Opinión

¡Pobre Constitución!

El Gobierno, en un alarde de rapidez, aprobó ayer el proyecto de Presupuestos para 2018. Digo yo que, ya puestos, el ministro Montoro y el secretario de Estado Nadal podían habérselo tomado con más calma. ¡Total solo han cumplido con su cometido seis meses después de lo establecido y cuando ya ha pasado un trimestre desde que esas cuentas deberían haber entrado en vigor! Dice la Constitución, que nos obliga a todos, en su título VII, artículo 134, apartado 3, que «el Gobierno deberá presentar ante el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado al menos tres meses antes de la expiración de los del año anterior». ¿Quiere decir esto que los Montoro, Nadal y también Rajoy, se han saltado a la torera la Constitución? Visto lo anterior, sí, porque lo que hicieron ayer deberían haberlo cumplido antes de finalizar el mes de septiembre de 2017. Claro que estos últimos, se deben haber aplicado el punto 4 del mismo artículo: «si la Ley de Presupuestos no se aprobara antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerarán automáticamente prorrogados los Presupuestos del ejercicio anterior hasta la aprobación de los nuevos». Vamos, que habrá quien piense que «hecha la Ley, hecha la trampa». Interpretaciones aparte, la realidad es que el Gobierno ha presentado su proyecto para este año casi tres meses después de comenzar el ejercicio. Y ahora toca esperar para ver cuándo se aprueban, si es que finalmente lo logran. ¡Pobre Constitución!