Historia

Descubre la leyenda sobre la Virgen del Cuello Tuerto de Murcia

Situada en lo alto del imafronte de la Iglesia de la Merced, esta representación de la Virgen de los Remedios se remonta al siglo XVII

La Virgen de los Remedios, la del Cuello Tuerto, en la Iglesia de la Merced de Murcia
La Virgen de los Remedios, la del Cuello Tuerto, en la Iglesia de la Merced de MurciaLa RazónLa Razón

Ante los ojos de todos, en la Iglesia de la Merced de Murcia, junto a la Universidad, se encuentra una representación de la Virgen de los Remedios que recibe a todos aquellos que se interesen en entrar a dicha joya arquitectónica. No obstante, esta virgen tiene una peculiaridad que pasa desapercibida para quienes ni siquiera la miran: tiene el cuello torcido. Se trata de la Virgen del Cuello Tuerto o “Torcío” que además cuenta con una leyenda que hace las delicias de los amantes del folklore y la historia murciana.

Sea verdad o no, lo cierto es que este tipo de “anécdotas” son lo que componen la cultura y sociedad actuales, y dotan de mayor atractivo a las ciudades, como lo es este caso de Murcia.

Para conocer su historio hay que remontarse a la Murcia del siglo XVII, cuando la ciudad era una de las más pobladas de España tras incorporarse a la corona de Castilla. La escultura es una reproducción de la talla gótica del siglo XV, que ya entonces se encontraba en el interior del templo, y así continúa actualmente.

Cuenta la leyenda que en el siglo XVII había una joven y hermosa murciana cuyo novio, un joven muy pasional, le insistía en mantener un encuentro más íntimo, frente a la postura de ella, que se resistía porque pretendía tener una relación más formal.

Harta ya de la insistencia de su pareja, la muchacha llevó a su novio ala Iglesia de la Merced, y ante la imagen de la Virgen de los Remedios le hizo prometer que si accedía a sus peticiones él se casaría con ella y permanecerían juntos toda la vida. Una muestra de amor al más puro estilo del siglo XVII.

Sin dudarlo, y con cierta ironía, el joven muchacho hizo su promesa, y finalmente tuvo acceso a su novia. Posteriormente, él tuvo que marchar a la guerra, y ella esperó al regreso de su joven amado. No obstante, cuando llegó de nuevo a Murcia, él aseguró no recordar nada, y todo apuntaba a que durante su etapa en el frente de combate habría conocido a otras mujeres, incumpliendo así su promesa.

Tras esto, la joven murciana se enfadó y llevó de nuevo al novio ante la Virgen en el mismo punto en el que un tiempo atrás se hicieron la promesa. Él, de nuevo en tono jocoso, pensó que podría volver a engañar a la Virgen, y fue cuando ella le preguntó a la Virgen si era cierto que en ese mismo lugar se habían prometido cuando ocurrió algo inesperado.

La Virgen de los Remedios inclinó la cabeza hacia ella, dándole la razón sobre la promesa que se hicieron tiempo atrás. Ante esto, el joven asustado quedó prácticamente en shock, con lo que finalmente accedió a casarse con ella aunque no se sabe si por amor o por miedo a lo que ocurrió.

Desde entonces, el folklore y la cultura murciana han arraigado esta leyenda a los romances entre jóvenes, y muchas de las devotas encomiendan su relación a la Virgen de los Remedios como símbolo de las relaciones amorosas.

Otra de las teorías que envuelven a esta postura de la Virgen no es más que el efecto óptico que se deriva de su ornamental vestimenta. Un juego de luces y sombras que fuerzan la expresión de la talla hasta este punto corporal tan llamativo.