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Ghost, las mejores melodías están en el heavy satánico

El grupo, liderado por Tobias Forge y cuyos miembros nunca muestran el rostro, ha sido descritos como “metal con un toque ABBA” y culminan su gira española, de excepcional directo, en Madrid

La banda sueca Ghost
La banda sueca Ghostlarazon

Al margen de los focos, en su patio de juegos particular, el heavy sigue evolucionando su sonido en múltiples direcciones, conformando una escena viva e interesante a la que pocos medios prestan atención. Y ahí sobresalen Ghost, un enigmático grupo liderados por el sueco Tobias Forge que juega con la imaginería satánica en todas sus creaciones y que hace de las melodías su mayor baza. Ghost, ganadores de un Grammy, se han convertido en una nueva puerta que se abre desde el heavy al mainstream, una aportación que ya hay quien señala como los herederos de Kiss, con quienes ciertamente comparten su gusto por el disfraz y los hits, pero que los nórdicos llevan unos pasos más allá. El grupo actúa en Madrid y Barcelona dentro de su gira europea. Vale que estamos en Navidad, pero que sea una Navidad heavy.

El grupo basa su existencia en un fuerte anonimato, salvo por el nombre de su líder, Tobias Forge, que siempre ha ocultado su rostro detrás de un avatar de su particular religión. Primero fue bajo el nombre de Papa Emeritus, a los que siguieron Papa Emeritus II y III y después el ancestro de la saga, Papa Emeritus 0. Sin embargo, a este último le ha sustituido el Cardinal Copia, un nuevo aprendiz que debe hacer méritos para ascender a Papa. El grupo siempre transforma el escenario en una iglesia, con la idea de presentar la música como la salvación de los fieles que no acuden a un concierto sino a un servicio religioso. Junto al sacerdote, que es Forge, se presentan unos monaguillos, aunque son llamados los “demonios sin nombre”.

Todos ocultan sus rostros detrás de caretas. Por cierto que, según ha revelado el líder del grupo y principal compositor de las canciones en alguna ocasión, los músicos que le acompañan en el estudio no son los mismos que van de gira. De hecho, se sabe que al menos en un concierto, nada menos que Dave Grohl, batería de Nirvana y líder de Foo Fighters, ha actuado detrás de la careta de un demonio sin nombre. Grohl les produjo el EP de 2013 “If You Have Ghost”. Todos han logrado mantener el anonimato, salvo el propio Forge, que se vio obligado a revelarla cuando antiguos miembros de Ghost le demandaron para reclamarle royalties.

Otro de los asuntos que han generado debate es su filosofía y estética satánica, que Forge encontró como defensa o más bien como reacción a una infancia marcada por una educación estricta y carente de sentimientos impregnada de supuesto cristianismo. Profesores de escuela iracundos y una madre adoptiva cruel, amén de acoso escolar de sus compañeros de clase le convirtieron en un chico solitario que buscaba una narración, una respuesta. La halló en las lecturas de cuentos de terror, ficciones como el “Necronomicon” y, claro, en la imaginería de los grupos que admiraba como Mötley Crüe o Mötorhead.

En lo musical, algunos han descrito su estilo como un heavy con toques de ABBA. Quizá esto sea un poco exagerado, pero su estilo de rock orientado a estadios, ese género que en los 90 se llamó AOR, incluye toques de psicodelia, rock progresivo y hasta algunos ramalazos de bandas sonoras. La cuestión es que para el oyente no acostumbrado o que rechace el heavy, las canciones de Ghost son más que audibles, en parte porque nunca trabajan con productores de ese género. Su último álbum, “Prequelle” incluye algunas de su sus mejores canciones, como “Rats” o la sorprendente “Dance Macabre”, un temazo con aires casi de música disco. Mención aparte merece su directo, poderoso y virtuoso a partes iguales, pero no de la clase de pericia técnica que aburre, sino que busca la melodía, la emoción y que va al grano de los temas.