
Prueba
Symbioz, otra nueva opción de Renault que destaca por su espacio y versatilidad
Tiene una mecánica «full hybrid» que rinde 160 cv y consumos muy ajustados. El precio del coche arranca en 30.000 euros

Hoy día existe cierta confusión con tantas motorizaciones sostenibles que nos ofrece el mercado, pero posiblemente esta opción que nos aporta el nuevo Renault Symbioz esté entre las más acertadas. Lo prueba el creciente incremento de ventas de coches dotados de esta solución que mantiene la combustión térmica permitiendo una hibridación completa que no hace más que mejorar el resultado. No en vano es la segunda marca en España y en Europa con mayor número de ventas con esta tecnología que está a punto de alcanzar el millón de unidades vendidas. Si observamos las diversas variantes que Renault ofrece en el reñido apartado C de los SUV, la marca del rombo ha invertido en el Symbioz sus mejores ingredientes de funcionalidad y habitabilidad. Por dimensiones se le podría situar entre el Captur, 17 centímetros más largo que este, y el Austral. Sus líneas rectas y determinadas están dentro de las nuevas tendencias de la marca, pero añadiendo algo más de modernidad al conjunto. En el frontal toda la parrilla está supeditada al logo de la marca que preside su imagen. Ya en los costados, nuestra atención se fija en las llantas, relativamente carenadas para ofrecer mejor aerodinámica a su carrocería de cintura alta que refuerza el concepto de solidez. En la parte trasera las luces dominan la zona, alargándose hacia el centro como queriéndose encontrar por encima de otros perfiles horizontales que comienzan a ascender desde el mismo parachoques.

Una vez dentro, el espacio es muy amplio y permite una buena regulación de las banquetas, incluida la trasera, que es deslizante para ofrecer un mayor espacio para sus ocupantes y una cómoda accesibilidad, tanto en las plazas delanteras y traseras. Destacaremos algún elemento como el techo Solarbay, transparente y muy generoso y que se va oscureciendo o aclarando en función de la luminosidad exterior.

En nuestra prueba dispusimos de la versión «Esprit Alpine» que nos ofrecía el aspecto de deportividad como un agradable añadido en su histórico color azul. Por debajo están las versiones «Evolution» y «Tecno», mientras que, en la cumbre se encuentra la «Iconic», o lo que es lo mismo, siempre podremos encontrar la versión con los accesorios y las tapicerías adecuadas a nuestros deseos. En cuanto a la tecnología, lo primero que destaca es una pantalla de 10,4 pulgadas equipada con el sistema multimedia Open R Link con Android 12 para ofrecer todo lo necesario a partir de la versión Tecno, pero con Android Auto y Apple Carplay con posibilidad de conexión inalámbrica, aunque posee cuatro tomas USB-C repartidas entre las plazas delanteras y traseras. Su maletero, siempre amplio, puede variar según movamos hacia atrás o hacia adelante los asientos traseros, ofreciendo un máximo de 548 litros, aunque si tumbamos los respaldos, pasamos a 1.582 litros, que es un enorme espacio de carga.

Para mover todo esto contamos con un motor de cuatro cilindros y 1.8 litros asistido por dos motores eléctricos y una batería de 1,4 kW/h. que ofrece 160 caballos con 265 Nw/m. de par. Uno de los mayores atractivos del Symbioz es el consumo que nos permite hasta 1.000 kilómetros de autonomía gracias a la ayuda de su motor eléctrico principal que, además de permitir el arranque eléctrico y una buena parte de los kilómetros recorridos especialmente en ciudad o hasta 100 km/h, se encarga de regenerar la batería en frenadas y cuando levantamos el pie del acelerador. Esto se traduce en un ahorro de combustible de alrededor del 40% sin penalizar la aceleración, que se sitúa en poco más de nueve segundos cifras que desembocan en un consumo real en torno a los 5 litros a los cien, acompañado de menores emisiones.

Al volante las sensaciones son muy agradables y están pensadas para un público familiar que usa el coche en todo momento, tanto en ciudad con una agilidad muy notable, como en carretera, siendo su escenario ideal las rutas despejadas y autovías, aunque sin hacerle ningún feo a cualquier otro tipo de asfalto. Buena parte de ello es debido a sus suspensiones tipo McPherson delante y un eje semirígido atrás que dan fluidez y comodidad al conjunto sin penalizar el agarre, siempre y cuando hagamos una conducción tranquila, a lo que colabora una dirección muy precisa. Por otro lado, existen versiones que nos ayudarán en momentos de tracción crítica, con pulsadores para nieve y todo terreno, pero siempre por pistas suaves. Además, el Symbioz está a la cabeza en su segmento en ayudas a la conducción, las célebres ADAS, que implementan enormemente la seguridad activa y, cómo no, entre los mejores en el apartado de la seguridad pasiva.
El Renault Symbioz, que se produce en Valladolid, es un SUV híbrido con un diseño atractivo, tecnología avanzada, amplio espacio y un precio competitivo a partir de 30.000 euros, lo que le coloca en una posición ventajosa frente a sus competidores de segmento C.
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