El emblemático escudo en el que una mujer amamanta a un niño que no es su hijo

Existen lugares en el mundo que son icónicos, que relatan características únicas de su población, de su cultura. Eso es lo que ocurre en la ciudad de Murcia. Además de encontrar un sinfín de enclaves únicos en los que perderse, y que recogen la historia de una tierra con personalidad propia, también es posible hallar signos y marcas únicas que revelan la el carácter de su población.

Muestra de ello es, sin duda, el escudo de la Matrona de Murcia, una mujer esculpida en el Palacio Almudí que relata representa todo un símbolo de la ciudad y de la fuerza de esta población.

El Palacio Almudí es un edificio del siglo XVII que a lo largo de su historia se ha utilizado de diferentes formas, como por ejemplo de depósito de trigo, de caballerizas o de palacio de justicia.

Una majestuosa obra arquitectónica que en su fachada cuenta con un escudo muy peculiar, el cual hay que analizar detenidamente para hallar en él todo un simbolismo único en España y en todo el mundo.

En la zona izquierda de la fachada, se puede encontrar un medallón esculpido en la pared, que representa a la matrona de Murcia. Es una obra de Hernando de Torquemada, realizado en 1575, y lo más relevante de esta obra de arte es la historia detrás de la representación gráfica.

Se puede observar a una mujer con dos niños en su regazo. A uno de ellos, su hijo, lo coge en brazos mientras que amamanta a otro niño que no es su hijo, mientras el otro espera su turno. Esto representa la hospitalidad y la cercanía de la gente de Murcia, el buen acogimiento que se da a todos aquellos que se deciden a visitar esta tierra.

También destaca en este emblemático escudo un ave que aparece sobre la matrona. Se trata de un pelícano que, pese a que le falta la cabeza, representa la abundancia de la tierra murciana, considerada como la huerta de Europa.

Otro dato curioso, según señala la web descubriendomurcia, es que la talla cuenta con seis coronas, cuando el escudo de Murcia tiene un total de siete. Esto es así por que el grabado en la fachada es anterior al reinado de Felipe V, y fue este monarca quien concedió la séptima corona a Murcia como premio al soapy que le prestó la ciudad durante la Guerra de Sucesión en 1700, y su reconocimiento a la lealtad que las ciudades tenían a la Monarquía.