Opinión

Sánchez: viajes, Reyes Magos y más

Pedro Sánchez, entre viaje y viaje –Navidad en Doñana, visita a las tropas en Mali y fin de año en Lanzarote–, tuvo ayer un hueco para que el Consejo de Ministros celebrara unos Reyes Magos adelantados y muy generosos: Subida de pensiones vinculada al IPC, retribuciones de los funcionarios y salario mínimo a 900 euros. También, ventajas teóricas para los autónomos. El presidente pasó de puntillas por los costes, camuflados en otras medidas recaudatorias. La CEOE de Antonio Garamendi calcula 2.000 millones más en cotizaciones, con alzas entre un 7 y un 22%, la mayor subida de la historia. También la pagarán los trabajadores, pero ahora pasa inadvertido. A pesar de todo, hay dudas de que las cuentas cuadren en 2019, sobre todo sin Presupuestos, como sabe la ministra Montero. La titular de Economía, Nadia Calviño advirtió del peligro de la revalorización permanente de las pensiones con el IPC. Por ahora gana, porque si no, el próximo Gobierno debería dar marcha atrás, bronca incluida.

Sánchez apurará al límite la baza presupuestaria. Ganó tiempo con la visita a Torra, pero todo sigue muy complicado. El PDeCAT puede romperse a mediados de enero, tras el Congreso de la Crida que impulsa Puigdemont. Sólo dos de los ocho diputados ex-convergentes, Campuzano y Xuclá, votarían sin pestañear los Presupuestos. Los otros seis son necesarios, pero nadie garantiza su voto. La irrupción de Jordi Graupera, que intenta unificar el independentismo, con la ANC detrás, lo enreda todo porque arrastra más gente de la prevista. Ante la cita de las municipales, ni ERC ni PDeCAT quieren dar una imagen de cesión ante Pedro Sánchez, ese superviviente que ayer hizo de Rey Mago, al mismo tiempo que él y Susana Díaz lloraban, como Boabdiles modernos, por la Andalucía perdida. Tremendo.