Opinión

Cataluña no es nación (II)

La conciencia de que Cataluña era sólo una parte de España y no una nación independiente la encontramos también en los reyes que la rigieron. En 1271, Jaime I, tras ofrecer al Concilio de Lyon ayuda para una cruzada, exclamó: «Barones, ya podemos marcharnos; hoy a lo menos hemos dejado bien puesto el honor de España». También cuando socorrió a Alfonso X de Castilla contra los moros de Murcia sostuvo que lo hacía «para salvar a España». Igualmente, Pedro III afirmó que había salvado el honor de España al acudir a Burdeos para batirse con Carlos de Anjou. No otra cosa pensaban los historiadores. En el siglo XIV, Ribera de Perpejá señaló en la «Crónica de Espanya» como Cataluña era una parte de esa España ansiosa de reunificación. También Ramón Muntaner reclamó una política conjunta de los cuatro reyes de España, que eran, escribió, «d’una carn e d’una sang». ¿Puede sorprender que guerreros tan catalanes como los almogávares se lanzaban al combate gritando no Cataluña, sino «¡Aragón! ¡Aragón!»? ¿Qué hubieran podido gritar cuando Cataluña era parte de la Corona de Aragón y no una nación independiente? Igualmente, al narrar un viaje del conde de Barcelona a Alemania para visitar al emperador, el historiador Bernat Desclot contó que el conde se presentó diciendo: «Señor, yo soy un caballero de España». Ese mismo conde de Barcelona diría a la emperatriz alemana: «Yo soy un conde de España al que llaman el conde de Barcelona». ¿Puede sorprender que el emperador, según el mismo Bernat Desclot, dijera a su séquito: «han venido dos caballeros de España, de la tierra de Cataluña». La verdad es que, hasta bien avanzada la Edad contemporánea, Cataluña y los catalanes jamás se sintieron una nación sino hondamente españoles. Como españoles, participaron en la guerra civil de inicios del siglo XVIII, que algunos pretenden presentar falsamente como un conflicto independentista catalán. Como españoles, también resistieron al invasor francés en el Bruch y en el asedio de Gerona. Como españoles, combatieron en Marruecos en 1859, a las órdenes del general catalán Prim. Como españoles, sufrieron también el desastre de 1898 siendo catalanes cuatro de los 33 últimos de Filipinas. Como españoles, sufrieron la guerra civil de 1936, en los dos bandos porque debe recordarse al Tercio de Montserrat o a los asesinados por el Frente Popular. ¿Cataluña, una nación? ¡Vaya usted al guano, so ignorante!