Paciencia, señor

Tiene que haber en Zarzuela un manual doméstico del monarca, una libreta que explicite a los herederos la idiosincrasia de este pueblo.

-Leonor, ven

-Sí, papá

-Nunca les mandes nada, se ponen nerviosos. Aman la libertad frenéticamente.

-¿Más que la Constitución?

-Más. Tampoco pidas que se entiendan entre regiones. Es imposible. Los que tienen agua, querrán el agua. Los que tienen carreteras, querrán más, aunque otros vayan en burro.

-¿Y cómo se ponen de acuerdo, Papá?

-No se ponen.

-Y nosotros ¿qué hacemos?

-Hay que hacerlo todo perfecto, aún así puede que nos echen. Habla con los primos y tenlo siempre preparado. El exilio, digo. ¡Ah! Y si vienen a jurar el cargo, ni pestañees. Unos lo harán por la estatua de su pueblo, otros por Marte. Tú sonríe, dientes.

Poco más o menos, España es así. Tengo que pellizcarme –como la mayoría– para creer que Iglesias va a ser mi vicepresidente y que todo depende del golpista que está en la cárcel, del que anda fugado en Waterloo y del terrorista de ETA que intentó secuestrar a mi amigo Gabi Cisneros, padre de la Constitución. Tengo que frotarme los ojos para imaginar los secretos de Estado en manos de Pablo Podemos o el futuro de los parados a merced de sus ideas. Y no tiene remedio. Porque hasta VOX se ha peleado con PP y Ciudadanos esta semana, a la hora de repartir los puestos del Congreso. La negativa de Abascal a pactar, le ha dejado fuera del reparto de secretarías y ha impedido la entrada de los naranjas. La izquierda ha conseguido tres puestos y el PP, el cuarto.

En estas fechas, cuando me figuro el futuro, me esfuerzo en recordar la intentona antisistema que presencié en Grecia, con Chipras. Mucha tontería y mucho cantar baladas revolucionarias (Oí el «Belachao» en las calles) y luego vinieron los hombres de negro, con sus maletitas, se pusieron a ahorrar y sanseacabó. Claro que, en medio, quedaron los despidos de los funcionarios, la bajada de las pensiones, la ruina. Pero me da seguridad pertenecer a la Unión Europea.

Entretanto, sabemos con toda certeza que se mentirá en las negociaciones, que se nos ocultarán las cosas y que se procurará forzar la Constitución. Lo digo, porque Pedro Sánchez acaba de asegurar taxativamente: «Las negociaciones con ERC se harán dentro de la Constitución y de forma transparente». Ya se sabe que es escrupuloso en sus mentiras.

En fin, Meritxell Batet ha entregado al rey la lista de los partidos que acudirán a Palacio para la ronda de consultas. No van ni ERC, ni Bildu, ni la CUP.

-Ah hija, y si no vienen, tú ni te inmutes. Paciencia, mucha paciencia.