Opinión

Revival del 2-D

«Cuando está tan hecho, se puede dar todo por hecho». La frase, pronunciada este martes en un aparte por una ministra de peso del Gobierno en el acto de presentación de la campaña del PSOE en el Wizink Center, corrió como la pólvora, pues encierra la estrategia electoral de Pedro Sánchez. El gran objetivo de los socialistas se llama ya, exclusivamente, movilización. Entre estrechos colaboradores del presidente del Gobierno ha empezado a cundir el temor a «un revival de Andalucía», y que el votante se quede en casa. De ahí el lema «Haz que pase» que, impreso en color rojo sobre el rostro de Sánchez en primer plano y en blanco y negro, cuelga en la fachada de Ferraz. Un eslogan inspirado en el cine, en la película «Titanic». Lo cual, lógicamente, dada la asociación con el gran trasatlántico que se hundió en su viaje inaugural, entre otras razones por pecar de confianza, ha hecho las delicias de sus rivales. Tampoco han faltado las risas por las dobles lecturas del estilo de «haz que pase.... a la historia».

El Gobierno, perfilado como si fuera un auténtico comité electoral, busca fabricarse un perfil de Estado. Desde La Moncloa se asegura que ya toca al presidente «pisar el acelerador» en la petición a los electores de un esfuerzo para el 28 de abril. Los últimos trackings sobre la mesa de Sánchez arrojan una leve recuperación de Pablo Iglesias. Pero la apuesta pasa por una amplia mayoría de escaños que permita elegir compañeros para emprender la legislatura. La pretensión del candidato socialista es ser quien condicione los ineludibles pactos postelectorales en un escenario, a priori, complejo. «Hagamos que quienes han impuesto el cordón sanitario se vean forzados a derribarlo», puede escucharse por los pasillos de la planta noble de Ferraz en clara referencia a Ciudadanos.