocasiones su gusto por la comida y las visitas espontáneas. Reconocido por su cocina de autor y distinguido con el Solete Repsol y la Guía Michelin, Poncio es una opción a la que cualquiera iría una vez en la vida.

Su chef, Rodrigo Carretero, relató la sorpresa que se llevó cuando los Reyes se presentaron en su local sin aviso, ni una reserva anticipada que delatara la identidad de ambos. "Estaba cocinando en la cocina y de repente apareció uno de mis camareros y me dice: tu rey está en la puerta. Me asomé y dije: 'La verdad es que se parece", comenta en un vídeo de TikTok.

La reacción fue tal, que el chef no sabía si necesitaba tener algo o seguir algún protocolo. "Llamé a mi mujer y la pregunte qué hacer y ella me dijo: 'Dale de comer", añadió. Para Rodrigo Carretero fue un honor servir a los reyes y destacó que "les encantó la comida y sobre todo el servicio. La verdad es que se parece Aquí la verdad atendemos a todos como reyes". En cuanto al menú, se sabe que los reyes disfrutaron de "costillas, entre otras cosas, la gilda por supuesto", detalló el chef.

Los gustos culinarios del Rey

El Rey Felipe siempre ha demostrado ser un verdadero conocedor y promotor de la gastronomía española. Sus visitas culinarias no solo reflejan los gustos personales del rey, sino también un apoyo a la riqueza de las cocinas regionales del país. Una de las vivitas más comentadas fue la del Rey a un bar de carretera: el Área 103. Situado en Almadrones, Guadalajara, este establecimiento es conocido como un lugar de paso para camioneros.

Sin embargo, su fama reside en sus deliciosos torreznos, los delicados pimientos de cristal y el lechazo de asado. Más al norte, el Rey visitó un restaurante en Asturias, donde mostró familiaridad con la cocina local. En él, degustó tablas de quesos asturianos, longaniza de Avilés, almejas y pastel de cabracho para compartir. El patrón general en las elecciones gastronómicas del Rey es una clara predilección por la cocina española tradicional y auténtica, a menudo centrada en especialidades regionales.