Opinión

Pagar más o pagar más

La subida del salario mínimo por parte del PSOE hasta los 1.050 euros mensuales también implicaba un incremento de las bases mínimas de cotización a la Seguridad Social para todos los trabajadores hasta los 1.050 euros mensuales. Que se incrementen las cotizaciones sociales de los trabajadores por cuenta ajena, y que ello pueda dificultar su contratación, es algo que a nadie parece preocuparle demasiado. Dado que socialmente tendemos a caracterizar al empresario como una fuente infinita de recursos, el imaginario colectivo imagina que esos mayores costes laborales serán absorbidos por los capitalistas sin mayores repercusiones sobre el empleo. Distinto es el caso de los trabajadores por cuenta propia, esto es, los autónomos. En este caso, la percepción social sí se da cuenta de que conforman un colectivo con recursos limitados y, por ello, se entiende bastante bien que aumentar sus cotizaciones sociales puede terminar devastándoles. Dado que la base mínima de cotización en 2018 se ubica en 932 euros mensuales, su incremento hasta 1.050 euros supondría elevar la cuota de autónomos desde 279 euros al mes hasta 313, unos 34 euros más por mensualidad que se traducen consecuentemente en más de 400 euros anuales. Tal es la magnitud del sablazo sobre los autónomos que, nada más anunciar el incremento del SMI, el Gobierno socialista tuvo que salir a la palestra para anunciar que este colectivo se vería eximido de la subida.

O bien íbamos a transitar hacia un nuevo sistema de cotización, donde el autónomo pagaría en función de sus ingresos reales, o bien, si no hubiera tiempo a aprobar semejante transición, se eximiría a los autónomos del sablazo. El compromiso parecía muy firme, pero los ciudadanos deberían empezar a aprender que jamás han de confiar en la palabra de un político, sobre todo cuando se trata de compromisos contra futuras subidas de impuestos. En este caso concreto, de hecho, las precarias cuentas públicas del PSOE, copadas de aumentos del gasto y de estimaciones irreales sobre aumentos de la recaudación, necesitan exprimir sí o sí a los autónomos, ya sea obligándoles a cotizar según sus ingresos reales (casi 1,5 millones de autónomos verían brutalmente aumentada su cuota) o incrementando sustancialmente la base mínima de cotización. Y así parece que va a ser. Ayer mismo la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, confirmó que, o la base mínima de cotización aumentaba hasta los 1.050 euros mensuales o, si se subía en menor medida, sería a costa de incrementar el tipo de cotización desde el 29,9% actual hasta el 33,7%. No hay más: pagar más o pagar más. Para el PSOE, a los autónomos se los machaca de un modo u otro. La opción de dejarlos tranquilos parece que no la contemplan. Pero es la opción que debemos reivindicar. Frente a quienes han utilizado el reclamo propagandístico de subir impuestos a los ricos para subirnos los impuestos a todos, exijamos una rebaja generalizada de los impuestos que beneficie al multi–expoliado colectivo de los autónomos.