Opinión
La tiña es un hongo
Una vez más ha explotado una crisis en el PSOE madrileño. El Sr. Franco sólo lleva 6 meses como nuevo secretario general, pero en los últimos días se han concatenado los ataques contra él.
En Madrid, la visibilidad de la política local trasciende lo regional hasta situarse en el plano nacional. Nadie lo evidenció tan claramente como D. Enrique Tierno Galván al frente de la alcaldía de la capital.
Por eso, desde la calle Ferraz, siempre se ha mirado por el rabillo del ojo lo que ocurría en Madrid y ningún dirigente nacional se ha resistido a intervenir y tomar decisiones que en otros territorios corresponden a las direcciones locales.
Probablemente, en los primeros tiempos de la democracia, el Partido Socialista estaba construyendo sus estructuras y los Sres. González y Guerra tomaban lo que ellos consideraban las mejores decisiones para el conjunto.
Posteriormente, la intervención tenía como fondo el control político interno de una de las federaciones claves del PSOE. En la actualidad, no es más que por la supervivencia de la mediocridad.
Los que no apoyaron al Sr. Franco en las primarias madrileñas le atribuyen como valores el de la tolerancia y la de no ser sectario en su forma de trabajar. Curiosamente eso es lo que le reprochan los entornos de mayor confianza de la calle Ferraz.
El Sr. Franco fue el coordinador de la campaña del Sr. Sánchez en Madrid cuando venció en las elecciones primarias. Le pusieron a él porque era el que menos rechazo generaba de toda la cúpula del «No es No» entre los militantes. Sin embargo, eso era una cosa y otra repartir las mieles de la victoria, de ahí el intento de liderar de la Sra. López, conocida por su gran oratoria o el Sr. Viondi, conocido por su diplomacia parlamentaria, ambos muy próximos al Sr. Sánchez.
La mayoría de los hongos son saprobios, crecen en troncos muertos y brotan de la tierra, pero hay algunos que son parasitarios y se alimentan de seres vivos, como los que dañan las cosechas o generan la tiña en el ser humano.
En cierto sentido, la mediocridad es como un hongo, si la temperatura y la humedad son las adecuadas, crece y una vez ha anidado, no es nada fácil curarlo.
En todos los sitios hay mediocres, supongo que en el PSOE también. Por eso, quizá el problema madrileño no sea otro que el de decidir un puñado, cada vez más escaso, de nombres que tendrán un acta parlamentaria cuando vuelva a haber elecciones dentro de un año.
En condiciones normales, debería tener bastante peso la propuesta del Sr. Franco por ser el secretario general, pero quien no es capaz de brillar, porque la naturaleza no le dio esa cualidad, teme no ser visto por quien porte el bolígrafo. En ese caso, lo mejor es quitárselo de la mano y escribir uno mismo en el papel lo que considere adecuado.
Por eso debe ser que hay nombres en el PSOE madrileño que sólo se hacen visibles cuando hay crisis, a veces con filtraciones a medios que abren ciertas puertas, otras directamente abriendo las cerraduras que dan paso al «control interno», que no es otra cosa que preparar la expansión de los saprobios y de los otros.
La Sra. Cifuentes no tenía salida, pero ahí estaba el PSOE para provocar una filtración manipulada que daña al líder local de turno, todo para quitarle el boli. Claro que el fin es muy legítimo: el de que crezca el número de los que van a «arrancar la cabeza» de los adversarios, como el Sr. Viondi.
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