Opinión
Siembras de bicis
Hace poco más de un mes, una parte de las calles del barrio en el que vivo amanecieron «sembradas» de bicicletas de color butano naranja. Me acordé entonces de lo que había visto en Pekín años atrás, con miles y miles de bicis de diferentes colores, según las empresas, tiradas por las calles o amontonadas en estaciones de metro y autobuses. Se trataba de una nueva forma de transporte, que ahora ha llegado a Madrid y que se utiliza para ir desde el domicilio hasta cualquier punto; se paga mediante una aplicación instalada en el teléfono móvil inteligente, del que ya disponemos casi todos.
El procedimiento es muy sencillo: llegas, coges una bicicleta allí donde la encuentras y la dejas donde quieres, en la esquina de una calle, en la parada del metro o el autobús, por ejemplo; la bici se desbloquea y se paga mediante el teléfono y se vuelve a bloquear mediante el mismo sistema. Por lo que he visto, la «sementera» de bicicletas no ha sido la única que se ha registrado en las últimas semanas, ya que también se ha multiplicado la de coches eléctricos, que ya venía de antes, la de pequeñas motos, la de patinetes y la de bicis eléctricas.
Visto lo visto, la competencia de Uber y Cabify no va a ser la única a la que deban hacer frente los taxis, conflicto que se puede recrudecer en las próximas semanas. Y, segunda conclusión, el teléfono va a servir para casi todo, y lo de hablar lleva camino de convertirse en función residual.
✕
Accede a tu cuenta para comentar