Motor
La crisis del sector del motor podría afectar a 56.000 empresas y 400.000 empleos
Los empresarios del motor creen que el presente ejercicio se cerrará con un descenso de ventas del 5% respecto al pasado año y han solicitado al Gobierno medidas efectivas para la recuperación del sector
Los empresarios del motor creen que el presente ejercicio se cerrará con un descenso de ventas del 5% respecto al pasado año y han solicitado al Gobierno medidas efectivas para la recuperación del sector
Los empresarios del motor creen que el presente ejercicio se cerrará con un descenso de ventas del 5% respecto al pasado año y han solicitado al Gobierno medidas efectivas para la recuperación del sector. Entre otras iniciativas, solicitan la creación de una Secretaría de Estado específica para este sector que agrupa a 56.000 empresas y genera 400.000 puestos de trabajo directos e indirectos.
Para algunas asociaciones profesionales, como Ganvam, estamos asistiendo a un recrudecimiento de la crisis ya que, en lo que va de año, las matriculaciones en el canal de particulares acumulan un descenso de casi el 13%, dando como resultado una caída global del mercado del 7,4%. En este contexto de bajada de las ventas, unido a la transformación hacia un nuevo modelo de distribución online, han provocado que las redes de concesionarios registren una rentabilidad del 1,05% en el primer semestre, el dato más bajo de los últimos cinco años.
En su opinión, una Secretaría de Estado de Automoción actuaría como instrumento de regulación para evitar situaciones desfavorables tanto para los fabricantes como para las redes de distribución. Dentro de este nuevo contexto que tiende hacia la venta online y las reparaciones en remoto, se pide que el apoyo a la innovación tecnológica no se circunscriba únicamente a la fabricación.
Se propone asimismo un nuevo modelo educativo de Formación Profesional en el que no sólo será prioritaria la actualización de los contenidos, sino también una mayor colaboración del ámbito institucional, educativo y empresarial, con el objetivo de desarrollar programas que realmente contribuyan a generar profesionales cualificados de la distribución capaces de dar respuesta a las exigencias del contexto digital.
Objetivo: 5 millones de coches eléctricos
Respecto al vehículo eléctrico, se contempla la necesidad de impulsar las infraestructuras de recarga para empujar decididamente el despliegue de esta tecnología. Concretamente, para poder alcanzar un parque de cinco millones de vehículos eléctricos en España en el año 2030, tal y como recoge el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, el 40% de las matriculaciones anuales de automóviles en España tendría que corresponder a modelos eléctricos, cuando hoy no llegan al 1% de las matriculaciones.
Alcanzar este objetivo pasa no sólo por superar barreras como el precio de adquisición o la autonomía, sino también por impulsar la instalación de puntos de recarga de acceso público. Actualmente hay 5.000 puntos, cuando son necesarios cerca de 100.000 para un parque de cinco millones. En este sentido, el peso que van ganando las flotas de eléctricos en el mercado y su papel como palanca para popularizar los vehículos de tecnologías alternativas en el parque, obliga a que formen parte activa de las políticas de automoción.
Los distribuidores de automóviles abogan por poner en marcha medidas de corte fiscal que apoyen la movilidad cero emisiones dentro de la cultura corporativa, tales como que la deducción en el rendimiento en especie para vehículos corporativos eléctricos puros sea de al menos el 50% o que aquellos modelos cuyo precio antes de IVA supere el techo establecido para las ayudas puedan computar con el máximo coste establecido.
Insisten de nuevo los empresarios en la necesidad de abordar una reforma fiscal integral encaminada a desincentivar los vehículos más antiguos y promover la renovación del parque con vehículos más eficientes y seguros, reorientando los impuestos para traspasar la presión impositiva de la compra al uso. Y promover además medidas estructurales que permitan el achatarramiento de vehículos térmicos antiguos a cambio de incentivar la compra de vehículos cero y bajas emisiones de CO2 bajo el principio de neutralidad tecnológica.
Estas iniciativas deben incluir los vehículos nuevos y seminuevos, ya que siendo tecnológica y medioambientalmente igual de avanzados, hacen posible que las familias con rentas más bajas tengan acceso a una solución de movilidad eficiente y sostenible. En este capítulo, se pide la puesta en marcha de un plan específico para impulsar la renovación del parque de dos ruedas que se alza como una pieza clave de la nueva movilidad urbana; así como el de vehículos industriales y furgonetas, que se han convertido en "los grandes olvidados del sector", a pesar de su importancia en actividades estratégicas como la construcción o el transporte por carretera.
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