Dos versiones, un mismo carácter

Peugeot, tras la aparición del modelo Metropolis Allure y manteniendo siempre inalterable su formato, o sea, sus tres ruedas, ha conseguido con su nueva gama SW y GT, no solo refinar su comportamiento, sino también dotar a la SW de una mayor capacidad de carga y a la GT añadirle un plus de personalidad y de cierto carácter.

Un poco de historia para ubicarnos. Primero fue Italia quién debutó con el planteamiento de comercializar una moto con dos ruedas en el eje delantero y una en el trasero, una moto pensada y orientada para un público muy especial; un tipo de cliente urbano que requería un formato de transporte seguro, fácil de conducir, fiable y exento de problemas. Un perfil de cliente, al fin y al cabo, que en su mayoría, debutaba en el mundo de las dos ruedas, y la verdad, esas dos ruedas delanteras hacían de esta moto un vehículo seguro y muy práctico para los novatos. Poco a poco, ciudades como Roma y Milán, y poco más tarde Paris, solo por destacar algunas de ellas, fueron inundándose de este tipo de vehículos y, como es lógico, no tardaron ciertas marcas japonesas en apuntarse también al recién creado segmento de las “3 ruedas”. Había nacido así un nuevo mercado, en un principio urbano, pero capaz también de enfrentarse a mayores retos de movilidad.

Hoy, las dos nuevas versiones de la conocida Peugeot Metropolis 400i aportan las ya conocidas soluciones tecnológicas del anterior modelo Metropolis Allure: un motor adaptado a la estricta normativa Euro5; una más que completa conectividad, un atractivo, cómodo y elegante diseño con una gran capacidad de carga, así como también unas prestaciones dinámicas y un comportamiento en cualquier terreno, tanto en ciudad como en carretera al haber afinado el comportamiento del tren delantero, que ahora se muestra mucho más rígido y por ello, más estable.

En las nuevas Peugeot Metrópolis SW y GT se ha cuidado y mucho su diseño exterior, que no ha variado, pero que sí que ha ganado, por su decoración, un estilo propio. El frontal en el que se alojan los dos faros led, intermitentes, luces de posición y pantalla regulable, inequívocamente recuerda cualquier frontal de la actual gama de automóviles de esta misma marca; un diseño tan moderno como agresivo.

La nueva gama Metropolis, aparte de la Allure, crece con dos versiones: La GT y la SW. La descripción de la versión GT, con respecto a la SW, pese a que ambas comparten el diseño de su carrocería, que no pasa en absoluto desapercibida, radica en su capacidad de almacenamiento. Detalles como el suelo plano en el que se aloja un pedal del freno a la derecha, que apenas utilizarán los iniciados en eso de ir moto, pero que ahí está actuando sobre ambos ejes (lo que facilita y mucho la operación de frenado a los recién llegados al mundo de la moto) es también un elemento común. También comparten un magnífico y cómodo asiento que puede acoger sin problemas al piloto y un pasajero y que, lo más importante en este caso, debajo dispondremos de un amplio espacio para almacenar, como poco, un casco y otros objetos varios, mientras que el casco integral lo podremos guardar en el maletero trasero que, a su vez, también forma parte de la carrocería, un espacio de carga que se amplía en la versión SW al disponer de maletas de mayor tamaño, eso sí: siguen formando parte de la carrocería y, por tanto, le dan un aspecto más consolidado en cuanto a volumen.

Frente al conductor, encontramos un completo cuadro de instrumentos con velocímetro, cuenta revoluciones y pantalla central a la que podremos conectarnos por medio de una App y utilizar así sus múltiples funciones desde nuestro Smartphone. Obviamente, dispone de keyless, o se, que basta con tener la llave en nuestro bolsillo para ponerla en marcha a cierta distancia. En el manillar, con una anchura muy cómoda tanto para moverse por recorridos urbanos como por carretera, sí encontramos una diferencia muy apreciable: el modelo GT utiliza un manillar de moto desnudo (de ahí ese carácter, deportivo) mientras que el modelo SW, más serio, mantiene el manillar carenado. En ambos, con ciertas diferencias de ubicación, encontramos el resto de mandos, entre los que destacan los botones para el bloqueo y desbloqueo de la dirección, una función que nos permitirá mantener fijo el tren delantero y así poder seguir con los pies sobre la moto en un semáforo, o también no tener que ponerle caballete en caso de aparcarla. Como en el modelo anterior, una vez utilicemos el acelerador -en el caso de una parada en un semáforo- el tren delantero se desbloqueará automáticamente, una medida de seguridad que se agradece.

La conducción de las nuevas Metropolis GT y SW se muestra ágil gracias a la potencia de su motor, un mono-cilíndrico de 399 cc que, además, dispone de una respuesta sin demoras, pese a los casi trescientos kilos que pesa la moto. Una vez en movimiento, nos movemos como en una moto convencional, aunque, eso sí, el tren delantero dispone de unos topes que controlan el equilibrio de inclinación en curva, una particularidad que te invita a buscar ese límite por la seguridad que aporta, más ahora que el eje delantero ha sido refinado. En recorridos urbanos impresiona su agilidad, su facilidad de maniobrar sin problemas entre el denso tránsito de la ciudad. En recorridos por carretera, tanto en autovía como en tramos virados, la nueva Metropolis 400I GT y SW, se comporta casi como una moto convencional, pero aporta un nivel de confianza que se traduce en seguridad, tanto en asfalto seco como en superficies húmedas o mojadas, las dos ruedas delanteras ofrecen un mayor nivel de equilibrio dinámico al haber desaparecido ese ocasional rebote que, en ocasiones, sorprendía.

En suma, Peugeot Metropolis, ofrece dos nuevas versiones calificables como mega scooter. Mientras que la Metroplis GT está orientada a quién precisa de movilidad, seguridad, prestaciones y exclusividad, la SW, con su mayor capacidad de carga gracias a su doble baúl trasero, aporta mayor espacio y, por sus detalles estéticos, mayor presencia. Dos opciones que, sin ninguna duda, dan respuesta a las exigencias y requerimientos de quién no solo quiere un transporte urbano, también para quién necesita hacer kilómetros.