Junqueras necesita a los sindicatos

La visita de Pepe Álvarez y Unai Sordo, secretarios de UGT y CC OO, a Oriol Junqueras ha levantado un gran revuelo. Pero no debe sorprender. Los sindicatos quieren que cuaje el pacto PSOE-Podemos, para afrontar la ralentización de la economía, la reforma laboral o las pensiones. Sin Gobierno, estas tareas son un imposible. Segundo, se necesitan. Junqueras requiere del apoyo sindical para hacer frente a las acusaciones de «traición» desde la ANC, los CDR, JxCat o la CUP por dar apoyo a Sánchez, y los sindicatos han querido asumir el papel de interlocutores para hacerse valer ante el futuro presidente. No ha sido tampoco un acto puntual. Los sindicatos catalanes llevan tiempo reconduciendo su actuación en pro de una salida a una situación que afecta negativamente a la economía catalana, rehuyendo dar apoyo a la sociedad civil independentista que ha apadrinado la revuelta bajo el liderazgo de los CDR y la ANC. De entrada, abandonaron su ambigüedad y han marcado distancias con los sectores más radicales. En la última huelga general se mantuvieron firmes en contra abandonando su comprensión de otros tiempos, aunque reivindicando la libertad de los detenidos del juicio del 1-0. Conjuntamente con la patronal Foment del Treball y PIMEC, los sindicatos catalanes han firmado manifiestos en los que se pedía «volver a la vía política a través del diálogo» para solucionar el conflicto catalán amén de reclamar «estabilidad económica, política social», en Cataluña, pero también para el conjunto de España. Y UGT y CC OO no se han refugiado en veleidades para condenar la violencia. Junqueras y los sindicatos se necesitan. Unos para aparecer como interlocutores. El otro porque sabe que son un escudo ante los ataques que recibirán los republicanos. Diálogo y Gobierno son sus máximas.