Opinión

El milagro de San Isidro

La mayor parte de los pueblos de España estará mañana de fiesta porque los labradores honrarán a su patrón, San Isidro. Se sucederán las misas, las procesiones y se multiplicarán las bendiciones en los campos. Luego llegarán los aspectos más lúdicos, pero antes de entrar en el jolgorio habrá que plantear al Santo la lista de peticiones. Están las clásicas, las meteorológicas, resumidas en una frase: «Que el tiempo acompañe». Si el tiempo es el adecuado habrá buenas cosechas, por lo que a continuación habrá que pedir también buenos precios, algo que, generalmente, no suele coincidir. En el capítulo de las peticiones a San Isidro deberá ocupar este año un lugar prioritario todo lo relacionado con Bruselas, porque está a punto de comenzar la negociación del Marco Presupuestario 2021-27 y la PAC del futuro. Para que ambos procesos, íntimamente ligados, salgan bien para los intereses de los agricultores y ganaderos españoles se necesita más de un milagro. En realidad, unos cuantos. El primero, que en Bruselas no se reduzca el dinero destinado a financiar la PAC con carácter general; en segundo lugar, que cuando se negocie la distribución del mismo, mediante la reforma de la PAC, nuestros intereses salgan bien parados.

Luego, tocará decidir qué es lo que se hace dentro de España: será el momento del tercer proceso negociador entre los responsables del Ministerio de Agricultura y de las Comunidades Autónomas. Y, todo ello, en medio de un calendario endiablado. Primero, porque hay elecciones europeas a finales de mayo de 2019, de las que saldrá un nuevo Parlamento en el que socialistas y populares podrían no tener la mayoría absoluta; por eso sería bueno un acuerdo político sobre el presupuesto comunitario y la PAC antes de esa fecha. Sin embargo, será muy difícil de conseguir. Por si lo anterior fuese poco, las europeas coincidirán en España con elecciones en la mayor parte de las regiones y cambios en sus gobiernos. Muchos milagros, incluso para San Isidro.